Reseñas
Uno de los mejores exponentes de casas regionales en Barcelona. Antigua mansión de los Güell. A destacar la biblioteca, los frescos del techo y su restaurante. Allí recientemente se ha abierto la oficina de turismo de Galicia. One of the best exponents of regional houses in Barcelona. Former Güell mansion. To highlight the library, the ceiling frescoes and its restaurant. The Galician tourism office has recently opened there.
Disfrutamos de unos platos excelentes de una cocina gallega creativa y bien elaborada como base. Carta corta pero profunda. La oferta de vinos variada y concreta de un nivel medio y ajustada a la cocina. En el conjunto un sobresaliente, destacando el servicio.
La que fuera casa de la familia Güell en plena Rambla Caputxins 35 – 37 es hoy el Centro Galego de Barcelona. Tuvimos la suerte, mi esposa y yo de encontrarnos con su presidente Don Carlos Mandianes, que muy amablemente nos explicó la historia y características del lugar. Tiene también un restaurante llamado Louro, donde poder saborear la cocina gallega, y cuenta además con una oficina de turismo, para aquellos que quieran viajar a la hermosa tierra de Galicia.
Es un restaurante sencillo, con platos básicos típicos de la cultura gallega. Realmente la ambientación es totalmente de pueblo. Hay que subir hasta un segundo piso y la entrada es directamente en el bar, que no tiene sillas y te invita a estar de pie. No está mal para ir a pasar un rato con los amigos si no sabes qué hacer pero ¡no es el sitio para ir a buscar una experiencia gastronómica gallega!
Mi apoyo al centro ante la imposición sectaria de algunas instituciones catalanas separatistas a quitar la bandera galega y Española. Si podemos ayudar en algo, lo haremos. Ánimo a Directiva e os que forman o centro. Viva Galicia Viva España
Realmente se come mal y caro. Consiguen que el ambiente sea asqueroso y la comida mal hecha... Pesimo servicio y malisima comida. Tonicas a 3 € como si fueran un PUB... Siempre te equivocas alguna vez, pero con el centro gallego es pasarse de de frenada. Para llevar u restaurante hay que saber hacerlo y estos chicos parece que no tenian nada mejor que hacer.
Es un lugar limpio y acogedor
La comida esta rica, pero al local le hace falta una reforma. Cambiar sillas y cubiertos que debe llevar allí desde 1975...
no me a gustado nada dicen que servicio de tenedor se paga la mitad cuento chino a salido caro y mal comer 2 personas 40,50€ un caldo gallego que mas bien agua sucia y poco mas TOTAL PARA NO VOLVER
Hemos ido en un par de ocasiones y todo estaba muy bueno, hay que probar la tortilla!!