La Pepita

Fuimos con dos niñas 1 y 2 años que no tuvieron su mejor día y, aun así, nos trataron estupendamente. Comimos de maravilla, buenísimo, con un trato muy cercano y a un precio muy razonable. 100% recomendable, y con un parque al lado para los críos. En la foto, una golosería: coca de chocolate, delicia de las niñas.

"La Pepita" propone platos y raciones muy interesantes, aunque no siempre bien ejecutados. Pretende salirse de lo habitual, lo cual personalmente me intriga mucho, pero hay que reconocer que alguno de sus ingredientes confunde un poco el paladar. Callejeando por el centro, encontramos este local en una plaza de ambiente muy familiar. Por mencionar algo negativo, diríamos que se olvidaron de una segunda copa de vino que pedimos cuando aún no habíamos terminado de cenar. El chico que nos atendió se dio cuenta poco antes de pedir el postre, y no dudó en tomar la iniciativa de reconocer su error y disculparse. No le damos mayor importancia porque nos pareció un muy amable y humilde gesto por su parte y porque, en general, la experiencia fue correcta y agradable. Visitamos "La Pepita" durante el puente del Pilar. No recuerdo cuánto gastamos por persona, pero el precio era del todo razonable.

Un local de tapas en el centro de Tarragona. Después de leer algunos comentarios yo personalmente destacaría la amabilidad que tuvo la chica que nos atendió, fue amable en todo momento y atenta. Probamos varias tapas y todo muy bien. Tiene una terraza muy grande y enfrente una plaza. Volvería sin duda.

No estaba mal y el trato fue agradable, pero los platos que probamos nos cansaron. El sitio está bien localizado, pero la pepita de atún y la ensaladilla nos resultaron muy repetitivos y algo sosos a los pocos bocados.

Comida muy rica y buena cantidad, relación calidad precio muy buena. La camarera una chica super simpática y agradable, sin duda un buen descubrimiento y un buen lugar donde comer o cenar de calidad. Bien situado y decorado con muy buen gusto! Volveremos sin duda!

Una cena muy agradable y una comida muy rica! Recomiendo buñuelos de bacalao con salsa romesco.

Bar en Plaça de Mossèn Cinto Verdaguer, muy cerca de la Rambla Nova. Personal muy amable, simpáticos y atentos, muy buen trato recibido. Cuatro grifos de cervezas, y una amplia carta variada, a precios moderados. Te ponen un pincho con la consumición.

Bien situado. Es un restaurante con una decoración muy bonita; hay mesas dentro y también espacio en terraza. La carta es variada y original; ideal para compartir; la interpretación de raciones clásicas sorprende boquerones o camembert, muy originales en la preparación. Cuentan con variedad de cervezas: IPA, estrella galicia, 1906,... y también sidras Maeloc. El personal extremadamente amable. Aseos adaptados para uso de personas con sillas de ruedas. Precio: muy razonable.

Le doy una estrella porque el camarero ha sido muy amable. Pero es muy caro para la calidad que tienen los platos.

Un buen lugar para comer o cenar de tapas. Buen servicio, amables y buena relación calidad precio.