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Reseñas, información para Regma

Regma

Sobre Nosotros

Empresa de tradición repostera y heladera en Cantabria desde 1933. Helados, pasteles y café...Tres buenas razones para compartir un buen momento.

Historia

Con un buen helado… con un buen pastel… con un buen café. Tres momentos y una única razón, Regma donde la calidad es superior. Y es que si hablamos de tradición repostera y heladera en Cantabria es obligado referirnos a ella. Su origen se remonta a 1932 cuando Marcelino Castanedo Miera decide hacerse con la propiedad de una heladería en venta en la calle Hernán Cortés (Santander) regentada hasta entonces por unos italianos. Marcelino conocía muy bien el sector, antes de decidir emprender se dedicó al frío industrial. El conocimiento adquirido le hizo poner en marcha un negocio renovado, marcado por sus firmes ideas. Desde el principio su máxima preocupación se fijó en elaborar productos de calidad, utilizando únicamente ingredientes naturales. El nombre fue otra de las decisiones más tempranas a tomar. Como buen amante de lo tradicional y de lo suyo, Castanedo fusionó el nombre de sus dos hijas (Regina y Margarita) resultando la marca Regma.

Desde los inicios el éxito acompaña a Castanedo quien poco a poco va reinventando el negocio con la introducción de nuevos productos. Quién no recuerda los ‘pinochos’, un polo con forma de la nariz más famosa del mundo infantil, o los cortes de nata. Ya en 1961 se incorpora al negocio familiar su único hijo varón, Jesús, a quien Marcelino le enseña el secreto del buen hacer para poder jubilarse sabiendo que Regma está en buenas manos. Para aquel entonces la empresa ya contaba con las líneas de helados, frío industrial y confitería y varios puntos de venta abiertos.

A pesar de la evolución que ha sufrido el sector alimentario, Regma continúa siendo fiel a su filosofía inicial con la calidad del producto y la composición y sabor tradicional de los mismos como máximas premisas. A día de hoy, Regma está regentada por la tercera generación. Jaime Castanedo, nieto de Marcelino e hijo de Jesús, es en la actualidad la cabeza visible del negocio. Cuentan con veinticinco heladerías, siete confiterías y cinco cafeterías. Además de en diferentes rincones de Cantabria, Regma tiene presencia en Gijón, Llanes, Aguilar de Campoo y Ribadesella.

Impressum

Regma



"Con buen tiempo la hora de cierre podría atrasarse.Empresa de tradición repostera y heladera en Cantabria desde 1933. Helados, pasteles y café...Tres buenas razones para compartir un buen momento."
Dirección: Barrio La Llosuca, sn. Carretera 240. Revilla de Camargo, 39600 Camargo (Cantabria)
Teléfono: +34 942 33 28 00
se.amger@noicacinumoc
Ciudad: Camargo
Ruta: Barrio La Llosuca, sn. Carretera 240. Revilla de Camargo
Código postal: 39600



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Reseñas
Soy cliente habitual, atención y producto impecable, como siempre. Sin embargo últimamente es difícil encontrar sitio en el interior. Voy con ni madre octogenaria y fuera hace demasiado viento o sol. Me ha sucedido esto en días y horas diferentes, y es una pena porque no me queda más remedio que irme a otro establecimiento. No valoran la opción de ampliar el espacio interior??
Es la segunda vez que acudo a merendar o tomar un cafe y la atención es bastante pésima, ni miran a la cara y parece que se les está molestando por estar allí. Incluso hacen comentarios estando el cliente delante. Es una pena que no haya profesionalidad ,cuando echando una simple sonrisa todo el mundo estaría más a gusto. Gracias.
Últimamente han bajado muchísimo el servicio y la calidad de los productos. Las últimas tres veces que he ido he pedido en dos ocasiones una tosta de tomate y aceite, el pan estaba tan seco que al costarlo se deshacía, en otra ocasión pedí un croissant a la plancha y lo mismo, se desmigaba al cortarlo. Además las camareras están constantemente hablando a voces entre ellas, a veces exageradamente alto y a veces hablando mal de otras compañeras, resulta incómodo.
No es la primera vez que vamos dado que esta junto con la heladería es un sitio para poder tomar helado o café/infusión etc. El trato por parte de l@s camarer@s muy bueno. Unos cafés con helado exquisitos,los pasteles muy buenos. Para destacar el aparcamiento y la terraza.
Quizás sea que voy a ultima hora... siempre, pero tienen muy poca variedad en pastelería . Eso sí, están muy buenos. En cuanto al ambiente, la verdad es que no anima mucho a quedarse. Los empleados, muy agradables.Comida: 5/5
Nos acercamos ayer a tomar un helado y un cafe, y han subido los precios desorbitadamente, un helado ha pasado de 2,80 a 3,20 cuando ya lo habian subido 40cts este verano pasado y un cafe solo a 1,60€ y tienes que ponerte a la cola a por el, que no tienen servicio de mesa. Precios desorbitados para estar en un poligono en en Revilla de Camargo
La atención es pésima. La única persona que ha sido agradable siempre ha sido el encargado. Camareras antipáticas y desagradables. No se cortan un pelo para mirarte mal. No hay servicio de mesa. Han subido el precio de los cafés, 1.70 grande y 1.50 mediano. A veces los hacen ricos a veces no se pueden beber, depende de quién te lo haga. Hemos venido cuándo no había clientes y las mesas de fuera estaban sucias. Menos mal que los helados están ricos y son baratos.
Desde hace años compramos los roscos de Reyes allí, desde la pandemia decidimos que era más cómodo que nos los trajeran a casa la vísperaya que recogíamos siempre a primera hora.. y tenia pinta que los roscos eran del dia anterior y no de esa mañana, por lo tanto era más cómodo Este año hemos pedido el de nata mediano y el seco grande, el de kilo y media, una decepción que no hayan traído ni una sola sorpresa, la cara que se les ha quedado a los niños… el rosco estaba bueno, el servicio también bueno.. pero por lo que se paga por los roscos, que menos que meter figuritas para el disfrute de los más pequeños! “Espero” que haya sido un error… y nos haya tocado a nosotros los que tuvieron el despiste pero sería una pena que dejaran de meter figuritas…
Atención pésima, pocas veces me he cruzado con personas que atiendan con tanto desprecio. Las dos camareras son muy desagradables.
Café, bollería y pastas de 10. No puedo decir lo mismo del personal ni de la limpieza de las mesas: en varias ocasiones he tenido que apartar yo el servicio de alguien que había estado antes porque las camareras pasan muy de vez en cuando. Por cierto, de este último comentario se salva el camarero, que es un encanto.
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