Rancho Blanco

Que decir de un restaurante que llevamos viniendo en familia mas de 20 años! Ambiente relajado, sitio bonito, zonas para niños, parking… Los dos camareros que nos atendieron con largo recorrido, toda la comida espectacular, los puntos de la carne perfectos. El pan con ajoaceite muy bueno, una pena que ya no tienen el paté que siempre pediamos. La sangria muy buena y los postres también bien! Esperemos volver muchas mas veces!

Dejo 4 estrellas y como siempre voy a explicar el porque —Tardaban mucho en traernos las bebidas , pedimos repetir jarra de tinto por lo menos 4 veces y agua fresca nos moriamos ya de sed encima con el calor que hacía, y nada se les volvia a olvidar y cuando ya acabamos de comer y retiraron los platos el chico se acordó que le pedí varias veces la jarra y se disculpó pero ya la mala experiencia de comer sin bebida con sed y a pleno calor horrible la verdad —Arroz bastante pasado con la sal lo que nos dio aun mas sed ; —Hubo una discusión o malentendido entre camareros y eso también marcó la estancia ya que no da gusto enterarse de estas cosas. Lo demas comida bien, no puedo decir que fue genial porque pato estaba medio hacer , lasaña llevaba tan poca carne que parecia vegetal… Pero el lugar de por sí es precioso, merece la pena venir solo para eso Me comentaron que por la noche trabajan mas rápido y que no hay tantas problemas, quizás daría otra oportunidad pero como me vuelvan a matar de sed ya si que no vuelvo ejeje ***Hace falta reservar***

Le daría 5 estrellas a este sitio si tuviera en cuenta la comida y el entorno ya que todo es excelente pero por causa de la atención de un camarero no puedo, nos trataron con chulería y mala educación, contestaciones fuera de lugar y muy mal servicio, si los dueños leen esto y quisieran saber quién es, podría darle su nombre, solo decirles que es el más veterano de la plantilla, pedimos ajo y un cuchillo para trinchar la carne ninguna de las dos cosas llegaron, le pedí poder añadir a una bola de helado que había pedido un trozo de tarta y me dijo que no porque el helado ya estaba pedido, tardo 20 minutos en sacar el helado que le podría haber dado tiempo perfectamente a añadir ese trozo de tarta, me llamó la atención que pedimos un trozo de tarta y la sirvieron junto con una bola de helado, nos cobraron 4,90 € y sin embargo de una sola bola de helado nos cobraron 5,50€, no tiene sentido. También me sorprendió mucho el trato que tiene con sus compañeros pudimos ver desde fuera como trataba fatal a un camarero y a una camarera, al chico lo vi bastante afectado. Cuando trajeron el helado en la bandeja traía dos copas, le dijimos que para nosotros solo era una, este señor vino con muy malos aires y le quitó de mala manera la copa de la bandeja a la camarera y se la llevo a la cocina parecía que con intención de montarle el pollo a alguien, a los minutos vimos desde fuera cómo se comía el helado cosa que a nosotros ni nos va, ni nos viene solo que lo vimos raro después de quitarle la copa de esa manera su compañera de la bandeja . Mi marido le dijo "perdóne me falta una cerveza" y de muy mala manera le contesto no te falta nada porque no me la has pedido, ahora que me la has pedido entonces te faltará, desde nuestra mesa también escuchamos como mandaba a callar a la mesa de atrás, diciendo ¡si no se callais no puedo apuntar lo que no quereis!, me parece fatal ir a comer un sitio y tener que pagar y no poco por aguantar comentarios así. Me da mucha pena pero no tengo ningunas ganas de volver a este sitio pensando en que me fuera a atender este señor.

He visitado muchas veces este lugar. Precioso entorno rural lleno de paz y calma. Los camareros muy profesionales y el servicio rápido. La comida riquísima como siempre, sin embargo, apenas pudimos comer por la cantidad de avispas que teníamos encima... nunca nos había pasado antes... pienso que algunos dispositivos para ahuyentarlas estaría bien y la estancia sería perfecta. Sé que es un lugar de campo y es normal que haya insectos de este tipo pero, literal, apenas pudimos comer. Por lo demás decir que el servicio es maravilloso y que la comida está buenísima.

Un restaurante donde se está relajado con una cocina excelente. Personal amable y atento. Lo recomiendo al 100% Iremos este fin de semana de nuevo

Repetiré, buena comida, excelente servicio, en especial de Parra. Lugar para ir tanto con niños como sin ellos, ya que tiene un parque para ellos, hay animalitos y es un sitio enorme y acogedor a su vez. El caminito para llegar esta un poco escondido, pero es un gran descubrimiento. Sin duda un lugar que debes conocerComida: 5/5

Reservamos para comer y al llegar sorpresa que estábamos sólos. Comida rica pero algún plato que pedimos nos podía haber aconsejado el camarero e indicarnos que se podía compartir al ser abundante. Para estar sólos tardaron bastante en sacarnos la comida. Lugar muy bonito y agradable.

Hemos visitado en varias ocasiones este restaurante. Buen espectáculo de música en directo. Buena comida pero servicio muy muy bajo. Pidieron disculpas alegando los camareros nuevos... Pero a la hora de pagar la cuenta era por un servicio excelente. Los usuarios no debemos de "pagar" las prácticas de los nuevos.

TOTALMENTE RECOMENDABLE. Cenamos súper bien, la calidad de la brasa es espectacular y no había comido un chuletón de vaca vieja madurada tan bueno antes. Mi pareja pidió el Solomillo y, literalmente, se deshacía en boca. También comentar que de entrantes, las gambas al ajillo y las croquetas son OBLIGADAS si vais. El trato de los camareros EXCELENTE. Repetiré sin duda.

El rancho blanco es un restaurante cerca de San Miguel de Salinas donde los platos principales son la carne. Las vistas son inmejorables, todo verde en medio de la naturaleza y la comida también muy buena. El servicio muy amable y detallista Recomiendo la carne con ajillos, espectacular!