Pedegrú

Local distinguido para una buena cena. Me sorprendió mucho los huevos rotos merece la pena pedirlo igual que las croquetas. Se nota que trabajan con buen producto Pedimos todo para compartir y nos sacaron todos los platos muy seguidos, fue un fallo importante para un lugar donde pagas un alto precio por cada plato. La carta de vinos tampoco es barata

Una única palabra resumen la experiencia en este restaurante: ESPECTACULAR. Pero espectacular en todos los sentidos. El sitio es precioso y esta decorado con muy buen gusto. La atención y el trato del personal excelente, muy cercano y preocupándose en todo momento de que todo estuviese bien. Para terminar, como no puede ser de otra manera, la comida increíble. Dejo unas fotografías en mi reseña pero mi recomendación es que vayáis a probarlo.

Fuimos a comer y nos quedamos hasta la cena! Que maravilloso lugar! Hay platos que sobresalen como los mejillones, el sándwich de solomillo, el salpicón de bogavante y la majestuosa tarta de queso que lleva de topping queso comte rayado wow wow wow! La atención fue insuperable, el lugar es hermoso y sin duda lo que más destaca es el equipazo que tienen en cocina! Muy recomendado! Toda una experiencia

Con tres “ex” de Mugaritz al frente del proyecto servir una mala comida sería de escándalo. Todo lo que tomamos nos gustó. Desde sus tigres que no son tigres, hasta su limón helado que te lleva a la infancia. Por el medio transitamos por una personalísima versión de los huevos rotos en el que patatas, yema y clara van a su bola acompañados de un ingrediente a elegir. Su sándwich estrella casi nos hace desmayarnos; por la intensidad de su sabor, la delicadeza de su textura y lo tierno de la carne. En los segundos no nos complicamos; callos y carne para todos. Su postre con más nombre, la tarta de queso, está a la altura de las mejores de Madrid. Su punto a mejor urgentemente es el servicio. Algunos camareros apenas chapurrean castellano, hay tiempos innecesarios entre platos, van muy despistados. El gran debe, por ahora, de Pedegrú. Puntos fuertes: buena comida, carta apetecible, sándwich estrella. Puntos débiles: servicio mejorable. Precio: 50-60€/pax. Esta y otras reseñas las encontrarás en nuestro Instagram, @madridbocados. Con las mejores fotos y más detalladas críticas. Hasta el próximo bocado.

Grandísima cocina la de este restaurante. Abierto hace apenas mes y medio por 3 ex-Mugaritz, han sabido conjugar buena materia prima y elaboraciones sencillas y al mismo tiempo diferentes. Local muy chulo y con una zona en terraza muy disfrutona. Para repetir muchas veces. - Guisantes lágrima con caldo de carne y torreznos para llorar - Los huevos rotos de Pedegrú esta vez con perrechicos - Carabinero a la brasa con jugo de chuleta y wagyu - Mollete de rabo de toro

Local: en la zona de Valdemarín se encuentra este recién inaugurado local muy luminoso, amplio y decorado con mucho estilo. Al entrar encuentras una amplia barra, a la derecha mesas altas para tapear y a la izquierda salon para comer en mesas bajas. También existe otro salón más privado y opción de comer en la cocina. ~ ‍‍‍ Atención: correcta y profesional. ~ Cocina: Tuvimos oportunidad de cenar en la barra un viernes en el que el local estaba completo. Los platos degustaros: Ensaladilla correcta, suave. Mejillones en tempura con salsa de su escabeche: originales y sabrosos. Muy bueno el sándwich de vaca vieja tan bueno que repetimos.... De postre fresas salvajes, queso cremoso y su sirope, y tarta de queso que no podía faltar. En general, producto de primera calidad tratado con cariño. ~ Valoración: 8/10 ~ Precio: 40€ en barra. En mesa en torno a 55€ ~ Buenos detalles: simpatia del equipo ~ Malos detalle: nada destacable.

