Soy Yolanda y quiero compartir contigo los pasos que me llevaron de ser una esposa y madre complaciente a Impulsora de Vidas. Te atreves a darle un impulso a la tuya y salir de dónde estas? La felicidad está al otro lado del miedo! �
Nacemos con muchas cualidades siendo seres únicos, amorosos, bondadosos, inocentes y a medida que crecemos y vamos teniendo vivencias vamos cubriéndonos de una máscara que nos aleja y desconecta de nuestro verdadero ser, de nuestra propia esencia.
En esta vida he vivido momentos muy difíciles, desde la enfermad, una relación familiar complicada, situaciones muy dolorosas, etc. que me han hecho darme cuenta del personaje en el que me había convertido, y buscando mi propia sanación descubrí múltiples terapias que me ayudaron a VOLVER A SER YO.
Hice reiki, meditaciones, flores de Bach, chamanismo, regresiones, registros akásicos… me atrapó tanto este mundo que empecé a formarme en algunas de ellas.
Durante 3 años estuve en un grupo de meditación budista en Sangha Activa a quien debo mi despertar consciente.
También tengo el título de quiromasajista porque me encanta el contacto con las personas, me maravilla lo que las manos pueden llegar a transmitir.
Hice el curso de Graduado superior de Reiki, convirtiéndome en terapeuta y alcanzando la maestría, permitiéndome conocer que una persona es mucho más que un cuerpo físico, cómo funcionan las energías, cómo influyen las emociones en las enfermedades…
Todo esto es sólo conocimiento, que para mí, por sí sólo no tiene valor, sólo son datos, pero los necesitaba acumular para darme confianza en mí misma y creer en mí, y descubrir que al final, todo es sencillo, que cuando uno se permite ser quien realmente es todo fluye y que al final sólo hay una cosa, el amor.
Pero no es mi conocimiento lo que quiero compartir con vosotros, que también, lo más importante para mí es la sabiduría que he acumulado a través de lo vivido, todo lo que he transitado para VOLVER A SER YO.
Mi personaje durante muchos años fue el de una mujer que no confiaba en sí misma, que necesitaba la aprobación de los demás, sentirme querida por las personas de mi entorno, viví la vida de otras personas, hice lo que se esperaba de mí y no lo que mi alma gritaba a través de la enfermedad o estados de ansiedad y depresión.
Todo esto lo hice por decisión propia, nadie me obligó, era mi lección de vida aprender que soy un ser único y especial, que mi cuerpo es perfecto siendo tal y como es, que la gente me quiere por ser YO, que la única aprobación que necesito es la mía, que yo decido en la vida lo que hago, cómo lo hago y con quien lo comparto.
No ha sido un camino fácil, pero ha valido la pena porque HE VUELTO A SER YO.
Os animo a emprender este maravilloso viaje porque no hay mejor destino que TU.
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