Reseñas
Muy buena experiencia. Aperitivo de media docena de quisquillas, cuatro cañas, ración de croquetas y dos bocadillos de calamares... 29'-€ Todo muy bueno y las quisquillas exquisitas. Y lo mejor de todo, la sonrisa y la atención del personal.
Tenía un bonito recuerdo de este bar y ayer volví, cometiendo el grave error de pedir una ración de patatas bravas. Al mirar la carta vimos que costaban 8€, así que pensamos “será que están buenísimas”. Pues nada más lejos de la realidad… patatas congeladas, medio crudas y con una ridícula cantidad de salsa de bote. Las cañas bien tiradas eso sí… Pero no volveremos.
20221227. Cuando la camarera no sabe la diferencia entre calamares a la Romana o a la andaluza y cuando la ensalada bastante buena no tiene todos los ingredientes que nos dice.... Mal Asunto. Por lo demás, cantidades adecuadas y unas patatas bravas INFUMABLES pues ni eran patatas ni eran bravas. Enfin.... Trato amable pero no todo lo competente que cabría esperar. Revisar el ticket ya que la carta que tienen en las mesas no está del todo actualizada con lo que te cobran. 2019.09.12 Hacía una "eternidad" que no entraba en la Granja Blanca y , para bien, ha sido y como hacer un viaje al pasado. Aunque el personal seguramente ha cambiado desde entonces, sigue habiendo muy buen rato en el mostrador. Sí se está por el Barrio de las Letras, este sigue siendo un muy buen sitio para tomarse unas cervezas o unos vinos con unas buenas raciones o unos bocadillos. Si esta reseña te ha gustado o parecido útil, por favor, házmelo saber pinchando en "Me Gusta". El simbolito del pulgar hacia arriba. ¡¡¡Gracias!!!
Cuando crees que lo has visto todo en esta vida, viene “Granja Blanca” con sus patatas bravas si es que se pueden llamar así a producirte calambres en las papilas gustativas, porque siendo 100% sinceros, estaban peores que pegarle a un padre. Consistían básicamente en patatatas congeladas y grasientas con una salsa de ketchup ligeramente picante y pueril. Menciones honoríficas: -Pincho de tortilla: Era del mercadona, y de no ser así, el del mercadona está mejor. Cabe mencionar también el estado asquerosamente arenoso de este. -Calamares a la andaluza: Grasientos y un tanto gomosos, como no, congelados. -Ensalada de bonito: tendría más vinagre que bonito. Encima la camarera nos dijo que llevaba ingredientes que al final no tenía. -La camarera: Trato malo, irrespetuosa y monótona, no conocía ni la diferencia entre los calamares a la andaluza y la romana. Creo que no le pagan lo suficiente. En resumen: no vayan, se llevaran una ingrata experiencia.
Deplorable. No dejan sentarse si no es para comer y ni siquiera avisan aunque esté el bar vacío, clientes marchándose enfadados pidiendo la hoja de reclamaciones, al pedir la segunda consumición no ponen nada para picar, se pide un montadito y ponen una tapilla de dos trocitos de pan reseco con dos trocillos de queso mal cortado... 16 años viviendo en Madrid y el peor sitio en que he estado. Sin duda. Una pena.
Típica cafetería de barrio con una atención al público correcta y agradable, con un personal educado y profesional y con buenos productos. Por ejemplo la tortilla de patatas está muy buena, con toda probabilidad la mejor de la zona. No le pongo 5 estrellas porque quizás los precios son un poco altos, aunque también es cierto que, por la zona en la que está, es lógico, pero son cuestiones que antes no eran así, no todo es subir el precio por estar en las inmediaciones del barrio de las letras.
No le doy menos estrellas porque no es posible. Un local donde a las 18h no puedes sentarte en una mesa a tomar algo porque solo son para comer es de risa. No sé te ocurra ir al aseo que igual no sales de ellos. Ahora entiendo porque se encontraba tan vacío. Aunque cada uno lleva su negocio como le parece.Comida: 1/5
El precio estuvo bien, café y tostadas de pan normal con tomate y otro café para llevar 4€, estaban ricas las tostadas pero para mi opinión algo pequeñas. En cuanto a la atención de los camareros bueno.. sobretodo la camarera podría ser algo más agradable.
No se preocupan por la calidad de los productos que venden. Si quieres un zumo de naranja amargo y de pésima calidad este es el sitio. No solo eso, si no que te cobran a pesar de quejarte y devolverlo. Solo tomé un sorbo y lo devolví. Eso era inbebible. Hay mejores lugares a donde ir en la misma zona.
Bar autentico. Jorge y José muy buena gente así perfecto para comer algo y tomar una cervezita bien fresca.Comida: 5/5