Reseñas
Comimos muy bien allí y nos atendieron estupendamente. Había una celebración con un grupo bastante grande de personas y aún así nos atendieron y nos sacaron los platos muy rápido. Me gustó mucho la gran cantidad de platos que tenían fuera de carta Relación calidad/precio muy buena. Por poner alguna pega en el salón hace algo de frío, es verdad que ponen estufas pero aún así creo que no es suficiente
Fui hace mucho tiempo y lo recordaba mejor... El restaurante destaca por su comedor, que como su propio nombre indica, tiene unos arcos muy antiguos. En cuánto a la comida, nos dijeron que había ciertos platos de la carta que no se podían pedir porque no los elaboraban ese día. Al final pedimos una ración de huevos rotos con jamón y unas croquetas variadas. Al estar en la terraza, el servicio fue un poco lento... Por lo demás bien, calidad-precio correcto.
Sitio muy grande y con encanto aunque a mi parecer necesita un lavado de cara. La atención y la comida excelentes. Recomiendo las croquetas de carabineros y el lenguado relleno de mousse de gambas.Comida: 5/5
Restaurante acogedor y con mucha historia. La sala está en el claustro de un antiguo monasterio de 1523. La comida buenísima. Vale la pena hacer una parada .
La comida estaba muy rica, el personal muy agradable y correcto. Nos atendieron enseguida pese a que íbamos sin reserva un domingo. Lo recomiendo.
Los platos de este restaurate son un encuentro con la exquisitez, con materias tan variadas como: la carne de caza, pescados, marisco, carne de vacuno, cerdo, típicas castellanas y de zonas de costa, que darán gusto a los paladares más exigentes. Si eres aficionado a las manitas de cerdo, este es uno de los restaurantes donde más me ha gustado su preparación. El local es el claustro de un monasterio, declarado monumento nacional. Se conserva toda la piedra original, su salon principal, tiene una decoración medieval. A pesar del lugar historico y explendoroso, el trato del dueño y camareros es cordial y cercano, por lo que disfrute de un trato amigable. Cuenta con una terraza exterior en la calle empedrada, donde te encuentras refuguado del sol pir los muros de los edificios señoriales y un convento jesuita. La relación calidad /precio es muy buena. Platos muy bien preparados a precios para todo el mundo. RECOMENDADO
Muy buena atención y muy amables. Carta muy variada, buena presentación de los platos y a un precio excelente. Restaurante ubicado en un antiguo claustro, pero el trato es muy de amigo, muy natural. Si buscas algo sofisticado y con maitre no es tu lugar; si lo que te apetece es comer bien a buen precio y sin lujos en la cubertería, mantelería, la decoración, etc...es el restaurante idóneo. Nosotros, en concreto, pedimos manitas, pulpo a la brasa, una botella de Ramón Bilbao, casera, brownie de chocolate con helado y creps con sirope de fresa.
Recomendadisimo este sitio!! Ojo, reservad! De primero comimos croquetas variadas, impresionantes!! Y de segundo, un cachopo para compartir porque es enorme. Los postres también muy ricos. Muy buena atención además. Salimos encantados!Comida: 5/5
Sitio buenísimo para comer. Muy agradable con buen servicio y buenas recomendaciones fuera de carta. Tomamos el salmorejo muy bueno y fresco y ensalada mixta. Las manitas 100% recomendables.
Fuimos a comer toda la familia a celebrar un cumpleaños y nos atendieron estupendamente. La comida muy rica, toda, con especial mención a las croquetas de carabineros, las almejas y el pulpo a la brasa. El cachopo muy bueno y muy grande más bien para compartir. La guinda la pusieron los postres que estaban espectaculares: coulan de chocolate negro, brownie, tarta de manzana. La atención muy buena también. El comedor de abajo muy bonito, es como un claustro, y con un ambiente muy agradable. Definitivamente muy recomendable. Para repetir la experiencia. Gracias por todo.