Bache

Un restaurante fusión, con una variedad limitada de carta. No está preparado para grupos grandes, fuimos doce personas e intentamos pedir un plato cada uno y nos dijeron que por la dimensión de la cocina eso no era posible. Por lo que pedimos platos al centro que tardaron bastante tiempo en traer. Además, nos pusieron al lado de la puerta donde hacia bastante frio y la estufa no funciona. Por último, me pareció un poco caro para la calidad de la comida.

Paso casi cada día por delante y no me había dado cuenta que estaba este restaurante hasta que una amiga me lo comentó. Vimos la carta y nos animamos a cenar un viernes noche. Variedad de platos todos muy originales de sabor. Todo lo que pedimos, aconsejados por el señor gaditano, estaba buenísimo. El local tiene pocas mesas en dos pisos. Recomendable reservar. Todo el personal es muy atento y simpático. Sin lugar a duda, regresaremos! Si quieres cenar/comer en un lugar discreto y muy confortable, Bache es tu restaurante.

Sitio con carta diferente e interesante, no es muy amplia pero ofrecen algún plato fuera de carta. Cocina andaluza y asiática. Yo reservé a través del tenedor pero para evitar tener que estar llamando no tenían ninguna oferta. Atención amable y buen servicio. Entre semana no tienen menú. Trabajan con carta directamente. Los platos están buenos, se salen un poco de las típicas cartas tan repetitivas en Madrid. Pagamos unos 27 euros/cabeza por bebida de aperitivo, agua, un entrante a compartir, el bocadillo Japonés, un principal para cada uno con café y té.

Íntimo y agradable. La comida de autor muy buena. Todo servido con orden, en su momento y al punto justo. Me gustan los lugares que saben entender los tiempos de sus comensales. Todo lo que pedimos estaba muy rico y volveremos para probar lo que nos falta. Este es un rincón muy agradable en pleno centro de Madrid.

La comida nos gustó bastante: las gyozas, el bao, el payoyo cake, pero destaco sobre todo la papada, espectacular. Así se lo dijimos a Alejandro, que muy atentamente está siempre controlando que todo vaya bien y se interesa por saber de tu experiencia. El local es bonito y con buen ambiente. El relación calidad-precio, aún sin descuento que fue nuestro caso, es buena. Volveremos. _________________________________________________________________ 2ª visita: Esta ha sido nuestra segunda visita, y mi opinión se mantiene. Buenas ideas de fusión gaditano-japonesa bien llevadas a término. En esta ocasión destacaría las gyozas, el cazón, el payoyo cake y la milhoja. El bao estaba rico, pero bastante escasito de relleno, y al curry thai de raya le faltaba la potencia que se espera de un curry. Buena carta de vinos. El servicio fue estupendo, nos atendieron fenomenal.

El restaurante de Ale Alcántara es un sitio muy agradable a la par que informal, no hace falta llevar corbata :-P donde disfrutar de una cocina creativa con sabores frescos e ingredientes, yo diría, nacionales, aunque con guiños a la cocina fusión. De lo que probé visitado tres veces entre 2015 y 2017 guardo buen recuerdo de las gyozas y del carpaccio de vaca, el sandwich japo-cubano...y alguna otra cosa. Además, no es muy caro, así como el local tampoco es enorme. El servicio no es malo va un poco al 100% pero es que son muy majos y cercanos. Recomendable si no lo conoces. Tiene las 5 estrellas sobre todo por calidad/precio.

Estaba todo muy bien pero por la fama y el precio esperaba bastante más, las elaboraciones me parecieron muy sencillas, la ensaladilla tenía demasiada patata. Puede que tuviéramos mala suerte con los platos que elegimos así que sin duda volveremos a probar más cosas

El local es bonito y con buen ambiente. La relación calidad-precio es buena. De la comida nos gustó especialmente las gyozas, el bao, el payoyo cake, pero sin duda lo mejor fue la papada, que estaba espectacular. Así se lo dijimos a Alejandro, que estaba controlando por las mesas que estaba todo perfecto.

Restaurante andaluz fusión. Espectacular los trigueros ahumados, la ensaladilla de carabineros, el "soft shell crab" y las croquetas. La sugerencia de rabo de toro con salmorejo y el kebache están muy buenos. De postre el lemon pie y el helado de chocolate picante con espuma de romero están riquísimos. La amabilidad y el trato del personal es encantador y muy atento. Sin duda para repetir, muy recomendable.

Bache es uno de esos restaurantes que le dan una vuelta a un concepto casero. La cocina de Cádiz es la inspiración inicial y de ahí a vete a saber dónde. Las croquetas de puchero impresionantes, el sándwich japo-cubano extraordinario, el curry de raya buenísimo, los huevos sobre patatas revolconas con camarones muy ricos, las gyozas de carrillera decepcionantes y los postres que probamos deliciosos. La decoración es como de moderna taberna del sur. El servicio extraordinario en la rapidez y en la amabilidad. El precio un pelín subido para mi gusto, aunque no demasiado, se paga a gusto. En definitiva una experiencia para compartir.