Reseñas
Quieren abarcar demasiado. Fuimos para la celebración de un cumpleaños. La calidad y la cantidad de la comida deja mucho que desear, lo único que nos gustó fue un pollo rebozado en semillas. La música en directo estuvo muy bien pero pasamos de eso a tener una discoteca a nuestro alrededor mientras no habías acabado el postre. A la hora de pagar nos cobraron de más ya que al final fuimos menos personas, pero ellos decían que habían servido comida para las personas que habían desde un principio en la reserva.
La noche del viernes 17 de diciembre celebramos la cena de empresa aquí. La música para mi gusto estaba bien pero muy alta de volumen, y los platos principales no estaban muy elaborados. Sin embargo, los entrantes para compartir estaban bien y los postres muy ricos. Yo me pedí solomillo de plato principal que para mi gusto había mucha crema de patata y el solomillo era difícil de cortar y comer, y de postre un coulant muy bueno. Lo malo esque el lugar es un poco pequeño si vas allí a cenar y a medida que entra gente se hace muy estrecho.
Salvo por el espectáculo de rumba este restaurante se salva. La coMida sin más… Patatas fritas sosas y bolas de queso más rebozadas que queso. Además cuando pagamos en grupo faltaba un euro a lo que el camarero nos pidió ese dinero después de pagar semejante dinero. Gracias pero no creo que vuelva.
Llamamos para reservar un jueves a las 22h. Nos dijeron que solo reservaban hasta las 21.30h y les explicamos que a esa hora salíamos de trabajar, que llegaríamos más hacia las 21.45h, tomaron nota. Llegamos 21.50h y habían mesas de sobra, una chica amable nos ofreció la nuestra u otra más cerca del escenario, nos quedamos con la primera porque si no la música estaba muy fuerte y no puedes hablar mientras comes aún así la verdad que el volumen seguía siendo alto y teníamos que hablar fuerte para oirnos. Pedimos algo de picar y hamburguesas. Pido una tortilla de 10€ pensando que quedaría llena y me encuentro una tortilla del tamaño de un puño, a parte de seca. Digo bueno da igual, ya lo compensaré con el postre. Sobre las 23 se acercan a recoger la mesa y le decimos al chico que nos gustaría pedir postre ya que nadie pregunta y para nuestra sorpresa dicen que la cocina está cerrada ya. Con tono de broma le decimos que cómo nos hacen esto de dejarnos sin postre si es un momento meter un coulant en el microondas, pero nada. Aquí aparece el camarero de rizos borde que nos trae la cuenta directamente diciendo que van a cerrar caja. Le explicamos lo de los postres y nos echa en cara que hemos llegado tarde cosa que ya avisamos en la reserva y cenado lento parece que hay que poner un cronómetro ahora, a lo que respondemos que ya habíamos acabado hace rato pero nadie se acercó a recoger ni informar de que iban a cerrar cocina y ofrecer la posibilidad de postre. Pagamos y al levantarnos el camarero borde deja 4 chupitos en la barra habíamos bromeado que ya que nos dejaban sin postre unos chupitos ni que sea, quién no te pone chupitos de limoncello gratis hoy en día?. Total que deja 4 chupitos cuando éramos 5 personas cenando y dice "una de vosotras no está invitada de mi parte". En resumen, comida que no vale la pena, cara y encima camarero que te vacila cuando no tiene razón y se ofende de que le digas las verdades cuando en ningún momento se utilizó ningún mal tono y es parte de su oficio informar del cierre de cocina y preguntar si vas a querer pedir algo más previamente. Es un local de copeo que quiere abarcar de más.
El menu de fin de año deja mucho que desear, no por cantidad sino por la calidad y además toda la comida la sirvieron fría. El precio era correcto de 65€, teniendo en cuenta que una noche como esa los precios se disparan, pero por favor que menos que la comida esté caliente También entraban dos consumiciones durante la cena, copa de cava, uvas, un solo cotillón entre 2 personas un poco triste y una consumición para después en la fiesta. Durante la cena había rumba en directo El ambiente en el local es bueno, después de las 12 uvas el restaurante se convierte en club. Chupito 5€, cubata 15€ y aguas también a 5€…
Fuimos 15 personas a cenar. El ambiente genial. La comida no es lo mejor que vas a comer en tu vida, pero sin más...raciones un poco pequeñas para mi buen comer. Hasta aquí todo Ok, la cosa viene cuando llega el momento de pagar una cuenta de 300 y pico € tal y como se adjunta, se divide y pagamos cada uno por separado, una vez hace el recuento el camarero de lo que hemos pagado nos viene reclamando UN EURO. UN EURO EN UNA CUENTA DE 300 Y PICO EUROS. Creo que sobra decir nada más. No creo que volvamos a GASTAR UN EURO en este lugar.
Comida rica … y lentos de narices!!! Por temas de trabajo fui a comer dos dias seguidos al mediodía. A pesar de que avisamos que íbamos a una hora concreta, que sólo teníamos una hora para comer y que, incluso, ya confirmamos la comanda con más de 2 horas de antelación … se retrasaron como nunca he visto el segundo de los días fueron más de 40 minutos … de una hora que teníamos. Eso si, he de reconocer que la comida estaba rica … pero dudo que volvamos a repetir.
El risotto de Jaleo es uno de los mejores de la zona sin duda La cena con rumba es ideal, súper recomendable venir a cenar con amigos para quedarse a hacer copas luego!!
Hicimos una cena con un grupo de unas 30 personas. Entiendo que es dificil servir a tanta gente pero el servicio estaba perdidisimo. Tuvimos que pedir la bebida varias veces durante la cena, faltaba sitio para sentarnos a todos, la carne estaba tan hecha que parecia una suela de zapato, el coulant salió helado de la nevera, habia unos músicos que cantaban y era imposible hablar o comunicarse con alguien. Y mientras estabamos con los postres empezó a entrar gente a bailar y tomar copas con música a toda castaña. Por último, tomamos una copa y nos fuimos porque había tanta gente que no podías ni bailar ni moverte. En mi opinión, tendrían que centrarse en si quieren hacer cenas o pub pero las dos cosas se quedan a medio camino. La comida estaba bien.
Hicimos la cena de empresa y fue un auténtico desastre ya que estaba reservado desde hacía tiempo y pagado por adelantado. Aún así casi no nos sirven uno de los entrantes porque se quedaron sin y lo peor que al decirlo, la camarera de pelo rizado maleducada y prepotente nos puso en duda. Nos cambiaron ese entrante por una tortilla de patatas ya que otra cosa de la que nos ofrecían a cambio Tampoco les quedaba! Con el postre pasó lo mismo. Añadir también que a medio postre nos dejaron a oscuras para poner la música ya disco. Estas cosas no pueden pasar cuando se paga 50 euros que hoy en día es un esfuerzo. Para colmo la música que sonó casi toda la noche poco comercial! En resumen: ni la comida ni el servicio ni el ambiente estuvo bien! No volveremos nunca!!!