Reseñas
Buen restaurante en Madrid, ubicación a un minuto de la puerta del Sol. La decoración es espectacular, los camareros son atentos y los platos son peculiares, con una presentación divertida y diferente. Recomiendo guardar sitio para sus cócteles. Pensaba que iba a ser mucho más caro, pero a pesar de haber pedido mucha comida y bebida, postre y cócteles, solo pagamos 38 euros por persona éramos dos. Lo recomiendo sin duda y volveré a probar más platos. Recomiendo ir con reserva hecha.
Local divertido, el trato del personal amable. Destaca por su decoración y la presentación de sus platos. Buena relación calidad-precio. En esta ocasión fuimos a tomar un postre y un café. Muy rica la tarta de queso. Imprescindible reservar si vas al servicio de comida o cena cualquier día de la semana. El aforo no es demasiado grande y siempre está lleno. Como recomendación ampliar las opciones de infusiones. Recomendable, siempre repetimos
Atención muy buena desde la misma recepción. Los camareros igualmente nos atendieron muy bien y con simpatía. La comida estaba muy sabrosa y la cantidad de los platos que nos sirvieron era abundante aunque en las imágenes no de la misma sensación. Es un sitio único y espectacular con unos platos para servir la comida únicos. Volveremos a repetir sin duda y recomiendo reservar ya que es un sitio muy solicitado.
Decoración espectacular desde la terraza hasta loa aseos; buen servicio los camareros son muy atentos. Los platos están muy ricos, bien presentados y cocinados. Cada plato es una sorpresa gracias a su presentación peculiar y divertida. Calidad precio muy buena, teniendo en cuenta el ambiente, la calidad de la comida y la ubicación a un minuto de la puerta del Sol. Recomiendo sus patatas bravas riquísimas!!. El bao también está muy rico. Cócteles magníficos, de los mejores. Sitio muy recomendable, volveré para probar aún más platos.
Un sitio genial, es un placer ir. Desde que te reciben con esa simpatía y esa vestimenta. El trato de César y Cristina nos hizo sentirnos muy cómodos y disfrutar de la cena todavía más. La decoración muy original y los platos deliciosos con esa presentación. Hay un reservado para pocas personas. Situado en el centro. Para volver.
Sitio muy bonito para comer,donde cada plato es una sorpresa.No comerás platos con sabor de 10 pero merecerá la pena la experiencia. Los cócteles muy buenos,de lo mejor. Comimos tacos, muy sabrosos,eso si,picantes para quien no tolere el picante.El pulpo quizás con demasiado sabor a ahumado,pero bien cocinado. Los huevos rotos buenos, pero prescindibles.
Hemos estado hoy y hay que decir que el trato es fabuloso ya desde el mismo momento en el que la chica te atiende en la entrada. El personal muy atento, dentro nos atendió una alegre y amable chica que se llama Celia y para la presentación de los platos David, muy detallista. Lo que elegimos de comer estaba bastante bueno, destacamos las zamburiñas. Los cócteles estaban ricos y estéticamente, incluyendo el local en general, no deja indiferente a nadie. Una bonita experiencia .
Lugar que no sólo sorprende por lo novedoso que es, ya que cuenta con una carta variada y PLATOS MUY DELICIOSOS a la vez que llamativos y divertidos. Las bebidas Es toda una experiencia me encantó el "Gato loco". Negativo: la atención de una camarera que tenía prisa en que dejáramos libre la mesa y se quería llevar el plato del postre antes de que lo hayamos terminado, no terminábamos ni el cóctel y ella mismo dijo que ya nos traía la cuenta, le falta un poco de paciencia y dejar que los comensales terminen. Nos sentimos muy presionadas por esa parte ya que en ese momento habían más mesas libres al rededor y no era necesario tanta presión.
Fuimos con muchísima ilusión, meses de espera. El sitio es precioso y el personal encantador. El pero viene en la cantidad de comida, muy escasa. Ya íbamos con la idea de que sería algo caro, pero esperábamos más comida en cada plato. Pedí un cóctel que ponen en un vaso con forma de pulpo. No llenan ese recipiente sino que ponen un vaso de tubo dentro. 16€ por eso. Fuimos 4 personas a comer, y los platos tenían 6 de cada cosa, y pequeñas. No cumplieron mis espectativas, mucha decoración pero muy poca cantidad.
Cenamos ayer y la experiencia merece muchísimo la pena. Hay que reservar sí o sí porque somos muchos los que queremos ir. La comida exquisita y el trato de los camareros súper bien, muy amables y atentos a todo. Recomendamos probar las patatas bravas y las croquetas caseras. El arroz con pollo espectacular también. Volveremos seguro, que tenemos que probar los postres!!