Reseñas
Gran descubrimiento. Esmero en la atención y creatividad y cuidado en la comida. Intentando alejarnos de "la franquicia" en que se han convertido los restaurantes situados en los pueblitos de acceso a la estación de Baqueira, decidimos investigar por la carretera que va a Francia. El Portalet está en Bossost en una bonita casa tradicional. No es barato. También se ha apuntado a la moda de la rentabilidad por mesa y cliente y ofrecen un menú a precio cerrado, 44€, que no incluye la bebida, aunque si una bonita jarra con agua. El menú se compone de entrante, principal y postre. Eramos dos y pedimos todo para compartir y así probar diferentes cosas. La carta es sorprendente y muy creativa. No voy a contarla porque se puede ver en la web. Pedimos: Puntalette con kokotxas de bacalao, pulpo y rabo de buey Tartar de atún con remolacha, naranja sanguina, algas y teja picante Impresionante los puntalette y decepcionante el atún pues el marinado con remolacha mataba el sabor del pescado. Como principal: Ciervo con colinabo, ruibarbo, cacao amargo y trigo sarraceno Pularda con pistachos, espárragos en tempura, polenta de pasas y té verde Espectacular la pularda y bueno el ciervo aunque un poco duro quizá debido al corte de la carne. Postre: Galleta de ricotta, piña a la brasa, caramelo salado, citronela y helado de yuzu Chocolate, hojas crujientes de maíz, oliva negra, bayas de timur y sorbete de casis-remolacha Buenísimos ambos, sobre todo el helado de Yuzu. Aparte de lo pedido, nos sorprendieron con diferentes aperitivos: Brioche de pato y mostaza de hierbas Croqueta de parmesano, miel, y ras el hanut Crujiente de tapioca tahini, yogur y anchoa Galleta de albahaca con salmón marinado y tamarindo Y al terminar aunque no pedimos café, tampoco incluido en el menú, nos trajeron unas almendras garrapiñadas. Muy buena experiencia. Un local bonito, tranquilo, en el que disfrutar de una íntima velada. Volveremos.
De los mejores restaurantes de la zona. Dispone de menú corto y largo con buenos precios que va variando a lo largo del año. Mejor reservar porque suele estar lleno. Trato del personal espectacular
Parada obligatoria para cualquier amante del buen comer y la cocina de vanguardia. Recomendable ir en grupo y elegir una selección variada dentro del menu de dos platos. Especialmente destacable entrante, principal y postre: 1 Brioche con apio de nabo - recomiendo mezclar y aprovechar la explosión de sabor con el jamón y langostinos 2 Corvina - suave y bien acompañada con la personalidad de la morcilla 3 Cuajada de limón - OBLIGATORIA incluye también virutas de queso que lo convierte en un final top. Dejo tambien fotos de todo.
Salón decorado con muy buen gusto y estilo industrial. Carta original, aunque solo hay dos tipos de menú con un precio estipulado cada uno. Variedad de platos trabajados, completos, al estilo de cualquier restaurante que pertenezca a la guía Michelín. Un dato a destacar y que en mi opinión les faltó para ser una experiencia top es que cuando pides consejo para pedir un plato u otro, sean más cercanos y te expliquen algo más detallado cada plato, dado que no es el típico sitio de pollo con patatas.
Simplemente espectacular. Grandiosos platos tanto en los entrantes como en los principales. Para mi gusto el punto a mejorar son los postres, demasiada elaboración y al final mezclan demasiados sabores. Excelente carta de vinos, donde me gustaría ver alguna variedad más de vinos de burdeos tipo Saint-Estephe o Pessac-Léognan La atención en sala magnífica, gran servicio.
Muy bien atendidos.... Una muy buena experiencia al paladar y los sentidos..... Altamente recomendable .... El precio calidad precio muy bueno...... Repetiré en este lugar seguroComida: 5/5
El sitio que más me gusto de nuestra visita al valle de Arán, el menú cuesta unos 40 euros e incluye unos aperitivos de la casa, entrante, principal y postre. Cocina moderna con platos muy elaborados que incluyen ingredientes que aparentemente no suelen ir juntos pero que casan muy bien. Cuentan con parking propio, el servicio y la decoración van a la par de la comida. No me extrañaría si recibieran una estrella michelín de aquí a un tiempo.
Uno de mis preferidos del Valle. Platos de temporada con toques de autor. Dejar un hueco para los postres que son muy .
Intentamos venir 1 o 2 veces al año. Platos distintos con creatividad pero que a la vez permiten saborear todos los ingredientes del plato. Servicio muy atento, local agradable. Hay que ser abierto de mente gastronómicamente hablando ya que no encontrarás platos básicos. Dos propuestas de menú cerrado, entrante + Carne o pescado + postres, o Entrante + carne + pescado + postres Para nosotros el corto es más que suficiente. ¡Seguiremos repitiendo!
Local bonito y bien ambientado, un pelín ruidoso. Las sillas de madera incómodas. La comida original, de calidad y correcta, quizá de cantidades un poco escasas. El servicio en general ágil y amable menos una señora bastante seca. Es correcto pero no repetiría.
