Reseñas
La comida está buenísima, hay platos clásicos de la gastronomía española e ibérica y tienen varias opciones vegetarianas. Las porciones son grandes, y han habilitado tanto un espacio interior como una terraza. Aunque no son los más económicos, tienen muy buena relación calidad - precio y aceptan tarjetas de crédito. Esta no es la primera vez que les visito y como nuevamente me gustó mucho, no será la última. Lo único a considerar es que, en días feriados y horarios de alta demanda, el servicio puede resultar un poco lento, así que mejor ir con suficiente tiempo.
Lugar perfecto para tomar algo tanto dentro cómo fuera, te ponen aperitivos, que es de agradecer. Nosotros comimos y todo estaba bueno, raciones generosas y buenos precios. A destacar el trato y la amabilidad del servicio recibido, seguir así.Comida: 4/5
Paré a esperara unos amigos a tomar algo , y la atención de un hombre llamado Carlos, muy déspota y grosero para contestar y responder. No, fue un grosero en todo momento. Pero menos mal. si no llega a ser por un chico moreno dominicano y un Colombiano Jonatan se llama creo, que fue un amor para atendernos en todo momento, súper atento, que le agradezco de personas así sí, tendrían que estar trabajando con ganas, no como la de la persona que está en el interior del establecimiento.
Una pena la atención de los camareros. Estropea todo lo demás. Menos los más mayores, que suelen ser algo más atentos, los chavales jóvenes un despropósito. No son capaces de coger más de una comanda por vez, lo que hace que teniendo que cruzar la calle y entrar al bar para traer la bebida, hagan la espera eterna. Les reclamas y solo dicen espera y esto es lo que hay, literal. La última vez para pagar ni tiempo a sacar la cartera, ni copia ni nada. Tuvimos que mirar en el banco si el pago había sido correcto. Una lástima porque vivimos al lado y nos encanta, pero dudo que volvamos a ir. Tres oportunidades desde que las cosas están así son suficientes.
Terrible e inexistente servicio… pedimos nos van a traer las cervezas y se las llevan diciendo que ya no sirven mas a las 16:30 de la tarde un domingo con la terraza llena… no quieren trabajar… me contestan a la reseña con que estaban desbordados… y que gente se fue sin pagar lo siento por ellos ese no es mi problema que cobren nada mas sirvan cuando hay tanta gente. Lo único que yo se es que el camarero me traía lo pedido 2 tintos y una cerveza y el encargado en vez de dejar que lo sirviese lo mandó de vuelta… eso como cliente no se puede tolerar.
Muy regular. Platos de plástico. No es para salir corriendo pero tampoco para volver. La atención no es mala pero con fallos importantes. Comida fría y recalentada. Si pides la carne poco hecha, te la traen como la suela de un zapato. Si pides un postre y no queda, ni te lo dicen, ni te ofrecen otro. Algunos platos se pueden comer, otros incomestibles. Los baños asquerosos. En fin, una pena, porque el sitio podría ser espectacular.
¿Qué les pasa a los camareros en este lugar? Semblante serio, descortés... parece que les molesta trabajar y como si les costara la vida atenderte... La desgana hecha lugar. Mal vino... Mal trato para con el cliente... En definitiva, si pasas por aquí y sientes algún atisbo de quedarte... pasa de largo!!
La verdad que es increíble que no te quieran atender, es más sencillo que te digan que no! a tengo todo reservado. Domingo 20:00 nos disponemos a sentarnos, habiendo mesas libres y a un lado de la terraza una pila de mesas y sillas y el camarero con muy poca simpatía nos dice que está todo reservado, mi contestación a la cual es solo para tomar algo y nada que estaba todo reservado hasta las mesas y sillas que tenían recopiladas en un lado, vamos que nos han visto que volvamos...
Decepción absoluta. Eso es lo que sentimos cuando nos encontramos que habíamos reservado una mesa para 26 personas y una semana antes nos dijeron que el precio del menú de cada comensal serian 19,5€ y cuando llegamos a la comida nos lo subieron y pusieron dos menús diferentes los cuales antes estaban todos en el mismo menú y pusieron al precio de 21 y 29€, nos sentimos muy engañados y cuando fuimos a hablar con el encargado encima se enfadó contestándonos mal y que si lo queríamos así bien y sino nos fuéramos que ellos atienden muchas mesas al día como para estar con esas, la diferencia de la cuenta fueron 90€ de mas que es totalmente injusto y estoy seguro que de haber tenido otro restaurante de segunda opción, nos hubiéramos ido. El trato de los camareros fue bueno, aunque se tardó como unos 20 min en venir a tomarnos nota de la bebida y los niños estaban ya desesperados, y atendieron antes a mesas que llegaron después que nosotros. La comida en lo general bien aunque hubo platos que según los comensales que les tocaron era para tirarlos, muy decepcionados, y eso que somos habituales, además no pudimos hablar con un gerente para quejarnos, pero pondremos reclamación en consumo.
Fuimos a este sitio a tomarnos algo y la verdad que tardaron bastante en atendernos, cuando nos atendieron el camarero un poco borde para trabajar de cara al público, para colmo fuimos con un cachorro de 4 meses, pedimos un poco de agua para el perro y nos dijeron de malas formas que no podían ponerle agua al cachorro… de todas formas “iba a preguntar” pero no tuvimos mas noticias, los tercios súper caros para que te lo pongan con 3 patatas. Nada recomendable