Reseñas
Es el restaurante taiwanes mas antiguo de barcelona. Abrieron el año 1980. Primera cosa que impacta es la auténtica decoración desde la entrada de los budas hasta todas las paredes y techos en el interior. Estando dentro, no te olvidas de que estas en BCN. El camarero es el dueño y es muy simpático. Siempre está diciendo bromas con sonrisas agradables. La camarera es la dueña y es un poco seria pero esa diferecia hace el contraste entre ellos y está bien. La comida de aquí es auténtico taiwanés. Son riquísimas. Ya he venido varias veces. Le quedan dos años hasta la jubilación del dueño. Así que habría que ir más a menudo.
Esto no es sólo ir a un restaurante, es vivir una experiencia. La decoración y música te transporta al país de inmediato. Los dueños son encantadores y te recomiendan platos. Hay varias opciones veganas. Recomiendo el chopsuei de verduras y las albóndigas de tofu. El tofu taiwanés es otro de los imperdibles. Al final nos dieron dos mini muffins. Increíble! Volveremos de todas maneras.
Un restaurante precioso y original. La decoración deja transportado, la amabilidad de los dueños encandila y la comida muy suculenta. Lo recomiendo al x . Desde hoy uno se mis lugares preferidosComida: 5/5
Maravilloso restaurante en Barcelona, la comida es muy rica y típica, pero lo que más destaca es la simpatía y amabilidad de los dueños. El ambiente y la decoración es original y con grandes detalles.Comida: 5/5
Restaurante chino familiar. Se come excelente. Comida tradicional China con mucho sabor. Muy recomendable.
El trato de los dueños te hace sentir muy a gusto. La comida riquísima. Recomendable.
El trato increíble, y la decoración te lleva a Taiwán estando en Barcelona! Maravilloso
Me paré a comer por casualidad ya que tenía prisa, sin ver comentarios ni nada. Y ha sido una experiencia genial, soy de Girona y creo que es de los mejores restaurantes asiáticos que he comido, a parte el dueño es de 100, una atención impoluta y comida excelente. Lástima no hice ninguna foto de la comida.
Restaurante taiwanés auténtico, esto es comida taiwanesa casera en mayúsculas. Los dueños son un matrimonio adorable que te trata como si fueras de la familia. Tienen una carta muy extensa pero lo mejor es dejarse llevar por sus recomendaciones, nosotros así lo hemos hecho y ha sido una gran experiencia. Gambas empanadas, lomo, arroz Son Hao, gambas picantes... estaba todo delicioso. Sobretodo hay un plato de ternera con cebollitas que lleva cuatro décadas en la carta que era una delicia, se te deshacía en la boca la carne de lo tierna que estaba. El local puede resultar algo recargado en cuanto a decoración al entrar, pero no dejéis que eso os desanime, este sitio es calidad en letras grandes y a unos precios competitivos. Experiencia gastronómica auténtica auténtica. Recomiendo para beber a quien no les guste la cerveza que prueben el té de calabaza. Hemos comido plátano frito al ron flambeado de postre y estaba riquísimo. Tenemos que volver a seguir probando sus platos.
Un local muy pintoresco con muchos cuadros y decoración que te hace sentir en Taiwán. El servicio maravilloso, lo mejor es dejarse guiar por las recomendaciones que te hacen. Toda la comida estaba increíble muy bien elaborada y con mucho sabor Comida: 5/5