Reseñas
Las croquetas de calabacín, la carne mechada, los lomos de arenque y las alitas de pollo son los platos que he probado. Algunos de ellos acompañados de unas patatas fritas espléndidas. Esta tienda bar es una reliquia que debe mantenerse. Recomendable, sabiendo que es un bar de barrio escondido y sin ningún lujo y un poco desvencijado.
Pésima comida y mal ambiente tabernero de borrachuzos de barrio. El bar puede tener cierto encanto, pero es importante no confundir lo antiguo con lo viejo, lo clásico con lo destartalado, y la comida "casera" con el pan duro y la tortilla de hace dos dias. No entiendo el aluvión de críticas positivas, de las que uno solo puede concluir que son organizadas por haberse hecho todas prácticamente la misma semana. No repetiremos.
La comida es de calidad. Muy buena chacina y guisos, especialmente albóndigas. Sirve buen pollo frito y alitas. Lo pésimo es el servicio. Lento no, lo siguiente. Y los baños tienen mugre.
Comida casera buenísima. La carne mechada estupenda, el solomillo de cerdo estaba delicioso. Ah, y las patatas fritas son "de verdad", no de paquetes congelados y luego fritas.
Superior. Las tapas son excepcionales y el servicio magnífico. El salón anexo para reunirse es un puntazo.
Buena comida casera, magnífica chacina, pero hay que ir sin prisas. Si vas un domingo no llegas el lunes a tu hora al trabajo, seguro.
Los GUISOS exquisitos. Si buscas sabor tradicional, éste es el sitio. Buenas conservas y surtido de vinos.
Unos sinvergüenzas, nos cobraron 40€ por cabeza por una comida que no valia ni 25. Ademas de que la mitad eran niños. Salimos muy defraudados.
Sitio típico. Tiene un salón anexo, para poder organizar celebraciones. Buenas sardinas acuñadas con tomate
Croquetas caseras, guisos de nivel, manitas de cerdo. Ambiente espectacular. No perderse. Taberna, ultramarinos. Un referente