Reseñas
Restaurante reconocido en Córdoba por su tradición y su “churrasco”. El local es bonito y los comedores amplios. La comida correcta. El revuelto de la casa estaba rico y el churrasco estaba bueno pero algo reseco al estar demasiado hecho. Disponen también de opción de tapeo en barra donde puedes degustar unas buenas tipicas tapas cordobesas. Relación calidad-precio aceptable. Opción recomendable si te encuentras por la zona antigua de Córdoba.
Lugar que encontramos por una recomendación personal. El restaurante era de una gran belleza aprovechando un típico patio cordobés. En cuanto al trato del personal fue excelente. Recomendaría los bocartes adobados fritos, las berenjenas acompañadas con el salmorejo y el churrasco, todos ellos platos típicos de esta región.
Local de los de toda la vida con solera , comida y tapas deliciosas y las carnes espectaculares. Buenos postres y precio calidad muy bien. La atención del personal de 10 y muy simpáticos, cenamos muy bien y nos reímos un rato con ellos . recomendable. Volveremos sin duda, quedan ya pocos locales así con esa calidad y profesionalidad del personal
Fue el único sitio que encontramos abierto cuando llegamos en tren y la verdad que no podíamos empezar mejor. El trato es genial, los camareros son muy simpáticos y divertidos. Aunque no probamos la carne que recomiendan y de la que son especialistas teníamos más sueño que hambre, pedimos unas habitas con huevo y jamón, patatas a lo pobre y un flamenquin y la verdad que todo estaba muy rico y casero. La próxima vez repetiremos para probar la parrilla.
Tradicional restaurante "de toda la vida" que se encuentra en pleno casco antiguo. Decoración acogedora tipo taberna, que cuenta también con un bonito patio interior típico cordobés Está dividido en dos zonas: la zona de la entrada y de la barra de ambiente más desenfadado donde se sirven tapas y raciones; y la parte restaurante donde solo se sirven platos no se sirven tapas. Son especialistas en carnes a la brasa. Con respecto a nuestra elección: riñones buenos, jamón rico sin ser espectacular, tortilla un poco seca y sosa, croquetas correctas y lo mejor sin duda la carrillada, riquísima! Servicio profesional. El precio de la zona "tapas" es correcto, se come bien por buen precio, aunque me parece una pasada cobrar 3'50 euros por una copa de cerveza ; en la zona restaurante el precio es medio-elevado.
Un lugar imprescindible para cualquier ocasión especial. Calidad excepcional y personal muy cualificado. En las fotos se puede apreciar la calidad del plato ante el cual nos encontramos. Tanto el pescado como la carne siempre inigualable
Lugar muy céntrico una carta variada y de calidad, el comedor es muy acogedor. Personal muy servicial y normalmente necesita reserva pues está muy concurrido. Recomiendo la presa ibérica. Sin dudarlo repetiré cuando vuelva a Córdoba.
Nos recomendaron como sitio típico y las reseñas lo corroboraban. El churrasco muy rico aunque, para mi un poco pasado… El salmorejo cremoso y muy suave y ligero, tomatito de calidad y el revuelto de la casa muy jugoso y generoso para ser media. Nos atendieron y asesoraron genial, empezando por el vino de la tierra, la cantidad en los platos… y un trato fantástico. Al ser Semana Santa nos abrieron por si queríamos ver el paso, ya que por la lluvia se desviaba por allí… Juan Antonio, muy madridista, estuvo muy cercano y agradable. ¡Da gusto con profesionales que disfrutan!
Es recomendable reservar previamente si se opta por comer en mesa y es fin de semana o festivo porque está bastante lleno. Es más económico comer en barra. La comida es de calidad, recomiendo especialmente las croquetas de restos del cocido. Nos dejamos recomendar por el servicio, muy atento, lo que nos pareció acertado. Para los amantes de los postres, recomiendo el brownie, la tarta de queso y el sorbete de limón con cava.
OBLIGATORIO IR. Ha sido una de las mejores experiencias gastronómicas que hemos tenido. Comida tradicional y de verdad. Raciones muy abundantes. Nosotros pedimos patatas a lo pobre con jamón, salmorejo, presa de black angus, presa de cero ibérico... y para terminar crocanti de avellana con chocolate y pastel cordobés. A nosotros nos atendió el camarero Rafael Madero y un 10 no, un 12 la verdad: nos recomendó tanto en la elección del menú, el punto más adecuado para las carnes como en cantidades para no acabar reventando. El local precioso, el servicio rápido y la comida espectacular!!