Reseñas
Las palabras que podrían definir a esta increíble y mágica cafetería/coctelería es que es un remanso de paz junto a la caótica plaza del Dos de Mayo en Malasaña, donde además puedes escuchar fantástica música de raíces negras con el saxo, piano, trompeta, coro de voces, guitarra acompañado, ... Los clientes que suelen venir son amantes de la tranquilidad donde leer la prensa, algún libro, etc..., las parejas hablan bajito, porque así invita este fantástico sitio. Increíble ambiente donde relajarte! El café sin ser de especialidad? o sí lo es? muy bueno, de hecho me ha recordado a ellos con su toque ácido, la gente suele pedir una tosta con tomate.
Un bar de referencia, con historia en el corazón de Malasaña. Un local con magia al que siempre apetece ir a tomarse una cerveza sola o acompañada o bien un café, y disfrutar de la magia del lugar. Sergio proporciona un servicio excelente siempre que vamos y te hace sentir parte de la familia.
Servicio muy muy lento. Largas esperas para vengan a tomarnos nota y larga espera para que nos sirvan. Pedimos 3 cafés y dos tés. Es por la falta de personal eran muy pocos, pero aún así... La camarera se excusó diciendo que un café manchado se tardaba mucho en hacer. Queríamos tarta, que aparece en la carta, y en la puerta anunciada y nos dicen que no. Qué no hay, que la carta no está actualizada. El café con un aspecto regular y bueno... Sinceramente ni recomiendo este lugar ni pienso volver.
Bien. No puedo opinar mucho con solo una cerveza. Eso si, la camarera era majísima!
Me olvidé un objeto personal en el bar, llamé tan rápido me di cuenta y no me cogieron el teléfono. Lo intenté a lo largo de ese día y al siguiente, pero nada. Cuando por fin me cogieron el teléfono al cabo de unos días me dijeron que no lo tenían. Aún así, me personé allí y pregunté a una camarera muy simpática que estuvo buscándolo por todo el establecimiento porque decía que lo habían encontrado, y que ellos JAMÁS tiran los objetos perdidos de la gente. Como no lo encontraba, me dijo que fuera por la tarde que estaban sus compañeros por si ellos lo habían movido de sitio. Cuando fui, uno de los camareros súper borde me dijo que lo habían tirado. MENOS MAL que dicen que nunca tiran las cosas que se dejan los clientes... Por el resto, un bar bastante simple.
Lugar mítico de madrid, clásico y pequeño. Hay pocos camareros para el volumen de clientes que tienen y los pobres andan corriendo siempre y la atención demora mucho. Por lo demás es un buen lugar para tomar o picar algo.
Servicio lento, pésimo y arrogante. Pedimos dos cafés y un trozo de tarta. Nos traen los cafés y no traen la tarta, momento por el cual pregunto por ella, y el camarero me contesta de malos modos que me la tienen que poner. Acto seguido se da la vuelta y se marcha ladeando la cabeza. Lástima de dicho mal servicio en un barrio con tanto encanto.
En pleno corazón de Malasaña, la localización de este sitio es buenísima. El personal es amable y atento y la Margarita que tomé estaba buena, era suave. Éramos un grupo grande y nos atendieron bien, sin problema y nos cobraron por separado aunque me consta que esto suele ser un gran inconveniente para cualquier bar. Las instalaciones necesitan un repasito de chapa y pintura puerta del baño, suelos, pintura, etc pero para tomar algo y charlar esta bastante bien.
Las palabras que podrían definir a esta increíble y mágica cafetería/coctelería es que es un remanso de paz junto a la caótica plaza del Dos de Mayo en Malasaña, donde además puedes escuchar fantástica música de raíces negras con el saxo, piano, trompeta, coro de voces, guitarra acompañado
Es uno de mis lugares favoritos de malasaña pero últimamente han subido un poco mucho los precios. El interior del local tiene encanto, viajas casi en el tiempo. Y otro súper punto a favor es la terraza.