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Reseñas, información para Restaurante Casa Paco

"Parking gratuito entrada por calle barranc 6"
Dirección: Benimantell
Ciudad: Benimantell


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Reseñas
Hemos pasado una agradable tarde comiendo en familia en el jardín del restaurante casa Paco, las croquetas caseras eran muy buenas, el queso frito también, el arroz al horno bastante bueno aunque me hubiera gustado probar la paella mixta pero es bueno saber que hay que encargarla con antelación, nos lo explicó el camarero majo que nos atendió. El menú degustación está a 25€. Buena opción para probar un poco de todo. También tienen parrilla para los que prefieren comer carne. Todo genial y el entorno, maravilloso sobre todo en ésta época del año.
Lo descubrimos de casualidad después de dar la vuelta circular corta del pantano de Guadalest. El trato fue maravilloso por parte de todo el personal y el menú degustación delicioso y copioso. Las 5 se las merecen el personal, el enclave y la calidad-precio del menú degustación. He de decir que el arroz al horno de mi madre me gusta más pero para aquellas personas que no lo suelen comer, este del menú degustación está muy bien.
Buena comida en lugar muy agradable. En la terraza corría bastante el airecito y no hemos pasado calor en ningún momento. Los precios son bastante asequibles. Hemos cogido el menú degustación de 25€ por cabeza con arroz con costra no estaba en el menú pero lo puedes meter y nos hemos quedado muy satisfechos hemos tenido que pedir parte del arroz para llevar porque no podíamos más. El menú degustación incluye: -Pan con Ali olí -Encurtidos varios -Sobrasada con miel increíble -Salazones variados -Croquetas -Queso frito con mermelada de fresa delicioso -Arroz a elegir con costra muy muy rico. - Postre. Como éramos 4 nos han puesto un mix de postre para que probemos de todo. Los camareros muy agradables, y el trato muy bueno. ¡Volveremos sin duda!
Hemos estado de comida de grupo 6 adultos y 6 niños. Nos han sentado en una mesa que estaba muy cerca de la salida de la chimenea de la parrilla donde asaban tal y como se puede ver en la foto. Eso ha hecho que buena parte de la comida hayamos estado incómodos y ahumados tanto adultos como niños. Hemos preguntado al dueño si nos podían reubicar, pero dentro estaba lleno, y bajo de las escaleras no han querido por varios motivos vagos. Vamos, que parece que bajar unos 10 escalones para servirnos descolocaba a los camareros cuando al parecer en otras fechas sí lo tienen abierto y aunque no lo tuvieran, no creo que se les hubiera trastocado mucho la rutina por hacerlo hoy. Y opino que si hay una chimenea cerca de donde estás comiendo, al menos se debería avisar o preguntar si a alguien le puede molestar cuando se hace la reserva. La atención del camarero que nos ha atendido, atenta y correcta en todo momento, salvo algo de lentitud probablemente por el exceso de trabajo. Del precio, en Google se indica como económico, aunque un plato de arroz entre 12-13 euros y un menú degustacion por 25, yo no lo consideraría como tal. En cambio, los platos combinados de los niños, a 5 euros, sí que eran económicos. La cantidad de la comida, abundante, sin queja alguna. La calidad, buena, aunque la recomendación que nos han hecho, del arroz al horno, no ha acabado de gustar y no es mi opinión, sino la del grupo en general. La olla en cambio, si que ha gustado, aunque el compañero ha pedido si podía ser en forma de una pequeña tapa solo por probarla, y han servido el plato entero, cobrándolo como tal. Los postres, de la degustacion que nos han sacado, estaban buenos en su mayoría. No obstante, valorando la calidad del arroz, la incomodidad del humo y la calidad-precio global, no puedo darle un aprobado.
MUY, MUY bueno. Cantidades generosas y comida casera de cuchara. Todo muy bien presentado. Destacar el menú degustación y la atención del personal. Nos dejaron comer en la terraza con nuestros 2 perros sin ningún problema, hasta nos ofrecieron agua para ellos. Cerquita de guadalest, acabamos aquí porque en guadalest estaba todo completo y la verdad es que fue un gran acierto. ¡¡Para repetir!!
Una terraza con mucho encanto y buena sombra donde nos permitieron estar con nuestro perro. Muy bien atendido por camareros cordiales y profesionales. Disfrute del menú degustación con un arroz al horno realmente bueno. La degustación de tartas del postre es todo un acierto por que te permiten probar todas y no tienes que elegir una, lo que se convierte en un muy buen final de la comida. Muy recomendable si vas de visita a Guadalest pues esta muy cerca 3-4 min en coche.
Fuimos a comer recomendados, y no está mal. La verdad es que en el interior había demasiado humo y en el exterior hacia fresquito. Trato amable y parking propio. Respecto a la comida, las raciones son bastante pobres. El sabor es bueno y la calidad no está mal , aunque en el arroz se les fue la mano con la ñora picada. Pero la pena es que te cobren tanto por el arroz y luego no te de ni siquiera para repetir plato... Es la primera vez que me pasa. Las croquetas de bacalao dejaron un poquito que desear, las de jamón buenísimas, y el alioli también. Pero los precios, tanto del café, como de la comida, me parecieron muy elevados. La casa invitó al final a un chupito, que se agradece.
Nos alojamos en el hotel y decidimos probar para cenar después del exuberante y rico desayuno que nos ofrecieron. Pedimos un sepionet, chuletas de cordero y pan con tomate y ajo aceite. Todo estaba riquísimo, las mejores chuletas de cordero que probado desde hace mucho tiempo. Están hechas a la brasa. Eran grandes y con mucha carne, acompañadas de patatas y esgarraet de pimiento y berenjena. El pan que tienen es único, no había probado nunca uno así. Como detalle de la casa nos invitaron a unos chupitos de mistela. Tienen aparcamiento gratuito.
Hemos comido hoy y hemos quedado encantados, todo buenísimo, buen servicio y buen precio que también es importante. La olleta de Blat, las croquetas de bacalao, queso frito, parrillada, Repetiremos seguro.
Acogedor restaurante en el interior de una casa con una decoración que nos remonta a tiempos pasados. Dispone de una carta sencilla, sin pretensiones, con posibilidad de disfrutar los fines de semana y festivos de su menú degustación por 25 €. Orientada hacia la comida tradicional de la montaña alicantina, probamos su olleta de blat guiso que incluye verduras, legumbres, trigo, huesos y diferentes carnes y embutidos muy bien ejecutada y que recomiendo. Su arroz al horno o el conejo a la brasa son otros platos que no debe obviar el comensal. Mención a parte los postres y en especial sus tartas, algunas fuera de carta. Probamos su milhoja de galleta con chocolate y su tarta de zanahoria, esta última una delicia. Servicio atento y precio correcto
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