Mesón Castellano

Buenos desayunos a precios excelentes Lugar de la visita: Masón Castellano Fecha de la visita: 27/05/2017 Mientras paseábamos por la calle Sierpes, decidimos desviarnos unos metros para entrar a desayunar en este establecimiento, cuya especialidad en los desayunos son los churros con chocolate. En nuestro caso decidimos tomar media tostada con fiambre de pavo y un café con leche, por 2,20 euros, y un botellín de agua, por 1 euro más. El local es un poco "viejo" tanto en decoración, como en mesas, sillas, etc.

Está bastante bien para tomar unas tapas y unas cervezas en el centro. Para lo cerca de la catedral que está, encuentro que el precio es razonable. La comida estaba buena.

Un lugar excelente para desayunar, con un camarero atento y simpático. Churros muy ricos, chocolate y zumo de naranja naturales y bien hechos, y un café muy bueno. Un rinconcito en Sevilla digno de visitar

Buen servicio, precio asequible, variedad y calidad

Fui a desayunar y tenían unos churros bastante buenos, eran crujientes y sabrosos. El camarero que nos atendió fue bastante agradable con nosotros

Comida sencilla y muy muy buena! Si tienes dudas, preguntad al camarero, os atenderá genial. En el menú, calabacines al roquefort y presa al whisky. Más que recomendable! Y el salmorejo... Buenísimo!

He visto que para desayunar tienen muchos positivos. Nosotros fuimos para cenar y no me gustó mucho. Podría calificarlo como "del montón". Tienen mucha variedad de tapas, pero de calidad muy dentro de la media. La ensaladilla rusa y las patatas bravas, normales. Las croquetas muy regulares. Los precios acordes a la calidad. Tardan mucho en atender.

Tapas a buen precio y muy ricas. La atención muy amable. Sí vas temprano a comer tienen menú.

Muy buena ubicación en las calles céntricas de Sevilla. Desayuno a diario alli porque, además de la buena relación calidad precio no es caro para estar en una zona turística, sus profesionales son extraordinarias, tanto Laura como Antonio. Por poner alguna pega, es muy grande el local y cuando está lleno por regla general con habitantes de la ciudad, el ruido es un poco ensordecedor y en época estival tiene pocas mesas en la calle. Ideal para un dia frio de invierno por sus exquisitos "calentitos " churros.

Bar histórico venido a menos. La atención al cliente deja que desear en sus formas. Creo que responderle a un cliente: "a ver si vienes otra vez que te voy a dar igual el cambio" por pagar 1€ con monedas de 2 y 5 céntimos, no son formas... Te agrade más o menos como camarero, es dinero y creo que no es necesario reprocharle nada al cliente