Sitio super bonito y con un trato de 10. Tuvimos la suerte de conocer la cocina y a su cocinero y nos encantó. La dedicación que tienen en cada plato junto con la tendencia de ir variando según la temporada nos terminó de enamorar. Gran experiencia. Volveremos

Una tomadura de pelo. Fui a conocer este restaurante con muy buenas espectativas. El local es precioso, la ubicación pretenciosa dado que en la zona hay restaurantes de un nivel muy alto, y la carta llamaba la atención. Punto por punto fue un desastre. El servicio muy regular, aunque he de decir que quise darles un voto de confianza al estar empezando. Nos tocó una camarera que no hablaba bien español y, cuando los platos de la carta necesitan explicación, si encima quien debe guiarte no sabe... Mal vamos. Pedimos unos huevos rotos sin precio en la carta que resultaron ser, unas yemas frías con la clara frita sin sabor a nada y unas lascas de trufa también frías. Todo por el módico precio de 26€. Una estafa. Los fritos de pollo pensando en los niños son 4 trozos de pollo picante sin ninguna gracia. La ensalada de bonito son unas cebolletas con escamas de algo parecido al bonito, pero que es tan fino que se te queda pegado en el paladar. La tabla de quesos selectos son 4 trocitos de queso a 14€. Mucha cocina de autor, pero de baja calidad y precio desmesurado. 4 platos y 4 refrescos casi 90€ es de juzgado de guardia. Y todo para salir con hambre. Con la competencia que tienen al lado, no van a durar ni un telediario.

Cocina de mercado con toques de autor en Aravaca . Hace escasas semanas que ha abierto un nuevo restaurante en la zona de Aravaca, y a pesar del poco tiempo de rodaje, ya ha conseguido posicionarse entre los más demandados de la capital. . Gastronómicamente cuenta con un trío de chefs muy potente, proveniente de Mugaritz: Dani Lasa, Llorenç Sagarra y Miguel Caño. Esta es su tercera aventura en solitario, junto con un espacio para comidas privadas en San Sebastián y la asesoría del Hotel Palacio Tondón, en La Rioja. . Aquí, se basan en una materia prima de calidad que nutre sus fueras de carta, y preparan platos con buena técnica y sabores tradicionales reinterpretados. Asimismo, combinan pocos ingredientes en cada elaboración con resultados originales aunque a veces no óptimos desde nuestro punto de vista. A algunos de los compañeros gastronómicos con los que compartimos mesa, los sabores y mezclas les recordaban a Bagá, de Pedro Sánchez. . Aparte de varios salones para el comedor y una terraza, este restaurante cuenta con algunas mesas altas y con su joya de la corona: la “mesa de la cocina” donde funcionan exclusivamente con menú degustación precio a partir de 120€. . La carta genérica del restaurante tiene algunos platos clásicos donde la materia prima es la protagonista. No hay que perderse su buen manejo de las verduras, su ya mítico “Katsu Sandu” de solomillo de vaca madurado o su imprescindible tarta de queso. . En nuestro caso preferimos probar su menú degustación completamente único y variable en función del día y el mercado, que sirven en una preciosa mesa alta ubicada frente a la cocina, y que nos presentó directamente Llorenç Sagarra. . En conjunto, un menú con altos y bajos, pero que calidad/ precio nos parece completamente salido del rango de precios de Madrid, ya que el coste de 135€ creemos que es excesivo. . En cuanto al restaurante, al ser una opción diferencial respecto a la oferta de Aravaca/ Pozuelo, con un claro enfoque de cocina de mercado con toques de autor, creemos que tendrá éxito, ya que algunos platos en efecto son brillantes. Sin embargo, la experiencia no logró cautivarnos como esperábamos. . PUNTUACIÓN: 7,45 Comida: De Mercado Precio medio: 50-65€ Mesa de la cocina: 130-160€ Zona: AravacaAv. Valdemarín, 167 Ambiente: De Moda . Si te ha gustado esta recomendación, puedes leer sobre otros restaurantes y ver distintos rankings en nuestra web de LAGASTROLISTA y siguiéndonos a través de Facebook, Twitter o Instagram.

Local amplio y agradable, bien decorado y con distintos ambientes. Cocina de mercado actualizada con recetas elaboradas servidas en pequeñas raciones. Buen servicio y buena carta de vinos.