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Reseñas, información para Restaurante Sugar and Spice La Manga

Restaurante Sugar and Spice La Manga

Sobre Nosotros

Restaurante crêperia Frances situado en el puerto Tomas Maestre en la Manga del Mar Menor Murcia.
Cocina Francesa y cocina fusíon.

Historia

Restaurante crêperia Frances situado en el puerto Tomas Maestre en la Manga del Mar Menor Murcia.
Cocina Francesa y cocina fusíon.

Dirección: Puerto Tomas Maestre modulo 4 D, 30380 La Manga, Murcia, Spain
Teléfono: 968143297
Ciudad: La Manga del Mar Menor
Ruta: Puerto Tomas Maestre modulo 4 D
Código postal: 30380


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Reseñas
Lo cierto es que puedo entender las reseñas negativas por las esperas están saturados muchas veces, pero a cambio la comida es de lo mejor que hay, las proporciones son muy generosas y el servicio es bueno para los pocos que son. La cocinas es pequeña y seguro que si atienden a menos serán más rápido pero los precios serán mayores y entonces vendrán otras quejas La Rigolette es espectacular, el queso brie es una pasada, el crepé de manzana flambeado… siempre que voy a La Manga voy muchas noches Ser un poco más comprensivos con la espera, disfrutar de la compañía y del entorno
Muy amable la dueña, un poco lentos a la hora de servir y los creppes a mi me gustan con la masa más fina, pero eso es gusto de cada uno,por lo demás muy bien .
Me ha encantado, siempre que vengo por la zona es una parada indispensable. Nos encantan los crepes y tienen una variedad enorme y exquisita tanto dulces como salados. Aparte su carta contiene más variedad de platos, no puedo opinar sobre ello aunque viendo la calidad y sabor de los crepes.... Entiendo q el resto será similar. Un ambiente tranquilo a orillas del mar, buen servicio.
Un sitio maravilloso, mucha gente pone reseñas malas por la espera, pero no tienen en cuenta la calidad y que todo se hace al momento, teniendo en cuenta que lo lógico es estar de vacaciones no entiendo las prisas. Es una delicia esperar con unas vistas de lujo y una atención de 10.
Para mi de la mejor cocina de toda la manga. Todo está buenísimo y un lujo de sabores. Camarero muyyy educado. La dueña excepcional. Los q protestais es en verano, se resuelve con paciencia e ir con tranquilidad... El verano es muy complicado.... Se nota que ninguno tenéis negocios de temporada de hostelería,,, tened un poco de consideración
Comida excelente tanto la ensalada como los crepes con unas vistas del atardecer impresionantes. Eso sí, debes ir sin prisa porque la cocina es pequeña y los platos tardan en salir.
2.30h para cenar.La comida está buena y el precio equilibrado pero la espera y tardanza no compensan. Cocina lenta y personal escaso,tal vez deban planteárselo y dar de cenar a menos personas para obtener un mejor servicio.Íbamos con miedo por la jefa pero no fue para tanto,en ocasiones sonríe. Lugar perfecto para perder el tiempo y echarte unas risas leyendo los comentarios mientras te arrepientes de haber reservado.
Lamentable, mal, señora diabólica al mando que juega con tu tiempo como una película de la saga SAW: vamos a jugar a un juego: Si me caes bien cenarás, sino....morirás de hambre! Si pasas y está lleno, que no te engañe, son los clientes del día anterior que siguen allí. Llegamos sin reserva y preguntamos si tenían mesa, el camarero nos dijo que sí y nos avisó que la comida tardaría en salir. Como no teníamos prisa nos sentamos y pedimos dos vinos, tranquilos a disfrutar de la tarde. La pareja de al lado nuestro, muy amables, nos avisó de que solo la señora tomaba nota de las comidas y que el sitio era lento. Esperamos tranquilamente con el vino y después de una hora, SI UNA HORA, y preguntar un par de veces si nos podían tomar nota de la cena a los camareros y hacerle un gesto a la señora mayor que iba a su ritmo, se acercó la buena señora y tomó nota a una mesa que había llegado media hora después que nosotros. Al comentárselo nos dijo que ellos tenían reserva, aunque por su actitud creo que le sentó mal que le pidiéramos que nos tomara nota. Al ver que todo era un pitorreo y que la mesa de al lado nuestro, aún con reserva, en la hora de reloj que estuvimos allí, no recibió ni un solo plato aunque ya habían pedido, pedimos la cuenta y nos fuimos sin cenar obviamente el vino a precio de restaurante de lujo por cierto, 4,50 la copa de albariño. Una cosa es que el servicio sea lento, y otra es que se rían de ti porque la señora habría que verla, altiva como ella sola. Los camareros bien, bastante tienen con la vergüenza ajena que pasan.
Todo riquísimo! No os vayáis sin probar el café de la amistad, es toda una experiencia. Si quieres cenar tipo 22.00, te recomiendo reservar a las 21.00 y que te vayas tomando algo tranquilamente. Salvo que seas de los primeros en llegar suelen tardar bastante en servir, pero aún así merece la pena esperar. Siempre vuelvo!
El local no vale mucho. Es perfecto para tomar algo y disfrutar de los atardeceres del mar menor.
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