Reseñas
No me gustó nada del lugar. Fuimos a picar y pedimos unas patatas bravas y otro plato de pollo que venía en una tortilla de maíz. Las patatas recalentadas, poca cantidad y casi 5 euros. El otro plato decente pero poca cosa. La camarera bien pero me decepcionó cuando llegó un grupo y les dijo si querían sentarse tenían que comer, sino a levantarse. Se fueron muy molestos. No volveré.
Las tapas que sirven no están mal pero no pican tanto para mi gusto. Prefiero su otro restaurante llamado fragments pues tienen mejores tapas ahí. Lo del personal es cierto pues se demoran mucho en atenderte a pesar de que están viéndote desde la mesa de al lado, esto lo puedo entender pues hay mucha gente y sí, tienen una actitup un poco altanera. Lo que no aguanto es esa gente que pide 2 cañas y unas olivas y se queda más de hora y media conversando sin consumir más y que les de igual los demás pero eso ya es culpa de la gente.
Soy muy fan del picante, leí hoy mismo en el periódico sobre este sitio y me decidí a ir. Sitio pequeño con una terraza fantástica, la decepción llega cuando pides las tapas y nada pica. Es un sitio de picante para quien no le gusta el picante. Un poco decepcionante. Eso si, si tienen una buena selección de guindillas para comprar.
Fatal! la atención pésima, la chica que nos atendió no se enteraba de nada, 15 minutos por una caña y dos tintos. El pollo al mole parecía congelado, las bravas insípidas y el “tiradito de lubina” era agua con limón, un desastre de experiencia que a nadie, que me caiga medianamente bien, recomendaría ir.
Pegado al fragments en la plaza Concòrdia encontramos este pequeño local, con una carta no Muy extensa pero si muy rica, hemos ido varias veces y te sorprende. Empiezan trayendo una bandeja con tres tipos de salsas picantes. Los ceviches están muy buenos y la carrillera de ternera a baja temperatura también.
Da la sensación de que está totalmente orientado a turistas. A partir de las 8 ya sólo te puedes sentar si vas a cenar en verano incluso. Trato pésimo. Los camareros no te miran ni a la cara cuando te hablan.
Un día vi que vendían helados De La Creme, me animé a ir y me arrepentí. Las porciones que ponen son minúsculas comparado con De La Creme de Enric Granados y los precios más elevados. Cuando reclamé la señora que atiende simplemente me ignoró. No entiendo por qué De La Creme le deja vender sus helados en porciones y precios diferentes. En De La Creme sirven los helados con la clásica espátula mientras que en este lugar te lo sirven con una cuchara pequeña. Claramente se ve que es con la intención de minimizar la porción. Menos porción a mayor precio, olvídenlo.
El peor lugar de siempre. Los camareros bastante antipáticos, la comida básica y mal elaborada y al final nos han echado de la terraza para recibir a nuevos clientes después de haber consumido casi 30 euros. No volveremos.
No le pongo menos estrellas porqué no se puede .Llegas para tomar algo y la supuesta camarera nos dice que no podemos porqué solo se puede cenar...perdona? Y si me apetece comer unas bravas y una birra que pasa? Patético de verdad y la camarera te recibe con cara de amargada...
Comida sin mas, con un trato pésimo. Camarera que llega corriendo con el TPV y nos grita en tarjeta o efectivo, lanzándonos la cuenta a la cara. Sin embargo, creo que el resto del personal era mas agradable.