Entradas a la venta en taquilla (de martes a viernes de 11.00 a 13.30 y de 17.30 a 20.30 h.) o en www.teatrocircomurcia.es
Teatro de vanguardia y apoyo a la producción artística local son dos de los rasgos que caracterizan la programación anual del Teatro Circo Murcia, un espacio cultural dependiente del Ayuntamiento de Murcia que en 2011 vivió su reapertura tras 27 años cerrado. Hicieron falta cinco años de trabajos de rehabilitación, difícil tarea pues el edificio había perdido buena parte de sus elementos fundamentales. Superados tales problemas, Murcia ha recuperado un lugar emblemático para las artes escénicas de la ciudad.
Desde entonces, el Teatro Circo Murcia ofrece un programa de actuaciones que comprende todos los géneros y estilos teatrales, desde circo propiamente dicho, hasta teatro en sus versiones más diversas (infantil, dramático, alternativo) pasando por danza contemporánea y música alternativa, dentro de una orientación plural, atractiva y de calidad que sitúa nuestra ciudad en el panorama cultural escénico que merece.
La propuesta artística del Teatro Circo Murcia ha recibido una excelente acogida por parte del público de Murcia, respaldando con su asistencia los eventos que casi a diario tiene lugar en este espacio municipal.
Breve historia del Teatro Circo Murcia
Proyectado y construido por Justo Millán, responde al modelo de edificación de principios de siglo, siguiendo las pautas de los célebres “teatros-circo” que, desde París, se habían extendido por muchas ciudades europeas. El arquitecto, que haría la rehabilitación definitiva del Teatro Romea tras el incendio de 1899, contrajo con anterioridad el compromiso de este nuevo escenario para Murcia, ciudad a la que dio obras tan importantes como la Plaza de Toros, el Hospital provincial o el Colegio San José de vocaciones eclesiásticas.
Ubicado en la céntrica calle Caravija (hoy, Enrique Villar), el Teatro Circo de Murcia se inauguró el 5 de noviembre de 1892. El techo, decorados y telones fueron obra de Sanmiguel. Su propietario, el citado Enrique Villar (empresario que impulsó también la construcción de la Plaza de Toros), le puso su nombre al local, denominándose Teatro Circo Villar. Para dicha inauguración se contó con la compañía ecuestre de Gil Vicente Alegría. En esos años finales del siglo XIX y primeros del XX, el Circo competía con el Romea en su programación. Uno privado, otro público, llegaron a ofrecer la misma obra en sus escenarios por compañías distintas, para que los espectadores juzgaran cuál de ellas era mejor.
Disponemos de una primera descripción del Teatro Circo gracias a la información aparecida en Las Provincias de Levante, el 25 de septiembre de 1891: “El perímetro del local es espacioso: solo ocho columnas (que marcan igual número de ochavas y que miden 32 metros de elevación) sostendrán una elegante cubierta de 40 metros de diámetro […] La obra resulta sólida y sencilla; los que la han visto y aun estudiado los principales circos de Europa, estiman el que se está construyendo como uno de los mejores modelos”.
El Teatro Circo es un espacio que ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de los años. A su uso como teatro y como circo cabe añadir el de veladas de boxeo y lucha libre, espectáculos ecuestres, cine, diversos actos públicos e incluso exhibición de animales salvajes, incluyendo la lidia de “un novillo auténtico, tras cerrar la pista con una valla metálica, para seguridad del público”. También la pista llegó a convertirse en una gran piscina, en donde nadaron las hermanas Benett. La iluminación, que en principio fue de gas, se modificó enseguida a compás de los nuevos tiempos, que exigían la electricidad. Se colocaron también cuatro focos exteriores para alumbrar el acceso al Teatro: uno en la puerta; otro en un rincón de Santo Domingo por donde se podía acceder a la sala; otro en la calle de La Merced, y el último en la torre de Santo Domingo, de cara a la Trapería.
Desde 1908 se habilitó para cine, función en la que, combinada con otros muchos tipos de espectáculos, pervivió hasta los años ochenta. Se cerró de manera definitiva a principios de 1984. De entonces acá ha permanecido clausurado, aunque se diera información sobre posibles nuevos usos, como gimnasio o club social. En 2003, el Ayuntamiento de Murcia se implicó en el proceso de rehabilitación, que concluyó a principios del presente 2011. A partir de entonces, el Teatro Circo ha pasado a ser patrimonio municipal.
Agregue este mapa a su sitio web;
Utilizamos cookies y otras tecnologías de seguimiento para mejorar su experiencia de navegación en nuestro sitio web, mostrarle contenido personalizado y anuncios dirigidos, analizar el tráfico de nuestro sitio web y comprender de dónde provienen nuestros visitantes.. Política de privacidad