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Reseñas, información para Rocamador - Hotel Monasterio Rocamador - CERRADO

Dirección: Carretera Nacional Badajoz-Huelva, N-435, Km 41, 06171 Almendral
Ciudad: Almendral
Ruta: Carretera Nacional Badajoz-Huelva, N-435, Km 41
Código postal: 06171



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Reseñas
He estado disfrutando de un maravilloso alojamiento en este estupendo monasterio. Se trata de un hotel especial, diferente, nada comparable que haya conocido hasta ahora. La atención ha sido inmejorable por parte de la familia que lo dirige y del personal, tremendamente atentos y siempre disponibles para cualquier atención requerida por los huéspedes. Hemos visitado la bodega de la que son propietarios y degustamos una cata de sus maravillosos vinos. Tuve la oportunidad de conocer a los tres hermanos y espero volver pronto. Totalmente recomendable para un fin de semana en pareja tranquilo
Hemos estado en el evento del año, como fue la boda de mi hermano y ahora mi nueva hermana tambien. Cuidaron cada detalle para que todo saliese a pedir de boca, personal atento y servicial, siempre con una sonrisa. Habitaciones increíbles, cuidados detalles del primero al último. Estilo rústico en medio de la naturaleza, descanso asegurado. Repetiría sin dudarlo. Gracias por todo.
Coincido con la reseña anterior respecto al punto de la comida de navidad. Aunque el personal era muy amable, el servicio y calidad sobretodo de la comida del 25 fue un desastre. Se disculparon verbalmente. Me imagino que tuvieron un error ese día global porque todo el mundo se quejó. Pero al final uno paga por algo y no es correspondido y esto no está bien. El desayuno si estuvo bueno. Por lo demás todo Ok.
Nuevo lugar favorito, desbloqueado. El hotel ha superado mis expectativas, todas las habitaciones son especiales, tienen chimenea, vistas y bañera. Las camas son de 2,20 de ancho por 2 de alto y habitaciones con todo detalle. Además, toallas súper esponjosas. La atención fue de 10, desde recepción, limpiadoras, servicio y demás personal. Nos hicieron sentir en confianza y cómo en casa. El desayuno, súper rico y con todo detalle, atención particular y atendiendo a peculiaridades de cada huésped. Añadir que hicimos la visita a las bodegas y cata de vino. Muy recomendable. Sin duda, volveré a repetir.
El hotel está ubicado en medio del campo entre Almendral y Barcarrota. Es un sitio ideal para descansar, ya que era un antiguo monasterio y las paredes son muy gruesas. La habitación en la que yo estuve tenía su chimenea, ideal para el invierno. Para el verano se puede pedir una habitación con terraza ideal para observar entorno mientras te tomas algo. La entrada al Camino que da al hotel está muy mal señalizada, hay que ir con cuidado para no pasarse la entrada. En cuanto a la comida, no me gustó mucho, platos fríos y no bien ejecutados. Deberían apostar más por productos autóctonos.Personal muy agradable
Las casas rurales de este sitio son muy deficientes. Estuvimos alojados en Tempranillo y Garnacha. Las fotos no reflejan la realidad : cuando llegamos apestaban a barniz, la puerta de la casa no cerraba consiguieron repararla al segundo intento , la puerta del baño nunca cerró . El estado de los aseos lamentables: viejos, bañeras picadas, el agua se salía por todos los sitios , la cortina de ducha del baño ridícula que no tapaba toda la bañera, parecía d e papel, el desagüe lleno de pelos, el extractor no funcionaba, la cisterna tardaba tanto en cargar el agua que había que hacerlo con una botella a mano. El suelo de la casa Garnacha se lo dejaron a medio pintar en estado deplorable. La cortina de la habitación descolgada. En una habitación ni un triste perchero, armario o cómoda para guardar la ropa , y en Tempranillo lo mismo. Respecto a la restauración …. El día 23 llegamos y comiendo a la carta solo dos mesas éramos, tardamos como si estuviese al completo y los platos con mucha patata de relleno y poca carne, de menú de carretera. La cena de Nochebuena tampoco es para repetir , comimos muy despacio,la relación calidad precio es muy baja . La comida de Navidad fue la peor que hemos tenido. Estuvimos 3h . Los platos a destiempo y fríos, la crema de gurumelos era cemento armado frío y excesivamente fuerte de sabor , era de comedor de colegio malo, . Decepcionante. Se salvan los ibéricos que eran buenos y las carrilleras que estaban bien ; los platos de los niños de menú diario de bar, la pluma ibérica mal hecha, el bacalao comible sin más , … la tarta de queso bien, pero no había nada que destacarse por su calidad, simplemente comimos después de 3h , sin apetito , con desgana , sin explicaciones, no había organización parecía que estábamos dentro del programa de Chicote, los camareros de un lado para otro con un desastre en cocina …Solicitamos una tarta para un 80 cumpleaños y era un bizcocho con exceso de trufa y crema de limón ,tuvimos que deshacernos de ella y por la que nos soplaron 30€ y el café de rancho. A la salida del hotel le dimos la lista de todo lo que estaba francamente mal y no tuvieron ningún detalle con nosotros para compensarnos mínimamente por todos los desastres por lo que pasamos. El desayuno estaba bueno, fue lo único decente de todo el viaje y que la camas eran cómodas . Un pena tener un hotel en un entorno tan bonito y que los servicios sean tan de motel de carretera.
