La Posada Andariveles es una casona montañesa del siglo XVIII cuidadosamente
restaurada para dejar al descubierto todo el encanto de los nobles materiales
que empleaban los antiguos artesanos: madera de roble, piedra y ladrillo.
Vestida en su interior con todo el lujo del siglo XIX, mantiene, sin embargo,
entre sus paredes, toda la esencia de la arquitectura tradicional cántabra.
Dispone de: Aparcamiento privado, Jardín y ámplios espacios verdes, Salones con chimenea (zonas de lectura, juegos de mesa y TV), Habitaciones todas con baño, calefacción y artículos de acogida, Porches-galería acristalados con vistas al jardín.
Habitaciones especiales con posibilidad de 4 plazas.
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