El Rey David Tapas

EL REY DAVID, UN FRACASO DE PROPORCIONES BÍBLICAS Estaba de paso con unos amigos en Sevilla y decidimos comer algo en el primer sitio que vimos abierto… El Rey David; entramos, inconscientes del castigo bíblico que se nos avecinaba… Lo primero que nos aconsejó el camarero fueron los pinchitos, ``Nuestra especialidad de la casa son los pinchitos, lo recomiendo´´ Fue sin duda una advertencia, un toque de atención que el hambre que arrastrábamos nos hizo ignorar. Sin duda si vas a un restaurante y se presume del pinchito de carne como mejor plato mal vamos… Decidimos pedir media ración de patatas bravas, otra media de calamares ``auténticos´´ y otra media de solomillo al diablo. Vayamos por partes… Las patatas estaban apenas escurridas del aceite y mezcladas con una salsa brava con comino, o mejor dicho una salsa de comino brava, porque el comino parece ser la piedra angular del Rey David, usado en muchos de sus platos y ampliamente repetido por mi estómago durante las horas sucesivas a la comida… Vayamos ahora con ``Los calamares auténticos´´ como decía en la carta. Tras probarlos llegamos a la conclusión de que lo de auténtico debía de ser por haber sido el eslabón perdido de la especie de los calamares. Un ejemplar del que evolucionaron según las leyes Darwinistas y que llevaría eones en la cámara. Sin duda, una pieza digna de un museo biológico pero no apta para su consumo en un restaurante. Tras los fracasos anteriores decidimos adoptar una postura más conservadora y pedimos Solomillo al diablo, pensando que estropear un solomillo debía de ser muy complicado… Nos volvimos a equivocar. El solomillo al diablo bien podía llamarse solomillo al estilo David Meca, pues iba bien sumergido en un plato lleno de una salsa mitad agua mitad aceite... La comida y una cocacola 9 Euros por persona. Juzguen ustedes mismos…