El sitio es un muy bonito. En un entorno natural. Se puede pasear y disfrutar de los paisaje. La comida correcta. Todo esta bueno. Pero la valoración de 2* viene por el servicio del camaren@ de sala, muy regular. Larga espera en el servicio. Teniendo que recordar que estamos esperando ya un tiempo excesivo. Y lo peor la falta de información y atención con el tema de alergia alimentaria aún avisando previante. Iba una alérgico al gluten. Nos trajeron un bacalao dorado lleno de pan tostado y al decírselo su respuesta fue el pan se puede quitar teniendo que señalar se trataba de una alergia al gluten no una intolerancia. La cosa podía ser grave. Pedimos que retiratan el plato y no sentó muy bien. Del postre señalar que se pidió una tarta de queso al horno que venía acompañada de un exquisito helado pero totalmente derretido. La presentación no era la más adecuada de un lugar de esa categoría.
Trato inmejorable por parte de los camareros que nos atendieron. Pese al poco tiempo que llevaba el que nos sirvió la comida nos enseño las instalaciones. Muy agradable Comida calidad /precio. No olvidéis probar sus tartas
Nos regalaron nuestros hijos, como regalo de reyes, un fin de semana, dos noches, con una degustación de vinos en la bodega de la que son propietarios también. No pudo ser mejor el regalo, tanto el hotel como la degustación de vinos superó nuestras expectativas. El hotel es ideal para estar tranquilos en un ambiente sereno, en un entorno bucólico, rodeado de olivos, el edificio donde se ubica el hotel, un antiguo monasterio, es muy bonito, nuestra habitación era muy bonita, muy grande, con una cama kilométrica, la disfrutamos y descansamos muy bien. El comedor en la antigua capilla muy bonito y la comida estupenda con precios y carta muy atractiva. Hay que tener apetito para la cantidad de comida que tienen los platos, con productos de la tierra. El servicio muy bueno con personal muy profesional y amable, a la vez que cercanos en el trato, siempre dispuestos a cualquier sugerencia. La visita a la bodega, donde nos explicaron todo el proceso del vino e hicimos la degustación fue también muy buena, con datos y conocimientos del mundo del vino muy interesantes. Los vinos que nos dieron a probar, blancos, rosado y tintos, muy buenos. Compramos seis botellas de distintos vinos a un precio muy razonable. Un hotel para repetir sin duda, buscando la naturaleza, la tranquilidad y a pocos kilómetros de otros puntos interesantes de Extremadura
El lugar está en un antiguo Monasterio a unos 25min de Badajoz. El lugar es muy bonito y muy tranquilo, está muy bien cuidado y se puede venir con mascotas o niños, tienen restaurante y hay aparcamiento privado para los vehículos. El único pero que le tengo que poner es la ubicación, que estando lejos y apartado lo cual NO es un problema, a mi personalmente que fui con el perro y me gusta despertar temprano para ir a pasear, solo tienes aproximadamente 1km ida y vuelta desde la entrada del Hotel hasta la entrada principal que da a la nacional por donde entras pues el resto son campos privados y no tienes esa libertad de poder salir por ahí a dar un paseo más holgado, aunque suficiente para poder pasear y hacer un par de km yendo y volviendo un par de veces. Habitaciones: Las habitaciones son antiguos pesebres/caballerizas reconvertidos en habitación, con ver las puertas lo ves claramente y lo veo super original.
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