Mokäi

Bah, por dos cañas mal tiradas sin a penas presión y además de una marca lamentable, como Brabante, nos han cobrado 9 Euros. Sumado a esto tienen un precio mínimo para pagar con tarjeta. Por tanto, os invito encarecidamente a que no vayáis a este bareto cutre.

Realmente sólo he estado una vez para tomar una caña en su terraza pero para mí ha sido suficiente para que no me apetezca volver. La caña que tomamos no estaba muy buena, no sé si era por la marca, por el grifo que tengan en el local o lo que sea, el caso es que no era una cerveza realmente apetecible. A la hora de atendernos tampoco se esforzaron mucho. Es uno de estos lugares en los que parece que les jode que vaya alguien a consumir. Para finalizar, el precio, 3 € cada caña, sin acompañamiento de ninguna clase, ni un triste cacahuete. Añadiré que todo esto fue una percepción personal, tal vez fueron las circunstancias que se acumularon así este día. En la mesa de al lado unos se pidieron hasta una paella de estas precocinadas, congeladas y recalentadas en el microondas y, después de comerse esa aberración gastronómica, todavía pidieron postre, así que a ellos debió gustarle todo mucho.

El sitio es bonito y podria ser un referente de Chueca, fuimos un grupo grande de amigos y nos extraño q estaba vacio. La camarera tiene un pinto borde y te abandonan hasta q gritas por atencion. Una pena de buen local con empleados q no les gusta lo q hacen.

Son de estos sitios que están localizados en sitios geniales para tomar una caña pero se especializan en clientes de pasada en Madrid y no cuidan la clientela. Me tome una cerveza con unos amigos y a parte que cada cerveza nos costó 3 euros no nos pusieron aperitivo.

Una mierda como un piano. El trato espantoso, parecía que quisieran que nos fuéramos. Al apoyarme en la barra para pedir me marché el abrigo de líquido de aceitunas que había en la barra. Un control de sanidad no lo pasa. Al menos las tristes patatas fritas que nos pusieron 4 mal contadas no estaban correosas.

Espero que al menos el caso tan sonado de discriminacion laboral por tener VIH os haya servido para aprender que el VIH no es contagioso, sino transmisible por via sexual. Espero que aprendais que cuando una persona con VIH esta medicada e indetectable ya ni siquiera es transmite el virus, ni aunque tenga sexo sin protección con todos los clientes del bar. En 2015 se presupone que estas cosas las sabe todo el mundo, pero parece que hace falta una campaña institucional que informe sobre como ha cambiado ser seropositivo hoy comparado con los años 80.

Horrible sitio en un lugar privilegiado, deberian poner algo mejor en una plaza tan simbólica. Mal trato, precios disparatados y prácticamente nada positivo para compensarlo, cero recomendación. Además por lo que veo en otras críticas discriminan a sus empleados, la guinda del pastel.

No he ido nunca, pero no pienso ir a un lugar donde se discrimina y despide a un camarero por ser portador del VIH. La Mary Leppen estaría encantada de ir allí.

Increiblemente malo, la carta estan mal los precios pone 8 y te cobran a 10 un Seagrams, la dueña Rebeca muy maleducada no nos quiso atender, nos falto el respeto y no queria darnos hoja de reclamaciones. No vayais por favor, no merece la pena

Parece que le han cambiado el nombre, pero en todo caso sitio a evitar por muchos motivos, pero principalmente por discriminar trabajadores, en especial en un barrio abierto como Chueca. Huid.