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Reseñas, información para Restaurante La Scala

Dirección: Plaza de Sa Carrossa 7 , Eivissa (ciudad) 07800, ES
Teléfono: 971 30 03 83
Ciudad: Eivissa (ciudad)
Ruta: Plaza de Sa Carrossa 7
Código postal: 07800


Reseñas
Maravillosa opción en Ibiza! Un oasis en pleno Dalt Vila, romántico, acogedor y con una atención increíbleeeee de todo el equipo! La opción gastronómica es diversa, bien servida y riquisimaaaaaaaa! No dejes de pedir tournedos a las morillas y de postre la tarta de chocolate !!!! Gracias a todos y en especial a quien nos atendió con tanto cariño! Tasio …
Restaurante atendido por sus dueños. Una pareja de un italiano y suizo encantadores. Llevan abiertos 26 años. Ambiente al aire libre de encanto. Debes reservar por teléfono para ir. Es una experiencia muy especial. Pedimos el atún marinado de entrante, el filete de dorada y la carne de vaca. Ambos platos principales vienen con muy ricas guarniciones. Luego de postre, nos recomendaron la tarta de chocolate, que resultó un éxito. Os dejo algunas fotos.
La cena fue espectacular, tanto la calidad de los platos como el lugar en sí, que es precioso y muy romántico. Además los camareros son encantadores. Muchas gracias, fue la mejor cena que disfrutamos en Ibiza.
No teniamos reserva y nos hicieron un hueco. La comida fue bien. Nos invitaron a cava. Relación calidad precio aceptable. Los camareros eran muy serios. El sitio es bonito, y silencioso en relación a los otros restaurantes de la Dalt Villa.
Yo y mi pareja descubrimos este restaurante tan mágico y acogedor situado en una calle muy tranquila y agradable. Personal con excelente trato, detallista en todo momento. Te reciben con una copa de cava innovadora y te despiden un orujo de hierbas hecho por la casa. La comida es de primera calidad, fresca y con muy buen sabor de boca, de dejarte sin palabras. Los postres también son espectaculares. Hemos repetido varias veces y lo volveremos a hacer. Recomendado sin duda
Si hay una visita obligada, cuando venimos a Ibiza, es venir al restaurante La Scala, es lo primero que marcamos con antelación, en nuestro calendario de actividades. Para nosotros es como volver a casa, he ido de soltero, con pareja, casado, con hijos pequeños, con hijos mayores, con mis padres y espero seguir viniendo hasta que tenga nietos…, excelente situación en Dalt Vila, ambiente tranquilo para poder conversar en paz y excelente trato de todo el personal pero en especial Joachim, que pasan los años la primera vez que lo conocimos, hace ya 25 años pero sigue conservando ese buen humor y esa exquisitez en el trato que te hace sentir a gusto. Ayer por la noche volvimos a ir, que de antes del Covid no habíamos podido y lo que os comentaba, como volver a casa, excelentes las ensaladas, con un aliño espectacular, impresionante el Tournedó, el Solomillo y el San Pedro y para acabar de rematar, la tarta de chocolate el cocinero es suizo. Una vez acaba la cena y al día siguiente, te queda una sensación de felicidad y de que ha valido mucho la pena haber estado en el lugar correcto y si es con gente que quieres y que te quiere, se convierte en un momento de felicidad.
No teníamos reserva y conseguimos mesa para dos. Nos invitaron a cava. El pan con ali oli era diferente....tenía unas tiras de zanahoria para huntar y que está muy rico. Los segundos platos tardaron en servir pero estaban bien cocinados. Precio razonable para ser Ibiza.
No tuve la suerte de poder cenar aquí, no obstante nos acercamos para preguntar. Nos atendió un señor muy maleducado, de mediana edad, sin pelo y con un olor un tanto desafortunado. De mala manera nos dijo que nos fuésemos, en vez de disculparse y decir que no disponía de mesas. El peor momento llegó después, una pareja de turistas que parecía no entender muy bien el idioma, se acerco y repitió el mismo proceso que nosotros, al ser preguntados si poseían reserva, la chica dijo que si probablemente sin entender lo que le habían preguntado, lo que al parecer le sentó tremendamente mal al señor maleducado que nos había despachado previos instantes atrás. Tras esto se puso a gritarle a la pareja. Inaceptable, dantesco y ciertamente desagradable. Un trato así JAMÁS se justifica.
Impresionante! El trato de los camareros, la comida también. Tomamos un ceviche de entrante que estaba espectacular y de segundo pescado con una salsa de cava buenísima y unos tornedos de ternera brutales! Sin palabras. El postre de chocolate suizo exquisito también. Buen ambiente, lugar íntimo y romántico, atención excelente.. Todo un descubrimiento!
Un lugar con encanto pequeño y acogedor en Dalt Vila que apetece ir en pareja. La atención fue muy agradable y los platos muy correctos donde si volveríamos por el encanto del sitio
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