El Lagar de la Noria

Hemos almorzado hoy en este restaurante. La comida bien excepto el pollo thai, sabía a puro vinagre , incomible . Nos atendieron 2 chicas y un chico camarero con gafas . El chico vino a recoger y vio que estaba todo el pollo sin tocar , excepto un mini trozo que fue el que probamos pero el plato estaba entero, pregunto si lo podía retirar , dijimos que sí y al momento volvió y nos preguntó que había pasado , si no nos gustó o si estábamos llenas . Le dijimos que su sabor era muy fuerte a vinagre y el mismo nos reconoció que lo había probado ayer y también le supo así , lo que no sabía si era su sabor habitual o de ese día . Quedo en que iba a decirlo a cocina , por lo que intuimos que no se cobraría . Pero si , se cobro y tampoco se disculparon . No volveré

Buen sitio para tomar algo o comer con músicos de la calle de fondo animando. Buena presentación de los platos, buen atendimiento y buena relación calidad-precio. Cómo tiene terraza se puede llevar perro. ¡¡Recomendable!!

La comida es buenísima, el servicio muy bueno y tiene muy buen ambiente! No sé por qué tiene tan baja evaluación, porque nosotros tuvimos una muy buena experiencia! No hagan caso a malos comentarios, vayan y juzguen ustedes mismos! No se arrepentirán.Comida: 5/5

Situado en una de las calles con más encanto de la ciudad y con una gran variedad de restaurantes, el Lagar de La Noria es un imprescindible. Posee una terraza bastante amplia por lo que siempre hay alguna mesa libre. Entre semana disponen de precio menús. Una carta variada y exquisita y un servicio siempre atentos.

Unas papas bravas súper buenas, el trato excelente y me quedo con una ensalada de aguacate y bacalao.Lugar súper bien ubicado y cómodo sin dudar volveremos

Muy buena comida a precios razonables. Las papas bravas Thai me sorprendieron. Repetiremos

Una cena excelente. Sonia nos recomendó unos fuera de carta de primera. El equipo es un 10 en atención. El lugar precioso. Totalmente recomendable. Y para terminar te puedes tomar una copa en su terraza!! Volveremos sin duda

Malísima experiencia. Habiéndonos visto desde el principio, tardaron 20 minutos en venir a atendernos, de mala gana y con mala cara, como si no estuviéramos a la altura del lugar. Tardaron otros 10 minutos en traernos las bebidas dos refrescos. Casi no nos toman la comanda de la comida. Mientras, llegó un grupo de políticos a los que atendieron del 10 desde el primer momento: buenas caras, rapidez, amabilidad estaban en la mesa de detrás, por eso podemos decir estos detalles. La comida de todo ese grupo 8 personas salió antes que los dos platos que habíamos pedido nosotras 2 personas. No venían a ver qué tal íbamos, si necesitábamos algo, mientras que a los otros sí, por supuesto. Actitud clasista y vergonzosa. No recomiendo perder el tiempo en este lugar salvo que vayas vestido de marca, por lo visto. La comida tampoco fue tan espectacular para el precio que tiene. No volveremos, no lo recomendamos y no creemos que sea necesario soportar semejantes desprecios.

Sitio curioso, con buena oferta gastronómica y excelente producto. El problema viene cuando pides que te fraccionen la cuenta todos hemos ido a cenar con más gente y al momento de pagar cada uno quiere pagar lo suyo todo son impedimentos hasta llegar al punto de preguntarme de donde soy y en mi cara una camarera le comenta a otro compañero que se nota que soy de Madrid por el tono chulo, me voy a ahorrar explicar la falta de educación que supone eso sin entrar en la discriminación que subyace en dicho comentario. Me parece inaceptable una aptitud semejante y espero que nunca tengan que soportar un trato similar en ningún sitio en el que decidan detenerse a cenar por un importe tan relevante como son casi 35€ mi parte y eso sin contar que me han colado una consumición que no corresponde y que en ningún momento dije fuera mía. Una lástima porque como digo el producto es excelente pero el trato que recibí fue lamentable y denigrante. Menos comida ecléctica y más cursillos de educación.

Estupenda experiencia! Fuimos la noche del 5 de enero , todas las terrazas estaban llenisimas y los camareros de este resto muy bien organizados no trasmitían ningún estrés, un diez para todos pero especialmente para una camarera de pelo rubio que nos tomó la comanda. Muchas gracias nos hiciste terminar una noche mágica!!