Reseñas
Ambiente, música y cócteles un 10 de 10. Sitio tranquilo y pequeño con muchas opciones para beber. Sin duda es un sitio recomendable.
Había venido hace muchos años y me encantó el lugar. Hoy estábamos cerca y decidimos volver. Hermoso, el local es muy bonito, original, auténtico. La decoración inspiradora, te lleva a los años 70-80! Los cócteles deliciosos, recomiendo el ginger garden y la flor de caña. El chico muy profesional y amable. Sin duda recomendamos el bar a visitar si estáis por el barrio o Barcelona.
Una hermosa descubierta escondida por las bellas calles del Gótico. Bueno ambiente, copas llena de encanto y los cocktails tienen una pinta estupenda! Regresaremos seguro!
El bar está muy bien, un pelín caro pero es bonito, tiene su encanto. La carta de cócteles está bien y los camareros muy amables. Un bar con carisma para ir a dejarte la pasta y darte con la puerta al salir
Muy buen ambiente y cocktails
Local pequeñito, ideal para tomar algo. Original y con un aire antiguo que atrapa. Los camareros atentos y amables. Pedimos un cocktail sin alcohol y estaba espectacular.
Sitio curioso, oscuro, íntimo, con velitas, pequeño y dividido en dos partes. A la entrada te encuentras la barra y unas pocas mesas y luego entras y hay una estancia un poco más grande a dos alturas, con más mesas. Fundamentalmente un sitio para tomar cócteles y también puedes tomar pequeñas raciones para picar. Precios medio-altos. Uno de los mejores pisco sour que he tomado en Barcelona. La puerta de entrada es genial. Es como si abrieras uno de esos ascensores antiguos de madera y cristal, en los que tienes que deslizar la puerta hacia un lado para entrar. Éste ascensor tiene una única parada, sales por la otra puerta y estás dentro de este sitio tan original... sin haberte movido.
Lugar pequeño íntimo y agradable. El camarero fue muy amable, un trato excelente con buena música y ambiente. Lo recomiendo si quieres tomar algo con tranquilidad
Un bar musical que con el paso de los años ha perdido la identidad que tenia en el principio de los 80, también perdió su señorio y solo le queda la peculiar puerta que tiene. Para mi ha perdido demasiado por no seguir fiel a su identidad. No lo recomiendo. Y con un poco más de tiempo podría perderlo todo, ó eso esperamos.
Sitio de copas tipico de toda la vida, es pequeño el local pero acogedor, buenos cocteles