Reseñas
Equilibrio entre precio y calidad ofrecida.
Pedimos para comer dos bocatas y unas croquetas. Los vasos estaban sucios, se lo dijimos y ni nos lo cambiaron Tardaron en servirnos los bocatas más de 3/4 de hora, y el bocata que nos trajeron tenía el queso moho. Nos lo cambiaron con malas caras. Cuando ya habíamos terminado los bocatas, media hora más tarde le pedimos la cuenta y nos dijo que si no queríamos las croquetas. Le dijimos que no, que llevábamos más de una hora esperando y la señorita nos dice, de malas formas y como si fuese culpa nuestra que se le habían quemado y que por eso no nos la había sacado antes. En más de hora y 15 pienso yo que te da tiempo a hacer más de 2 raciones de croquetas y más cuando el bar está vacío. Pues nos puso las croquetas, cuando ya habíamos dicho que nos íbamos y nos las cobro. En resumen, bar sucio, comida con moho y trato malisimo La camarera sin ninguna gana de trabajar, con cara de pena. No se si estaba en un bar o en un entierro Ah, y al entrar a decirle que el queso de bocadillo tenía moho...casi salgo corriendo de cómo olía. Además, caro
PATATAS FRITAS DEL DÍA ANTERIOR REFRITAS. TRATO LAMENTABLE. Si lo tuviera que describir con una palabra: desastroso. Si con dos: francamente horrible. Llegamos a la terraza 7 personas, preguntamos si le importa que juntemos dos mesas, nos dice que sí con mala cara. Le pregunto si puede entonces sacar una mesa de más, no responde. Sin mediar palabra, entra, y sale con una mesa. Bueno, gracias. Le pedimos carta, nos trae dos hojas Plastificadas recuerdo que éramos 7. 2 de las 4 cosas que pedimos no están disponibles. Trae las patatas bravas, están durísimas, y no están ni calientes, las calentaron en el microondas. Se lo decimos, murmura algo un entendible y se va. Trae los huevos rotos, las patatas nuevamente están duras del día anterior, pero esta vez las metieron en aceite antes de traerlas, vaya. Le pido que por favor se lleve las bravas que no se pueden comer. Al pedir la cuenta, incluye las patatas. Al decírselo nos dice que "nos hemos comido la mitad". Somos 7, hemos pinchado todos a la vez una patata, pues sí, faltaban 7 patatas, porque somos educados y no las escupimos. La chica insistente en que lo paguemos. No volveremos. No lo recomendamos.
Me dieron tortilla en mal estado y aún así la cobraron; los churros los sirven fríos y la atención al cliente es pésima. La camarera que me ha atendido no ha podido ser más antipática.
El bar como pasaje del terror no está nada mal. Solo con entrar ya dan ganas de vomitar, un olor a rancio que ni en la casa de Diogenes huele asi de mal. Bastante caro, mal servicio y camarero desagradable solo con verlo. Las bebidas calientes y sucias. Menos higiene que las bragas de una loca. Creo que los de sanidad deberían hacerle una inspección a este local, Madrid no se puede permitir un bar asi.
Muy mala atencion. Nos enviaron afuera estando todo vacio adentro y despues nos cobro más por estar afuera. El mojito es agua con hierbas y hielo viejo. Los peores 5.50 euros gastados de mi vida.
Una agradable sorpresa. La Bocadillería Cea 27 es una joya de la restauración madrileña. Sus paredes están jalonadas de hermosas pinturas que destacan aún más sobre el precioso verde Lima homenaje al origen de los propietarios de las paredes. Muy recomendable para cenas románticas, comidas de empresa, comuniones o echar una partidita a la tragaperras que siempre está calentita. La campana extractora tiene tanta potencia que se te destaponan los oídos. No dejéis de tender la ropa en el tendal que está por el medio y hacer algo de ejercicio en la cinta que tienen plegada entre las mesas. No dejen de venir.
Fatal, un mojito por 5.50 del que vimos que mezclaron hielo de una máquina apagada y de dudosa vejez. A parte del hielo podrido tenía agua, hojitas y azúcar. La señora que atendía con una cara de depresión que ni animaba a quedarse. Ahorren su dinero que una jarra con agua se disfruta más.
Caí de casualidad a reponer fuerzas. El servicio pésimo y borde "sácate tú la Coca-Cola de la nevera", el pincho lamentable un bol de frutos secos rancios y la tv altísima en un local lleno de cajas. Nunca más.
Poca limpieza en el local. el personal es bastante desagradable. Muy caros para el aspecto que ofrece el bar y el trato al cliente. En la acera de enfrente, mismo precio y excelente trato de su personal