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Hospital Quirónsalud Albacete

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Reseñas, información para Hospital Quirónsalud Albacete

Hospital Quirónsalud Albacete
Dirección: Pl. del Madroño, 11, 02008 Albacete, España
Teléfono: 967 24 71 00
Estado: Castilla-La Mancha
Condado: Albacete
Ciudad: Albacete
Ruta: Plaza del Madroño
Número de calle: 11
Código postal: 02008


Horas laborales

lunes: Abierto 24 horas
martes: Abierto 24 horas
miércoles: Abierto 24 horas
jueves: Abierto 24 horas
viernes: Abierto 24 horas
sábado: Abierto 24 horas
domingo: Abierto 24 horas

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Reseñas
A nivel de atención médica en mi caso Dr. Campos, neurocirugía, inmejorable.nPero la GESTIÓN DE CITAS MÉDICAS ES NEFASTA, es imposible seguir un tratamiento continuado debido a la imposibilidad de pedir citas estoy operado y mi médico no me vuelve a ver hasta dentro de 2 MESES para valorar el resultado de la intervención, es una vergüenza.nNula formalidad y profesionalidad por parte de la gestión de citas médicas.
Solo voy ha hablar de mi estancia como acompañante en una de las habitaciones de la planta 2 de este hospital.nAnte todo y para no confundir a nadie, primero dejar claro que la crítica no tiene nada que ver con el aspecto sanitario. Los profesionales de la medicina de la especialidad de cirugía cardiovascular es de lo mejorcito que hay en Europa y tenemos la gran suerte de tenerlos en Albacete y en Castilla la Mancha. Ya he cursado los agradecimientos oportunos a todo el personal médico y de enfermería del hospital a los que estaré eternamente agradecido por salvar la vida de mi mujer. Dicho esto, mi estancia en la habitación 215 de este hospital ha sido pésima y muy frustrante en todos los aspectos. Empezando por las minúsculas dimensiones de dicha habitación para alojar a dos pacientes que tenían físicamente una separación de camas de tan solo unos centímetros y una mampara. Se puede ver en las fotos.nIngresamos tal como un lunes para proceder a la intervención el martes. Una señorita muy amable llamada Juani, nos conduce a la subsidiaba habitación y nos hace una presentación de los servicios que ofrecen para comodidad del paciente. También se ofrece a resolver cualquier problema que tengamos, cosa que no hizo pues resultó no ser de su competencia nada de los que le trasladamos y en lugar de presentarnos a la supervisora nos dio largas y no resolvió nada de los que le dijimos ni yo ni el compañero de habitaciones bueno, si. Nos cambiaron una bombilla y limpiaron el alféizar de una ventana que estaba lleno de tierra. Y es que en resumen de donde no hay no se puede sacar.nnDesde la entrada ya vimos que algo no funcionaba como es debido. Pues al ver que la habitación era bastante pequeña para albergar dos camas pregunte y me hizo el comentario de si venía por privado o por la seguridad social. En los días posteriores averigüé que en la planta segunda tenían habitaciones para pacientes del SESCAM y que había otra zona de la misma planta para pacientes de seguros privados. Esto no sería ningún problema salvo que observe que las condiciones de alojamiento eran mejores en estas otras habitaciones mucho más espaciosas y muchas de ellas con solo un paciente.nEn la 215 físicamente era imposible recibir visitas pues el sofá que tenían y que se usaba para dormir el acompañante, estaba pegado a la cama del paciente y si separabas este de la cama el otro paciente tenía que cerrar el paso al armario de la ropa y viceversa. Cuando ingresó el segundo paciente ya empezaron los problemas y no fueron de conciencia pues tuvimos la suerte de que la familia que entró eran unas excelentes persona. A ellos tampoco le funcionaron las quejas y reclamaciones a la tal Juani, que se paseaba todo el rato con una carpeta debajo del brazo preguntando a todo el mundo si eran felices.nBueno, sigo. El sillón para el paciente estaba tan pegado a a la cama que era muy difícil ayudarle a acostarse o levántate. Yo tenía prácticamente imposible encender la luz de la cabecera