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Desde la Roma antigua hasta nuestros tiempos se ha venido usando “La Romana” como instrumento para medir el peso de las cosas, aunque hoy día su uso se reduce a determinadas zonas y usos muy particulares. Consiste en una palanca de brazos muy desiguales, con el fiel sobre el punto de apoyo. El cuerpo que se ha de pesar se coloca en el extremo del brazo menor, y se equilibra con un pilón o peso constante que se hace correr sobre el brazo mayor, donde se halla retrazada la escala de los perros.
Aquellos que tenían como oficio el buen uso de la romana se les denominaban “romaneros”. En Tarifa como en cualquier ciudad de la época se controlaba el peso de toda la mercancía que entraba por sus puertas para cobrar el impuesto correspondiente. Curro “el Romanero” fue uno de ellos.
Curro “el Romanero” casó con Felisa y en esta casa de comidas y sus aledaños nacieron sus nueve hijos, todos ellos conocidos como “los Romaneros” aunque una de ellas conservo este mote de una manera especial. Juana “La Romanera” destacaba, según ella, porque era fea, delgada, de ferviente religiosidad y devota incontestable de San Nicolas de Bari al que visitaba a diario en la parroquia de San Mateo. Mujer de sonrisa tatuada y chistosa incansable a pesar de sus miserias. Recorría medio pueblo curando empachos con aceite de oliva ya que poseía una “gracia” especial por haber llorado en la barriga de su madre lo que le permitía las citadas capacidades sanadoras. Juana contrajo matrimonio con “Chan” y enviudo al poco tiempo quedando con treinta años a cargo de cinco hijos lo cual provoco que se convirtiera en “Matutera” como otras muchas mujeres de nuestra ciudad que contrabandeaban desde Gibraltar con manteca, jabones, queso chocolate, azúcar…y otros productos que escaseaban en la época, para sacar adelante a sus retoños.
En este espacio singular situado en pleno casco histórico de Tarifa, podéis disfrutar de una auténtica comida de casa y una atractiva variedad de vinos respirando humildad, cariño y naturalidad, su actual gerente es la quinta generación de esta estirpe y descendiente directa de Juana “La Romanera” por tanto este sello se respira en nuestro local.
Amantes del queso,la chacina y el jamón, pero por encima de todo, del buen vino y el buen comer.Hacemos de la comida casera nuestra especialidad.
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