Reseñas
Un bar situado en una plaza tranquila y muy bonita. Los camareros muy simpáticos y atentos. Cocktails con sabores justos y un equilibrio perfecto de los ingredientes. Pedimos un pollo rebosado , se notaba que era casero todo. Un pequeño oasis en este barrio tan turístico.
He estado en la coctelería Ginger en varias ocasiones. Sólo he ido por las noches. El ambiente es agradable y tranquilo, lo que me ha permitido disfrutar de una velada agradable. El local tiene un aire antiguo y algo descuidado, pero, hasta cierto punto, me ha parecido que ese aspecto le da un encanto especial, como si se tratara de una vieja gloria. Durante mis visitas he coincidido con tres camareros diferentes, y todos han sido amables, tranquilos y super profesionales. Esto me ha dado la sensación de que es un lugar en el que la calidad del servicio es una prioridad. Aunque no recuerdo los precios exactos, debo decir que no me llamaron la atención, lo cual debe significar que no eran muy caros.
Ayer nos llevamos una decepción! Habíamos ido alguna vez y es un lugar tranquilo donde tomar un cóctel, pero ayer tomamos tres mojitos. Bueno, nos dejamos tres mojitos. Para empezar los hicieron en copa de balón, que quizá no sea el tipo de vaso más acertado según los expertos yo no lo soy así que tampoco puedo valorar si esto es correcto o no, el cóctel no sabía cómo un mojito. Quizá estamos mal acostumbrados al duzor pero este en concreto no sabía ni ha ron cubano, ni era dulce. La hierbabuena era bastante excasa! Sabía mucho a soda y a nada más. En fín, si vuelvo seguramente no vuelva a pedir un mojito. En cuanto al local y su decoración, es chulo pero creo que deberían a intentar mejorar el aspecto sin perder el encanto. Bastante decadente y dejado. Espero que la próxima sea mejor.
Quizá los cócteles sean buenos, no lo sé porque se nos quitaron las ganas de probarlos después de una pésima cena. En serio creen que pueden cocinar una morcilla en el microondas? Obviamente el plato se devolvió a cocina. Unas patatas bravas con salsa fría recién sacada de la nevera. Y chistorra con pan duro y seco. El vino y la cerveza eran buenos. Al local le hace falta una limpieza a fondo. O simplemente una limpieza, porque incluso a la tenue luz de las velas artificiales se veían las toneladas de polvo por todas partes. Una lástima, porque es un bonito local en una zona estupenda y con buena música. El servicio correcto sin más.
Restaurante ideal para ir con pareja si quieres un sitio acogedor, romántico e íntimo. Jazz de fondo y una luz ténue. Mesas separadas. Ambiente tranquilo. Para cenar pedimos olivas, la ensalada de aguacate, el secreto ibérico y la tabla de quesos! el último queso bastante fuerte para mi gusto. De postre pedimos la sacher pero parecía más un coulant. Calidad-precio aceptable. Desde luego es un lugar con mucho encanto! Volveremos :
Sitio genial para tomar un cocktail en compañía y en un buen ambiente. El Domingo es un día espectacular por la oferta del Bloddy Mary. Repetimos y aconsejamos.
Uno de nuestros sitios favoritos para empezar la noche en barcelona tiene mucha variedad en cocteles la preparación es excelente los camareros muy atentos y amables sobre todo tenemos pasión por el Negroni y el Manhatan sitio ideal para tomar la primera copa con amigos sin dudarlo.
Muchas veces nos encontramos en el centro de Barcelona y no sabemos donde ir más allá de los sitios de guiris. Si bien hay mucha oferta por la zona, cuesta, en el Barri Gòtic, encontrar un seguro donde comer y beber bien a un precio justo... Pues bien, si os pasa esto, hoy os traemos la solución y os descubrimos una coctelería donde no sólo sirven cócteles de autor, sino que es el lugar perfecto para picar algo y para brunchear los fines de semana: Ginger. Ginger se encuentra en la calle Palma de Sant Just, justo detrás de la encantadora Plaça Sant Just, muy cerca de Plaça Sant Jaume. El local mantiene el encanto de aquellas coctelerías de los cincuenta y los sesenta, con muebles de madera oscuros, mesas íntimas, luz ténue... El lugar perfecto para una cita de pareja, pero también para disfrutar con amig@s. El ambiente lo redondea música jazz, soul... y un servicio de lo más amable que os acompañará si dudáis tanto en la carta de cocktails como en la carta de tapas. Desde fuera el local parece pequeño, parece que sólo cuenta con una pequeña barra y unas mesas íntimas con sillones, pero nada más lejos de la realidad. Si os metéis para adentro, el local se va agrandando, creando pequeñas zonas hasta llegar a un espacio final con otra barra y con una parte superior a la que subimos a través de unas estrechas escaleras de madera para disfrutar del ambiente con mucha más tranquilidad. Allí hay una mesa más grande para grupos que podéis reservar y se convierte en un privado improvisado. En la carta encontraréis gintonics y los cocktails más famosos: mojitos, daiquiris, cosmopolitans... Y otros cocktails marca de la casa, que os recomiendo que probéis y que si no sabéis que pedir os dejéis aconsejar. La carta de comida resulta perfecta para picotear. Encontramos platos frescos y ligeros como carpaccions y tartars y también tablas de jamón y queso, alcachofas, ensaladas variadas... Y platos calientes más contudentes por si preferéis no compartir.
Solo tomé un par de cervezas en la terraza, camareros amables. El interior está muy bien decorado.
Un lugar con un encanto propio y original , me encanta el estilo la decisión y el concepto en si , tienen muy buena calidad de comida y también de cócteles, personal muy amable y atento. Sitio muy recomendado.