O2 Centro Wellness Boutique - Madrid

Gimnasio solo para mujeres. Le han hecho una reforma y lo han dejado algo mejor pero el aire no funciona bien. La piscina es pequeña pero no está mal aunque alguna turbina no funciona bien. La mensualidad es elevada 129€ al mes por lo que todo debería funcionar correctamente y no es así. Los monitores es lo mejor del gimnasio y las clases son muy amenas.

Todas mis felicitaciones a la dirección de O2 Boutique, llego un poco cansada del trabajo pero venir al gimnasio, gracias a la buena organización y el buen ambiente que hay y lo naturales que son los monitores, me ayuda a ponerme en forma! Muchas gracias por el ambiente de calma que me transmitís y los horarios adaptados de clases colectivas para las socias. Agradezco el trato de todos los trabajadores del Club.

Gracias a todo el equipo del Gym, siempre amables, atentos y profesionales. Quería destacar que las clases con Álvaro, son dinámicas, exigentes y motivadoras a tope! Gracias Álvaro por tu profesionalidad.

Me gustan mucho las clases de aquaym. Los monitores muy entregados, y amables en especial Álvaro por sus clases dinámicas y muy completas

Tuvimos que "denunciar" la temperatura del agua del spa porque estaba FRÍA! Después de varias quejas verbales en recepción, tuve que hacer un escrito con la situación. Estuvimos Abril y Mayo del '22 sin poder meter ni un pie. A raíz del escrito, el problema se solucionó.

Llevo muchos años yendo a O2 de Don Ramón de la Cruz y me gustaría destacar el buen trato y la profesionalidad de sus empleados. Ofrece un servicio integral y se adapta a las necesidades de los clientes. ¡¡¡Muchas gracias Araceli, Sergio, Álvaro, Sandra y Jorge!!!

La temperatura del agua del spa… fría! Y no es por la guerra de Ucrania.. que esto viene de hace mucho y ya han tenido quejas….

Hace más de 20 años que conozco y frecuento este gimnasio, por años fui socia, ahora vivo fuera de Madrid y solo lo disfruto en verano. Me alegra seguir disfrutando por esos mas de 20 años de la sonrisa y amabilidad de Araceli y del impecable y minucioso trabajo que Álvaro, mi entrenador personal por buen número de años, hace conmigo. Cuida mi salud con incluso más ahínco que el entrenamiento de mi cuerpo, algo que agradezco enormemente ya que según transcurren los años aprendes a valorar cuán importante es el entrenamiento del cuerpo sin arriesgar, es decir evitando lesiones. Gracias por hacer que me encuentre en el centro tan a gusto como en casa.

Las instalaciones del club son buenas, el ambiente entre las socias es familiar y cálido, y la oferta de clases es amplia y variada. Sin embargo, vemos cómo el servicio que presta el club es cada vez peor, porque cada poco tiempo sus mejores profesionales de fitness lo abandonan. ¿Por qué? Mi experiencia como consultora me dice que debido a las técnicas de gestión de su línea de mando, que les llevan a perder la ilusión, la motivación y cualquier perspectiva de crecimiento personal y profesional que son de esperar en el lugar de trabajo, entorno que también debería satisfacer unas necesidades básicas de seguridad psicológica y económica. En la gran mayoría de los casos, ese suele ser el motivo de los problemas de rendimiento de los equipos: una mala gestión. El obvio malestar de la plantilla de fitness, junto con esa partida de los mejores de ellos, y la consiguiente pérdida de calidad, me lleva a retirarles mi confianza después de 10 años de ser socia de esta cadena de gimnasios. Señores del O2, hagan el favor de salir de la época de la Revolución Industrial y entrar en el siglo XXI, para proporcionar a sus empleados el entorno de trabajo que las socias deseamos que tengan las personas a quienes estamos confiando nuestra salud y bienestar. Implementen políticas de retención de talento y permitan que los excelentes profesionales que tienen en plantilla se desarrollen y den lo mejor de sí mismos. Sigan los preceptos de la ley de igualdad y tiendan a la paridad entre hombres y mujeres a la hora de contratar personal. Parece mentira que en un club femenino no haya mujeres en sus puestos de dirección, y que representen alrededor del 1% de la plantilla de fitness. Si sois profesionales de fitness en busca de trabajo, no os recomiendo que trabajéis aquí. Y, chicas, si estáis buscando un gimnasio para apuntaros, seguid buscando. Respuesta al propietario: El que no compartáis mis comentarios me lleva a reafirmarme aún más en ellos. Una empresa gestionada de forma inteligente, y con verdadera vocación de servicio hacia sus clientes, debería considerar este comentario como una alerta de que hay algo que no funciona en cómo estáis haciendo las cosas y, por tanto, como una oportunidad de aprendizaje y mejora. Quien no aprende de sus errores, los repite.

Después de 7 años como socia del club, decido darme de baja durante 4 meses por Erasmus a partir de febrero. El 1 de febrero, sin darme cuenta, me apunto a mi clase en la app y voy al gimnasio como un día cualquiera. Me dicen, como es lógico, que ya estoy dada de baja y que no puedo entrar. Les pido por favor si les importa que entre, pues ya estoy vestida y he hecho todo el camino hasta el gimnasio, al final es solo una hora y sobran huecos. Me dicen que si quiero ir a la clase debo pagar el mes entero. 7 años de fidelidad al club, 84 meses, 8.400 euros. Tras demasiadas decepciones como esta repetidos intentos de cobrarme en exceso, de pagar matrículas que no me correspondían, etc., he decidido, tras mucha reflexión, no volver al club. O2 Wellness ha perdido a una de sus mayores clientas, la cual, además, aportaba buena publicidad al centro y gracias a la cual han conseguido 8 nuevas socias. A pesar de todo, recuerdo con cariño a todos los magníficos entrenadores del club y a mis compis de clase; ellos son los que han hecho de este centro mi segunda casa durante mucho tiempo. Sin embargo, lamentablemente, a veces las malas intenciones del personal administrativo de una empresa, junto con sus escasos conocimientos en retención de clientes y su falta de empatía, pueden acabar con las ganas y la ilusión de una joven apasionada por el deporte, que en un principio parecía ser una clienta incondicional. Por todo esto, nunca más me atrevería a recomendar el Club O2 Centro Wellness a nadie.