Reseñas
Un bar caracterizado por sus raciones, todas caseras, muy ricas. Bar castizo, tradicional, de los de toda la vida. El servicio fue regular, tardaron bastante hasta que llegó el jefe y nos atendieron bien. Pedimos bravas con alioli, Huevos rotos con jamón, lacón, croquetas y calamares. Las bravas regular y el lacón no lo recomiendo para nada. Pediría Huevos rotos con jamón, que estaban muy ricos Las croquetas eran de jamón también pero no pasaron el test. Una pena que cuando llegamos el único aperitivo que quedaba eran aceitunas... pero el camarero me dijo que ponen bastante y abundante. No recuerdo el precio de la cerveza, pero salimos a 18€/persona
Local de barrio de toda la vida. Tiene zona de venta de embutidos y quesos de gran calidad. En cuanto al bar... Venido a menos, ya no en cuanto a la calidad de la comida, si no más bien a un servicio lento y a veces poco profesional. Sensación de falta de higiene y limpieza en general. Cañas mal "tiradas"... como con prisas. Del pan mejor no hablar. Creo que con un poco más de cariño sería un local muy a tener en cuenta. Relación calidad/precio razonable. Accesibilidad para sillas de ruedas: No disponible
El mejor bar del barrio y punto. Grandes los camareros, dueños y producto. Te tiran las cañas con todo el amor y la experiencia que tantos años de bar les han dado. El afterwork de toda la vida. El alma del barrio del Pilar, está en los Picos. Calidad vs precio = posiblemente les estamos robando cada vez que venimos. Gracias por vuestra paciencia y servicio. No podemos volver porque estamos siempre aquí.
Estupendas las tostas y las raciones. Mi favorita es la Tosta de gulas con gambas. Tienen un espacio dedicado a la charcutería por si quieres llevarte a casa. El jamón ibérico de muy buena calidad
Muy rico todo. Hemos pedido una tabla de jamón y queso, sepia, 3 croquetas y una tosta de lacón. El jamón y el queso riquísimos, siempre se agradece la calidad de los sitios tradicionales
Pedimos huevos rotos y muy buenos y mucha cantidad. El aperitivo también muy bien. Para poner un pero, sería la tardanza en atenderte y servirte los platos pero el trato es muy bueno. Volveremos a probar la sepia que nos ha comentado Roberto que tenemos que probarla!!
Había dos mesas vacías y nos sentamos en una. Primero pregunté en la barra si nos podíamos sentar a comer y me contestaron afirmativamente. Al poco nos dijeron que esa mesa estaba reservada aunque no tenía puesto el cartel correspondiente y nos hicieron levantar diciéndonos que los clientes ya estaban allí. Falso, no había nadie esperando. Tomamos un aperitivo en la barra pensando en esperar pero viendo que nos estaban tomando el pelo decidimos almorzar en otro sitio. Nos lo habían recomendado. En fin...
Era la primera vez que visitaba este restaurante que lo vi por recomendacion en las redes y estaba cerca de mi barrio. Fui para cenar y pedi las bravas, que vinieron en forma de racion gigante y la tosta de anchoa y boquerones, todo buenisimo. El camarero tuvo el detalle de invitarme a una croqueta para probarla y la verdad estaba riquisima. Repetiré seguro y con amigos para pedir el resto de la carta.
Muy bien la comida que pedimos y es un lugar para volver, aunque nos extraño que a la hora de pagar, dijeran que no tenían línea para cobrar con tarjeta, y hubo que ir a un cajero, sobre 23h abriron las puertas del local y entraba un frío que ....era para irse, bueno seguro que ya cerraban pero hubiera estado mejor que lo advirtieran en vez de abrir las puertas para que nos helasemos.
Excelente trato, trabajo y producto. Magníficos profesionales que te hacen sentirte como en casa desde el primer momento. Ricas raciones, ricos quesos y además, muy buenos precios....