Taperia Gaston

Fuimos por casualidad y nos llevamos una grata sorpresa. Todo muy rico pedimos 1/2 ración de arroz a la marinera, salmón y el cheesecake con arándanos, a muy buen precio 28€ con dos cañas y muy buen trato. El local es pequeño pero vale mucho la pena, todo recomendado, en especial el cheesecake

Comida elaborada, cocinero y servicio agradable. No hay tapas pero se comparten las medias y enteras. Faltan los precios en una de las cartas

Mal servicio, mala comida y caro El pan estaba duro como una piedra Se lo hicimos ver a la camarera y le dio igual Lagrimitas que perecían bravas y un tartar....

Tapas y raciones generosas a buen precio. El jefe es un fenómeno. Recomiendo la carrillada con reducción al vino tinto y el pastel de verduras. Un 10!

Comida muy buena. Atención super rápida y amable. La camarera era muy simpática y hace buenas recomendaciones. Y los postres riquísimos.

Excelente atención y comida espectacular, a buen precio, en pleno corazón del barrio de Triana.Todo un acierto. 100% recomendable. Algo muy importante COMIDA PARA CELIACOS.

Hubo un tiempo donde merecía la pena venir. Y algunas cosas están buenas, como el flamenquín y sobre todo las lagrimitas, de verdad, están riquísimas. Pero lo que tiene malo, es demasiado malo. La última, tartar de atún con guacamole del mercadona por 15€. No me puedo quejar porque el precio está en la carta. Quién se iba a imaginar esos precios. Los precios ya no corresponden con lo que se come. Con no volver, tengo suficiente.

Después de muchos años he vuelto a este establecimiento y sólo puedo indicar datos positivos. Pedimos flamenquin trianero y arroz negro, ambos espectaculares y abundantes para ser media ración. Volveremos para probar las lagrimitas, provolone con pollo y el tartar de atún. La media ración de lagrimitas que vimos en la mesa de al lado era súper abundante y llamativa, caerá la próxima vez...

Nos sirvieron unos solomillos a la carbonara que estaban bastante pasados de plancha. Cuando le indicamos al camarero/dueño que los filetes a causa del exceso de tiempo en la plancha estaban quemados y eran amargos al paladar, cogió con los dedos uno de los filetes de la bandeja y se lo comió delante de nuestras estupefactas caras de sorpresa diciendo " los filetes están perfectos". El precio no compensa ni por la calidad de la comida, incomible para nosotros, ni por el trato recibido por el mismo dueño. Justo enfrente hay otro bar que, a diferencia de éste, siempre está lleno. Juzguen ustedes.

Aunque la comida está bien hecha y la atención es buena, desde el primer momento la carta es desconcertante desde que el rótulo del local se denomina como "Tapería" y la carta apenas tiene 3 ó 4 tapas, de las cuales no le quedaban ni una. El resto todo eran medias raciones. Por otro lado, la decoración no es la mejor, y en las mesas más cercanas a la puerta hace frio. Creo que aún están en fase de mejora, pero merece la pena dar la oportunidad. Para ir con grupo está muy bien para comer por raciones.