Reseñas
Una cafetería que se ha trasladado desde su anterior ubicación en la calle Don Ramon de la Cruz. El local cuenta con barra y varias mesas. Grandes ventanales que se abren garantizando la buena ventilación del local. Decoración en tonos cálidos, uso de madera de color azul. Muchas variedad en los desayunos: barritas de pan, bollería... Café bueno. Ofrece leche de soja, de avena y de almendras y leche sin lactosa. Un lugar tranquilo para desayunar.
Menú del día normal, tarta de chocolate y galleta deliciosa!!! Todo por 15€
Mal servicio y atención explicó: -Se olvidan de traer los acompañantes de un plato. -Dicen que hay zumo y luego después nos indican que no hay. -Traen un cruasan cuando ya habíamos terminado de desayunar -Al pagar incluyen un café mas de lo que habíamos pedido. Por suerte le pedí que me dejara revisar la cuenta. -Habían mucho niños gritando y lo menos que ellos pueden hacer es pedir educación a los clientes ya que lo padres no la tienen. Entiendo que este una sola persona sola, pero son demasiado malos tratos incluso engaños. Está claro que ahí no me apetecerá desayunar con mi familia en el futuro.
La comida muy buena, casera como debe de ser. La atención espectacular, intentando en todo momento agradar al personal. Muy buen ambiente. Fue por casualidad esta vez. Volveremos.
Pasaba casualmente por la zona y decidí tomar un café y quedé encantada. La chica que me atendió ha sido muy amable, el café estaba cremoso, y el lugar es muy muy acogedor. Repetiré sin duda.
Lo mejor, sin duda, es la bonita decoración del local, ahora aún más con motivos navideños. Tiene una zona para niños, mesas y sillas de madera, entremezcladas con otros materiales, lámparas decoradas con imágenes de cuentos, carteles en las paredes con mensaje.... Merecen la pena sus desayunos y meriendas, aunque también es posible comer o picotear algo durante el día. El pan es una de sus especialidades y también la bollería y las tartas. Hay que pedir en la barra y pagar y después te lo llevan a la mesa. El espacio está bastante aprovechado. El precio es moderado y la atención amable y bastante rápida
Como siempre la gran atencion los caracteriza. Sin lugar a dudas debes conocer este local, muy buenos y variados platos, tanto de menu como a la carta. Precios super solidarios, bueba relacion calidad precioComida: 5/5
Exquisito brunch!!! Lo tienen sábados y domingos y puedes elegir un half Brunch 14,5€ o uno entero 20€. El entero consiste en 2 bebidas y 2 platos salados y uno de postre y el half le quitan una de las bebidas y el postre. Esta buenísimo todo!!! Recomiendo los huecos benedictinos con salmón y las tostadas con tomate. De postre elegí la tarta de zanahoria mira la imagen porque habla sola! Recomiendo reservar
Pedí un vino blanco que no fuera verdejo, no tenían. Pedí entonces un Rioja como el que había pedido mi pareja, se les había acabado. Me pusieron un vino navarro de año diciéndome que era Rioja. Al advertirle de que el vino no era lo que habia pedido simplemente me pidieron perdón pero no me lo cambiaron. A la hora de cobrar 3,50 euros cada vino, lo mismo el cosechero que el crianza. Una vergüenza, gente que gestiona negocios de hostelería sin tener los minimos conocimientos ni la correcta atención al cliente. Comentarios a la respuesta del establecimiento: Cuando pedí un godello no sabían de qué hablaba así que dudo que estén esperando un pedido La tapa no fue de aceitunas ni tortilla, fue un canapé que estaba bastante rico. En ningún momento se me propuso cambiar el vino cosechero navarro que me pusieron y que me cobraron como un crianza. En cuanto al trato no fue precisamente atento ni cordial. Y por último la única intención de esta reseña es describir el servicio y trato recibido por si fuera de utilidad a otros posibles clientes.
La decoración del establecimiento es una maravilla, tiene un estilo rústico chic muy agradable al que hay que sumar los elementos decorativos navideños que le aportan aún más encanto. El desayuno es correcto. Nos sorprendió que denominándose “el kiosco de pan” no ofreciesen más opciones saladas con PAN. Las dos chicas que estaban hoy parecían un poco estresadas, después de ver que mirábamos con atención las pizarras sobre el mostrador para ver cómo o qué pedir, nos sentamos y 10 minutos más tarde nos pregunta “¿están atendidos?”, y a continuación “tienen que pedir y pagar primero en barra”. No es tanto una cuestión de actitud, como de detalle, en mi opinión. Por lo demás, aunque sea por el ambiente y por el maravilloso aspecto de las tartas, le daremos una nueva oportunidad.