Reseñas
No sé por donde empezar de la mala experiencia en este lugar. Nos cobraron 25€ por un hummus que era como una sopa con dos trozos de pan duro al lado para acompañar, ensalada de paquete del Mercadona, un arroz malísimo. Nos cobraron una cena con vino incluído y el vino resultó ser botellas de crital del Tiger rellenadas y de garrafa y sin etiqueta. Todavía me duele la cabeza de lo malo y horrible que era y sólo me bebí una copa. Para rematar, el postre que era un bizcocho seco estaba quemado como si lo hubiera hecho un niño. Lugar nada recomendable, comida de mala calidad y atención de la propietaria pésima. Adjunto foto dl “hummus”
Buen restaurante para comer en el barrio. El servicio muy agradable. Recordar que no se puede pagar con tarjeta.
Me gustó la decoración, la comida puede mejorarse
El restaurante es muy bonito y tenían detalles muy chulos ofrecen una jarra de agua en las mesas por ejemplo pedimos un hummus muy bueno pero el arroz estaba muy soso y la sopa sin más. En general la comida no me parecio gran cosa y la carta muy reducida. Una pena, por qué las chicas son muy simpáticas.
Barato, buena decoración y servicio muy amable y atento. La comida es sabrosa, pero tampoco para tirar cohetes. Poca cantidad. Los postres muy reguleros y una carta de vinos muy pequeña de DO catalanes únicamente. No esperéis un ticket o pagar con tarjeta así va el país.
Estafa absoluta. Menudo timo. Entrantes escasos y caros. Cazuelitas con cuatro habas 11€, tres empanadillas diminutas 9€, la ternera en salsa durísima, como una piedra. Y del arroz con bolets y butifarra no hablemos... 50€ para 3 personas, ración ridícula, el arroz hervido la salsa era AGUA, con un exceso de pimienta negra fuera de lo normal Se le caería el bote en la paella, tres trozos de butifarra y diferentes tipos de bolets Los busqué pero no tuve suerte de encontrarlos. El pan divertidísimo, eramos 8 y trajo 5 trozos cortados finitos para que no os lleneis demasiado. El servicio genial, subía y bajaba 200 veces para traer una caña o un plato. Eso sí, el restaurante todo muy cuqui, muy rústico/desordenado/desenfadado/Platos rotos y rajados estilo antiquari. Si eres de los que se deja ENGAÑAR por la cuina de proximitat, km0, etc. adelante, este es tu sitio.
Restaurante acogedor con platos caseros y decoración retro, casi de anticuario de ahí el nombre. Trato amabilísimo y un detalle curioso: en la tarjeta que te dejan con la cuenta te invitan a compartir con ellos "receptas de l'àvia" recetas de la abuela que ellos cocinarán con gusto. Buena calidad de ingredientes y platos cocinados con mucho cariño. Muy recomendable
Luces y sombras. Restaurante pequeñito y acogedor con menú de 14,50e, 4 platos a escoger de primero y lo mismo de segundo. No abarcan demasiado espectro lo cual me parece bien si es comida de mercado y del dia. De primero pude degustar los garbanzos con jamón y ensalada de Quinoa. El primero sencillo pero excelente sabor: garbanzos cocinados no eran de pote con sabor y sustancia, algo grasoso pero muy correctos. La ensalada de Quinoa , bueno dejemoslo con que algo insulsa y sin nada especial . El segundo compartimos un arroz con costilas muy bueno: costillas sin demasiado hueso, coccion de arroz perfecta y gran sabor, nada que objetar. El gran y a mi entender estupido fallo fue el postre que lo destrozo todo... Mil hojas con crema pastelera y "bizcocho" de chocolate. El mil hojas malo no , lo siguente. No se podia comer ni partir de lo pasado que estaba, mas de dos dias seguro Exactamente igual que intentar comerte hojas de cartón. El pastel de chocolate infumable.. Yo me pedi el mil hojas y la camarera iba preguntando que tal todo durante la comida. En el primero y segundo le respondi que todo genial gran sabor y muy bueno. Estaba esperando que preguntara por el postre... LE expuse lo descrito anteriormente y en vez de asumir la culpa, pedir perdon y realizar un descuento o directamente invitarnos por semejante bazofia, a la pobre se le escapo " que raro...bueno te dare uno de hoy" Dios.... Me trajo un simple mil hojas correcto de toda la vida, pero una pena cometer ese error tan garrafal. ¿Si cuela cuela y sino no me la pela?? mala política para un restaurante
El sitio tiene encanto, con mesas y sillas de diferente tamaño. El servicio es bueno y cuidado. Se nota que se esfuerzan para que el cliente esté a gusto. Se agradece el detalle de que te ofrezcan agua de forma gratuita. La comida está muy buena y la materia prima es de calidad.
El local decorado con gracia, la cocina casera con toques de modernidad y muy buena, y la camarera es superamable y muy atenta ademas de encantadora. Los peros: que el precio es alto ya que las proporciones son bastantes escasas....