Reseñas
Lugar pequeño y acogedor. Dentro tienen mesas altas, fuera terraza con bajas y estufas. Vinos manchegos y cervezas artesanales. Carta reducida, pero de buena calidad para picotear algo o cenar. Recomendable las albondigas y la oreja. Además, ponen una pequeña tapa con cada bebida. ¡Personal muy amable!
Acabamos en Bodega Salvaje de casualidad, pero seguro que no tardamos en volver. En cuanto probamos la tapa que trajeron con la bebida, no dudamos en probar más de las que tenían. Las albóndigas de la abuela Gabriela son una maravilla y el machacón muy fresquito e ideal para ahora en verano. Comida hecha con mucho mimo y la presentación de las tapas muy cuidada. Destacar lo encantador que es el camarero joven que nos ha atendido y la pasión que tiene explicándote las cosas. ¡Volveremos muy pronto!
Las mejores cervezas artesanas de Madrid. Sin sin gluten todas pero no cambia para nada su sabor y artesanalidad. La atención es excelente y te regalan tapas con la cerveza muy caseras y ricas.
No sigas buscando! Tienes que venir! Cervezas artesanales, súper ricas! El camarero, lo mejor, te explica todo y las variedades que tienen, se nota que le gusta. Súper amable. Tienes que venir!
Un descubrimiento para los amantes de la cerveza artesanal. Todas sus cervezas son gluten free utiliza una enzima que se come el gluten durante la fermentación, y tiene 5 variedades que van rotando cada cierto tiempo. Buenas y originales tapas también. Precios económicos. Muy cerca del matadero, un must.
Bar de tapas fabuloso, productores de cerveza artesana buenísimas. Muy buena calidad y a buen precio. Muy recomendable sin lugar a duda.
Bastante caro, una decepción. Fuimos atraídos por las buenas críticas y porque tenemos familia manchega, buscando esas recetas que hemos disfrutado en casa de toda la vida. Pues fiasco absoluto. La comida no está mal bien sin más, tampoco para tirar cohetes pero nada justifica la clavada que nos metieron, 23 eurazos como 23 soles por una IPA bastante mediocre y lo dice alguien muy metido en el mundo de la craft beer, un refresco y dos tapas enanas. Que lo puedes decorar como quieras, traerlas en un plato muy pintón y decir que son de lo más caseras pero al final me estás cascando 7 euros por una tapa minúscula y no de langosta, que eran albóndigas y puré de papas con bacalao. Vamos, que no volvemos y mucho menos lo aconsejamos.
Me encantó, el local es pequeñito pero crea ambiente familiar, con camareros que te explican toda la carta de cervezas y de comida. Y además todo estaba buenísimo. Personalmente me encantaron la cerveza de gengibre y la oreja . Recomendadísimo.
Sitio recomendable con su cerveza artesana propia. El servicio maravilloso, el camarero amable que te indica de cerveza.Servicio: 5/5
Ya no es solo que los 5 tipos de cerveza que probamos estuvieran deliciosas, es que encima las chicas que nos atendieron fueron encantadoras y amables, y nos permitieron catar cada una de ellas antes de pedirlas. El local es pequeño, pero igualmente es cómodo, las mesas están muy bien distribuidas para aprovechar el espacio y es acogedor. Todo un descubrimiento.