Reseñas
Cena muy rica la que tuvimos en este sitio, con una excelente ubicación en plena calle principal del barrio de triana. El camarero muy atento y amable con nosotros en todo momento. La comida estaba muy rica, las tortitas de camarones nos gustaron mucho.
Comida riquísima cerca del puente de Triana, el camarero muy simpático y muy atento al especificarnos que comidas eran más típicas para probarlo todo a buen precio, bar con ambiente taurino en su decoración. Para repetir más de una vez.
Ubicado en plena arteria de Triana, la Alboreá es de las mejores opciones para el papeo en esta calle tan transitada. Una amplia casa trianera con varios salones acogedores y fuera, unos veladores envidiables con vistas al mismísimo ambiente trianero. Cocina de toda la vida, menú con las mejores opciones de la gastronomía local. Se come por tapas, raciones y platos. Destacar sus carnes hechas a la parrilla de ladrillo viejo, el pescaito frito y sus famosos mantecaitos. Las croquetas de cola de toro estaban riquísimas, muy conseguidas en cuanto a sabor. El adobo estaba correcto y los chocos me resultó difícil de comer sin aplicar el limón. El personal muy agradable en todo momento, no olvidéis preguntar por las tapas fuera de carta. Buena variedad de vinos de la comarca y un mosto sublime. Volveré.
Somos dos coruñeses que fuimos a comer un par de ocasiones en esta cervecería por recomendación de una chica de la oficina de turismo de nuestro hotel en Sevilla, que era del barrio de Triana. Comimos de maravilla, el pescadito frito, una ración enorme y buenísimo. El tomate con atún muy bueno también. Las albóndigas de choco muy buenas y originales..... Decir que en los 15 días que pasanos por Andalucía no volvimos a corner un pescado frito tan rico. El personal encantador y super amable. Los precios bien, nada caros en relación a lo habitual en las zonas turísticas. Muy fresquitos debajo de la sombrilla con aspersores de agua, que se agradecía por la calor que nos tocó por la zona y a las que nosotros no estamos habituados. Para nosotros super recomendables. No entendemos tanta mala opinión, no nos cuadra con lo vivido durante nuestra estancia.
La comida, pasable, exceptuando el plato de pez espada, que además de que más que plato parecía una tapa grande, estaba muy malo de sabor y además, con mucha grasa. Dos minifiletitos con muchísima grasa y engañando el plato con la ensalada. Con todos los restaurantes y bares de tapas que hay cercanos, no lo recomiendo. No volveremos.
Fuimos a cenar a este sitio en Sevilla un grupo de mujeres y la verdad que la experiencia muy mala. Los camareros, para ser andaluces, tenían muy poco salero, y en algún momento hasta desagradables. Preguntamos varias veces por los tamaños, ya que nosotras al ser de norte puede que varíe la forma de llamar a las cosas o los tamaños. Por más que insistimos en preguntar por este tema para saber si lo que pedíamos era suficiente o no el camarero nos respondía ¨pues un plato, lo que es un plato normal¨ o ¨es un montadito, cómo quieres que sea, pues un montadito¨. Una de las tostas que pedimos se suponía que eran grandes para pedir de forma individual, y lo único que había grande era la rodaja de tomate para rellenar el plato. Comimos mal y el tamaño de los platos y tostas que pedimos era ínfimo, nos quedamos con hambre. Otro de los problemas fue la tardanza entre unos platos y otros, y eso que a penas tenía sólo 2 mesas más, que esto ya nos debería haber dado una pista cuando veíamos que los de alrededor estaban llenos. En fin, que ni lo recomiendo ni volvería.
Nos ha gustado, el montaito de pringa riquísimo, los camareros eran simpáticos. Relación calidad/precio esta muy bien. Lo único malo, el baño, estaba sucisimo con papel tirado por todos lados y con la puerta mas bien rota.
Espectacular! La atención de 10 no, de 11. Los platos exquisitos, el personal estupendo. Sin duda alguna respetaremos cada vez que volvamos a Sevilla. Un descubrimiento inesperado. Mis 5 estrellas para ellos
La calidad de la comida deja mucho que desear, las gambas insípidas, las patatas fritas "hervidas en aceite", blandas y flotando. Los chipirones igual que las gambas, el sabor se cayó en el Guadalquivir. Los refrescos botellín pequeño, y el agua de 1/2 litro. Sitio para la caza del turista. Los camareros bien, los aseos hechos polvo. El precio no es acorde con la calidad.
Cervecería típica de Triana. Muy bien situada y con productos de calidad. Pedimos una bandeja de pescaíto frito variado y un par de cañas y cenamos de maravilla. El servicio muy bueno, camareros muy amables. Muy recomendable para probar platos típicos en un establecimiento de toda la vida.