sin subirme a la cama. El armario para la ropa era común y no tenía ni perchas. Era grande pero solo disponía de una cajonera a un lado y era imposible repartir las zonas con el “vecino”.nUna mesita con ruedas para colocar la bandeja de la comida que tenía una bandeja auxiliar y poco más.nDe la comida, solo decir que tanto mi mujer como la otra compañera de habitación se quejaban amargamente de lo mala que eran algunos de los platos. Otros parecía que eran mejores y de mejor elaboración. No sé si es un servido externo de catering pues no sé si esta clínica dispone de cocinas.nnEn resumen. Un 10 para el personal sanitario y un 0 para la gestión de la clínica.
Sólo voy a valorar el servicio de cita previa en la app. CERO. Antes, aunque fuera a los 3 o 4 meses conseguías tu cita, ahora es imposible conseguir una cita para ninguna especialidad. NUNCA TE PUEDEN MOSTRAR LA AGENDA. Me pregunto qué pasará si pagas la cita intento con compañía. Servicio pésimo...
Lamentablemente, mi experiencia con la Dra. Lucía Lerma ha sido profundamente decepcionante. Acompañé a un familiar con una depresión severa, tras meses de espera para conseguir cita, con la esperanza de encontrar un trato profesional, humano y empático. No solo no fue así, sino que el comportamiento de esta profesional dejó mucho que desear.nnDesde el inicio de la consulta, el ambiente fue tenso. La doctora nos reprochó que nos había adelantado la cita, como si el hecho de haber hecho un hueco fuese un favor que debíamos agradecer, cuando en realidad respondía a una situación clínica urgente tras una larga demora en la atención. Nos hizo sentir incómodos y como una molestia.nnEn cuanto al tratamiento, expusimos de forma respetuosa nuestra preocupación por la medicación que mi familiar lleva tomando durante más de un año y medio sin mejora alguna. Comentamos que habíamos recibido orientación médica externa que sugería que la dosis era excesiva y poco efectiva en su caso. Lejos de mostrarse abierta al diálogo o explicar con claridad sus decisiones clínicas, interpretó nuestra preocupación como un cuestionamiento a su profesionalidad, y nos respondió con una actitud altiva, distante y carente de empatía.nnLo más preocupante fue la falta de sensibilidad con respecto a la situación emocional de mi familiar. En ningún momento mostró cercanía, ni una sonrisa, ni palabras de consuelo. El trato fue frío, seco, y en momentos rozó la arrogancia. No hubo contención emocional, ni comunicación efectiva, algo fundamental cuando se trata de personas en estados psicológicos tan frágiles.nnCuando le preguntamos por los dolores de cabeza persistentes que acompañan a mi familiar, su respuesta fue evasiva y poco comprometida: “pueden deberse a muchas causas”, sin mayor interés en indagar o valorar alternativas.nnComo acompañante y ser querido de una persona que sufre una enfermedad mental tan dura, me parece imprescindible que los profesionales que las tratan estén no solo clínicamente preparados, sino también dotados de humanidad, escucha activa y empatía. La consulta con la Dra. Lerma nos dejó con más angustia y frustración que alivio.nnNo suelo escribir reseñas negativas, pero creo que es mi deber compartir esta experiencia para que otras familias puedan estar prevenidas y, sobre todo, para que el hospital reflexione sobre el perfil profesional y humano que debe tener alguien que trabaja en salud mental. Las personas con depresión no son casos clínicos aislados: son seres humanos que necesitan ser tratados con dignidad, cercanía y respeto.nnEspero sinceramente que esta opinión sea tomada en cuenta. No se trata de atacar, sino de señalar una carencia importante en un área tan sensible como es la salud mental.
Muy mala experiencia. La chica del mostrador me dio una cita equivocada y, por ese error, estuve esperando más de hora y media para al final no poder ser atendido, ya que la puerta del doctor que figuraba en el papelito no era la correcta. Un auténtico despropósito, más aún teniendo que desplazarme desde otra localidad para nada.
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