Reseñas
El dueño, con un tono prepotente a más no poder, nos ha invitado a irnos del local a un grupo de 10 personas porque uno de nosotros ha TOCADO un televisor. Surrealista. “No me gustas ni tú ni tu grupo”, con unos aires que no se correspondían con la situación. Nos hemos ido todos. Empresarios así sobran.
Este bar... Ay este bar... Que nostalgia me da... Ha visto lo mejor y lo peor de mi, me ha visto intentar ligar con camareras... Caerme de los escalones de la pista... Potar en los baños... PERO! También me ha visto estar con chicas ligando, pasándoselo bien con gente desconocida e invitando a chupitos a toda la barra. El dueño es un crack, cuando era joven nos invitaba a copas y todo. Ahora ya imagino que se jubiló o a saber.
Es un excelente lugar para tomar copas, cerveza, calimocho y leche de pantera, mucho mejor que el chapanda pues también abre todos los días, el ambiente es tanquilo, musca comercial, puedes pedir canciones y hay un futbolín.
La verdad que antes de entrar el portero nos medio obligó a consumir si o si, luego al entrar ya estuvimos bien, pero las copas el refresco no era de botellín, era de botella grande con lo que no tenía gas ni nada. Nos tomamos una copa y nos fuimos. A mí no me gustó personalmente porque eran todo gente de 18-20 años y la gente estaba hasta subida de pie en los sofás.
Pésimo servicio, el puerta es un borde que cobra entrada a quién le interesa en función de sus caprichos. Discriminatorio, sin medidas covid y con un trato nefasto. Teniendo tantas discotecas cerca no merece la pena entrar.
Es el bar más auténtico de los bajos de los bajos de Argüelles. Manolo es un tío de la vieja escuela. Cada vez que vamos nos trata genial. Es un lugar de referencia y un clásico de Madrid. La fama que tiene es porque no deja entrar a gentuza, y por eso siempre hay un buen rollo cojonudo.
Un buen pub de los bajos de Argüelles que siempre suele estar vacío al principio de la noche, la gente suele entrar a partir de la 1:30. Los precios son los mismos que los de los otros garitos de la zona y es más amplio que el resto un detalle importante. Totalmente recomendable.
El anciano del dueño te quita los cubatas cuando aun queda la mitad y al puerta del sitio le faltan 2 veranos Cuando pongan luz en el WC y pestillo subiré mi crítica
Sirven la consumición en vasos de plastico REUTILIZADOS los cuales simplemente enguajan, sirviendote además cerveza de litrona de baja calidad. El dueño avisa a un "compañero" que sin saber porqué se coloca a nuestro lado y nos hace grabaciones, a saber con que fin. Y si hablamos de la falta de aseo del personal no acabamos. Un paseito de sanidad no vendría mal por el local.
El portero de este lugar el sábado a la noche SIN NUNGUN MOTIVO, agarró desde atrás a un chico que salía del bar y le empezó a pegar trompadas. Espero que el bar ponga inmediatamente a disposición el nombre y demás datos de esta persona para que pueda hacer la denuncia.