Masia Can Duran

Plato de costillas de cordero a la carta, precio 17.9 euros, me presentan lo que se ve en imágenes. Hablo con el camarero y a la vez un responsable y digo no me creo que esté sea un plato de casi 18 euros. Me contestan sí, son 3 piezas. Plato realmente pobre tanto en cantidad como en presentación para el precio que tiene, encima ni se molestan en darme una solución. No me molestaré ni en valorar el resto de comida, para mí esto ya me dio los motivos suficientes para no volver y no recomendarlo a ningún conocido.

La comida está bien y el servicio es amable. Nos salió a 26 euros por cabeza 1 plato principal y algunos platos para compartir. Depende de dónde estés es muy ruidoso Para los cafés, no tienen leche sin lactosa o vegetal para la gente intolerante / vegana... Está en un pueblo pero estamos en el siglo xxi ya... Hay que actualizarse! Recomendado igualmente

Precio/cantidad totalmente desproporcionado, platos con precio elevado para cantidades pequeñas. Además hacen alusión al dicho que los postres es la mayor estafa, pedí contesa y el trozo era del grosor de mi dedo índice. Deberían quitarse lo de Masia de nombre y ponerse algo así como bar-restaurante, dado que es un poco optimista aspirar a ser ese tipo de restaurantes con lo que se presenta hoy en día. El servicio muy amable.

Restaurante de comida tradicional catalana muy buena. Chuletón delicioso y postres buenísimo

Sitio super bonito! En plena naturaleza. Con animales para los peques. La comida estaba buenisima y por un precio cerrado de 35€ comimos muchisimo y todo estaba buenisimo. Los camareros divertidisimos.Platos recomendadosCrema Catalana y Calçotada

Masía muy acogedora. Zona de naturaleza. Especialidades en calçots, carne a la brasa, escudella…. Calidad precio correcto.

No pongo un 5 por algunos problemas que tuvimos durante la comida. Dentro del menú disponíamos para escoger tarta de queso, donde al entregarnos este postre, varias comensales se lo encontraron en mal estado la solución fue darnos otro plato, no muy convincente por su parte. El servicio es muy rápido, pero también estaría bien entre plato y plato un poco de pausa. Igualmente, buena atención por parte de los camareros y los demás platos muy correctos.

Una Masía de diez. Tenía dudas ante las opiniones negativas en las reseñas, pero es importante ordenarlas para ver las más recientes, y todas eran positivas, así que probamos. El lugar donde está situada es magnífico, está apartada de la urbanización y da sensación de tranquilidad, de desconexión. Dispone de varios comedores, y tuvimos la suerte de estar totalmente solos en uno de ellos, una maravilla. Dispones de carta, con gran variedad y a precios para todos los bolsillos, no es caro, ni mucho menos. La comida deliciosa, recomiendo los mejillones a la brasa, están espectaculares. También el entrecot, tierno y gustoso. Para los más pequeños tienen una gran variedad de platos canelones, macarrones, lomo rebozado, butifarra... finalmente se decantaron por pechuga rebozada no estaba en la carta y tuvieron el gran gesto de prepararla, tengo que decir que jamás había probado una pechuga tan tierna y jugosa por dentro, con el rebozado tan crujiente. Los postres caseros, merece la pena probarlos. El servicio inmejorable: atentos, amables, simpáticos... Se preocupan en todo momento que la comida esté a tu gusto. En resumen, encantadores. Así que si te encuentras con la duda de visitar esta Masía, como a mí me pasó, no lo pienses, reserva una mesa y disfruta de la buena comida y el buen servicio que ofrecen.

Hemos ido a celebrar el día del padre y ha sido todo un acierto.Hemos comido en el salón dónde antiguamente en la Masía era la cocina. Los calçots muy ricos sobre todo la salsa de romesco. El servicio muy atento y profesional y al terminar hemos dado un paseo y hemos visto algún animalito que eso para los peques es todo un acierto. Volveremos

Fuimos de calçotada en el segundo turno. Estaban retrasados, ok. Lo malo es que casi nos peleamos para que al menos nos traigan torradas. Comenzamos a comer casi a las 4. La comida bien, no me quejo. Luego la cosa fue más rodada.