Reseñas
Junto a la Catedral de Tarragona. Muy buena calidad en los platos y estupendamente atendidos. El único inconveniente fue la espera de los platos. Pero todo muy recomendable. Unos 20€ por comensal.
Excelente local, con una encantadora terraza, úbicado justo al lado de la escalinata de la catedral de Tarragona. Cenamos muy bien, todos los platos estaban bien ejecutados y el servicio fue muy agradable y cercano. Nos gusto mucho la ensalada de noodles y el magret de pato. Y también disfrutamos de la brocheta de pollo o de los calamares. Repetiríamos sin duda alguna. Seguir así.
Restaurante a unos metros de la Basílica.Tiene una terraza muy bonita. Los camareros son muy agradables y nos atendieron estupendamente bien. La comida estaba muy buena. Repetiremos cuando volvamos a ir a Tarragona.
En la parte alta de Tarragona, junto a las escaleras de la Seu, se encuentra este restaurante. Un lugar muy hogareña y acogedor. Si queréis cenar en un lugar céntrico y bonito, este es vuestro sitio. Comidas de calidad y buen trato y servicio. Un espacio para disfrutar de la gastronomía de la ciudad. No defraudará.
Lugar excepcional con comida fusion entre lo tradicional y moderna llena de sabor y muy buena, además de tener un menu del día y para niños que siempre es un valor para ir en familia. Con un trato impecable por el personal muy amables, te explicaban la carta si algo no sabias que era. Integrado en la plaza de la catedral, bajando las escaleras, el entorno es agradable para comer en su terraza. LO RECOMIENDO
Reservamos a la 13:30h para poder tener tiempo a visitar la zona de la catedral tranquilamente. Nos sorprendió el hecho de una hora antes y avisando que teníamos una reserva, que no nos dejaran usar el baño, a pesar de que teníamos una urgencia. Aún comprobando la reserva nos dijeron que no podíamos usarlo. Gracias a Dios que otros restaurantes cercanos nos ofrecieron sin ningún problema hacer uso del baño. Una vez allí a la hora de la reserva el trato fue agradable, pero la comida dejaba mucho que desear. Pedimos el menú del día 24€. Mejillones sin abrir y más bien insípidos, el humus bastante rico pero la paella y arroz negro dejaban mucho que desear. Poco sabor y los mejillones y las almejas en gran parte cerrados y con poco sabor. Es un lugar caro para lo que ofrecen y realmente lo del baño nos pareció un detalle feo. Lamentablemente no repetiremos. Espero que se traten mejor a los clientes aún no estando en el horario de reserva.
Sabor agridulce el que nos hemos llevado de este restaurante. Por un lado, y como punto positivo, la comida estaba realmente buena algo escasa, todo hay que decirlo. El vino que nos recomendaron, un garnacha blanca de la zona, excelente. Postres caseros, lo que hay que agradecer, otro punto a favor. Otro punto positivo es la decoración de la terraza, con palmeras, y una localización perfecta al lado de la catedral Ahora vamos con los puntos negativos. Pedimos menú del día, 22€, no es barato según mi opinión. Sobre todo cuando de bebida sólo te entra agua, ni una simple caña o una copa de vino, aunque sea un vino de la casa de calidad inferior o un refresco para los niños que nos acompañaban. No hay que ser tan roña. Segundo punto negativo, de los 6 o 7 segundos, 3 eran arroces, que no tenían a disposición del cliente. Pero sí vimos servir arroz en otras mesas. Es porque no teníamos reserva? O cuál fue el motivo para que nosotros no tuviéramos arroz y otros sí? El tercer punto negativo, y más grave según mi criterio, es que no nos tomaron nota de la comida. Nos sirvieron la bebida y pasados 15 minutos tuvimos que avisar que no habíamos pedido la comida. Se puede entender el descuido, naturalmente, pero entonces, intentad atendernos antes de las demás mesas. Hubo hasta dos turnos de comensales que llegaron más tarde y terminaron bastante antes de comer que nosotros. No teníamos prisa, pero tampoco queríamos estar dos horas para comer. No hubo tampoco ningún detalle al respecto. El servicio fue de todos modos bastante amable y cordial. El último punto negativo, es que no pudimos pagar la cuenta por separado no teníamos cambio y era mucho más cómodo pagar con diferentes tarjetas. Al final tuvimos que solucionar el problema haciéndonos bizums entre nosotros.
Restaurante muy agradable con terraza al pie de la catedral. La verdad es que se come muy bien, con platos de la cocina mediterránea bien presentados e ingredientes de calidad. El servicio es muy bueno, muy rápido y educado.
Bien. Un ambiente agradable en una calle tranquila pegado a la catedral. Camareros muy simpáticos aunque algo despistados a la hora de traer un cubierto que falta, teniendo que pedirlo más de una vez en dos ocasiones o teniendo que pedir agua cuando dejas a la vista la botella vacia... Por lo demás la comida esta bien. El gazpacho muy bueno. El canelón de salmón también. La paella para mi gusto muy bien. No excelente pero decente. Las raciones un poco justas como es el caso del tartar de atún. Y el precio del menú correcto en cuanto al sitio y la calidad del producto.
Buen restaurante, con gran fama en la ciudad, pero con algunos "peros", que para el precio que tiene el menú podría/debería mejorar. En general todo bien, sobretodo el servicio, pero en algunos platos parece que ponen mas esmero en que la presentación sea bonita que no en que el sabor sea genial. Por poner un ejemplo, el tiramisú es muy bonito, pero es demasiado blando y soso. No es mala opción para comer en buena zona justo delante de La Catedral, pero me esperaba más sabor y menos "platos a lo Masterchef"