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Reseñas, información para Restaurante Parada De Sil

Dirección: C/ Rúa do Barrio 2, 32740 Parada Del Sil, Galicia, Spain
Teléfono: +34 988 20 82 37
Ciudad: Parada del Sil
Ruta: C/ Rúa do Barrio 2
Código postal: 32740


Reseñas
Escapada por Galicia y visita obligada. El restaurante tiene muy buena ubicación y el edificio es una preciosidad. Tanto la comida como el trato fue increíble. Repetiremos sin duda alguna. Relación calidad precio, es inmejorable.Habitaciones: 5/5
Fuimos rebotados de otro hotel que dejaba mucho que desear y no pudimos ganar más con el cambio. El sitio es precioso y nos dieron todo tipo de facilidades porque viajábamos con niños. Es más nos dejamos un peluche y nos lo han enviado, no puedo estar más agradecida. Muy buen hotel.Habitaciones: 5/5
Mi valoración es sólo del restaurante que es donde hemos estado, pero espero en el futuro hacer alguna reserva en el hotel. La comida buenísima, todo lo que probamos nos encantó comimos tres personas por 99€: ensalada Ribeira Sacra, parrillada de verduras, un bacalao y el guiso de jabalí + postre casero: biscuit de higos , acompañado de un mencía de la zona. Eso en cuanto a la comida, del servicio sólo puedo decir: inmejorable. Un camarero atentísimo, a pesar del volumen de trabajo que tenían porque era viernes santo. Repetiremos
Lugar con encanto, platos relación calidad /precio excelente. El edificio está rehabilitado con gusto, es elegante y cálido. Menú variado, cocina y servicio de camarero de diez. El propietario te puede sugerir lugares imprescindibles a visitar en la Ribeira Sacra. Está localizado en la mitad del recorrido por lo que es un buen sitio para dormir y hacer las excursiones hacia la zona de Ourense o bien hacia Monforte. Recomiendo este restaurante y Hotel.
LO TIENE TODO PARA GUSTAR PERO NO GUSTA Local maravilloso en un entorno natural, buena carta con variedad, buenas materias primas, buen servicio... pero la cocina se queda en nada. Cocinar es más que poner los alimentos en un plato, es ponerle cariño, es querer que sientas algo que quede grabado en tus sentidos. Y el cocinero o la cocinera de este local ni lo intenta. Todo cocinado como si fueran piezas de Lego, nada combina con nada, nada suma con nada. Una pena, lo tiene todo pero no. Admisión de niños: Hay espacio de sobra y un entorno abierto Aparcamiento: No hay problema para aparcar
Comimos ahí cuando estuvimos visitando la zona y el mirador de Madrid. El sitio es acogedor y muy agradable. Pedimos una ensalada con castañas asadas que nos sorprendió muy gratamente cómo quedaban las castañas así. Luego tomamos un rodaballo y un entrecot poco hecho que estaban bien. Buena comida para la visita por la zona. Estaba bastante lleno, por lo que es recomendable reservar con antelación
Paramos a comer aquí porque estábamos por la zona y nos decidimos a entrar por las críticas positivas y por ser una rectoral con mucha historia. El sitio es muy bonito y merece la pena visitarlo. El salón comedor es algo frío y la decoración a mejorar… la comida está bastante bien; las croquetas ricas, la cecina lo mejor, las setas al queso de arzua normalitas y el jabalí muy duro, muy buen sabor pero duro. Cuatro personas 115€ sin postre, lo recomiendo por el lugar y poder disfrutar de una comida en una rectoral restaurada y con mucha historia.
Una comida súper rica y de calidad. El personal muy amable y atento.Comida: 5/5
El lugar increíblemente cuidado, la presentación de los platos siempre con detalles, una sonrisa siempre a pesar de haber ido en un día que estaba lleno, con trato muy cercano que sin duda recomendáremos a todos los que visiten la zona, repetiremos!!!Servicio: 5/5
Estuvimos 5 días y no podemos hacer otra cosa que dar las gracias a Jose Antonio y todo el personal. Las habitaciones son muy amplias y están muy limpias, te sientes cómo en tu casa. Te aconsejan y guían para saber qué visitar y qué hacer en la zona, con planos y todo lujo de detalles, mejor que en una oficina de información turística. Los desayunos estaban muy bien, con productos de la tierra, y puedes repetir lo que quieras la amabilidad y simpatía de Carmen es excepcional. Cenamos una noche, aunque entre semana el restaurante estaba cerrado, y tanto la cena como la atención fueron exquisitas. Sin duda una estancia para repetir y aconsejar, tanto por Reitoral cómo por el entorno.
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