Museo del Chocolate

Espectacular. Gratamente satisfecho con la visita a este pequeño y curioso museo. Para empezar, la propia entrada es una chocolatina, lo cual ya sorprende. Dentro del museo, pese a su pequeño tamaño, puedes aprenderlo todo sobre tan sabroso alimento. Desde su origen, elaboración, importación a Europa y ir observando magníficas y gigantescas figuras fabricadas en chocolate. El recorrido termina en una cafetería en la que tienes la posibilidad de adquirir varios tipos de chocolate en distintos formatos. Como dato agradable y curioso, durante todo el trayecto te acompaña un aroma a chocolate que te hace salivar. Sin lugar a dudas, una visita más que recomendable.

Fui para un completar un trabajo para el colegio, me pareció bastante bien, el precio de la entrada era 5,15 € y era todo muy moderno. Las instalaciones eran grandes y cómodas, solo eché en falta más información y sobretodo más chocolate. En el folleto ponía que podías probar los diferentes sabors y tipos de chocolate y hasta crear el tuyo propio. Sin embargo encontré todo muy soso y mi visita junto con otros compañeros que estaban conmigo, no duró más de 30 minutos. Un buen lugar para ir los interesados, pero no para llevar a los niños. Me esperaba más.

El museo es pequeño, pero por su precio merece mucho la pena. Para empezar la entrada es una cocholatina, y eso ya es un plus. Además el olor a chocolate que hay durante todo el recorrido es impresionante. Durante la visita puedes descubrir la historia del chocolate así como disfrutas de esculturas hechas completamente de chocolate. Muy original.

Me ha encantado, te cuentan la historia y orígenes del chocolate, es un sitio espectacular y con figuras de chocolate por todo el lugar. En la tienda tienes unos souvenirs para todo y el café y dulces son lo máximo. Muy bien ubicado y de fácil acceso.Se visitó enFin de semanaTiempo de esperaSin esperaReserva recomendadaNo

Nada más entrar, te inunda el olor a chocolate, mmmm. Es un museo pequeño, que te cuenta la historia del chocolate, a parque que ves esculturas hechas con dicho material. También puedes ver un vídeo donde ves como se elabora. El ticket del museo es una minitableta de chocolate que te la puedes comer luego. La entrada y salida, hay una cafetería donde tomar más chocolate de diversas maneras y con diferentes sabores, dónde apreciar todo lo aprendido. Es ideal para ir en familia. Por cierto, hay que ir escuchando la adioguía en el móvil con el código QR.

Es un pequeño museo muy agradable de visitar, durante toda la visita te acompaña un rico olor a chocolate. La entrada está genial, es una chocolatina y la visita termina en una tienda/ cafetería donde puedes degustar algún producto y comprar Lamentablemente existe un error garrafal en sus explicaciones, los aztecas no espesaban el chocolate con harina, es un error imperdonable más estando ahí mismo la escuela de repostería

Nada más entrar la entrada es una chocolatina y todo huele a chocolate delicioso. Las cosas que hay son de admirar un arte chocolatero. Al final tomate un café y el bombón de Ferrero no pidas más porque parece poco pero es mucho. Muy bonito todoTiempo de esperaSin esperaReserva recomendadaNo

ENTRADA GRATUITA con la Barcelona Card, las entradas son barras de chocolate. Hay multiples esculturas hechas de chocolate a mano de diferentes caricaturas, estructuras y personajes famosos. Si no tienes otra cosabque hacer y estás de paso puedes pasar y hacer un tiempo alli. En 20-45 min lo haces todo después sales a la tienda y puedes comprar un souvenir o tomarte un chocolate caliente que estan muy buenos hay diferentes maquinarias de varias epocas con las que se hacia el cafe

El museo en si es muy pequeño y no vale el precio que cuesta la entrada. Lo que si vale y mucho, es el taller o talleres que ofrecen. Nosotros hicimos el de las piruletas y nos encanto!!! El chocolate muy rico y divertido para toda la familia.

Solo hay figuras hechas de chocolate y moldes y maquinarias antigüas. El recorrido dura como 15 minutos. Y eso es todo. Pensabamos que tendría más cosas y salimos un poco decepcionados.