Reseñas
Restaurante de barrio, tradicional, de los de antes. Donde la estética de las paredes, ni de los baños, ni de los manteles priman. Simplemente, cocinan muy bien, cocina de las de antes, buen producto y buen precio. Si no te gusta este tipo de restaurante no vayas, si te gusta comer, ves.
Bar tradicional de toda la vida. Tienen vermut Zarro. Con las consumiciones ponen tapa. Cuentan con opciones de picoteo o raciones económicas. Tienen pequeña zona de terraza exterior, mesas en la zona del bar y pequeño comedor interior.
Comida casera y sitio típico. Merece la pena. El precio 47 euros tres platos y la bebida, calidad precio genial la verdad. Recomendable.
Fuimos un domingo para comer cocido y ya no hacen cocido. Es un lugar muy peculiar, la comida está rica pero es poco salubre. La nevera la tienen al lado del WC tapada con una cortina, mientras comes ves como sacan las comidas de la nevera, las pasean a través del comedor para llevarlas a la cocina. Después tienen una papelera al lado de una de las mesas del bar donde vacían todos los restos de los platos según los van recogiendo en el bar.
Nada recomendable para comer. Tosta con pan de molde del Mercadona, y sin tostar, con jamón serrano de plástico. Es de vergüenza que hagan este tipo de cosas. No pedimos mucho más viendo esto. El aspecto del local es de bastante descuidado. No volveré.
Buen sitio para tomarse unas cañas, que siempre vienen acompañadas de una tapa. Tiene mesas para poder sentarse y no suele estar muy concurrido. El personal y el local es agradable, decoración y comida tradicional.
La comida insípida. Las tostas desagradables. Las raciones escasas y caras para el tamaño. Sales con un olor a fritanga horrible. Lo único de calidad, el vino, pero también en tamaño escaso. Creo que de los peores sitios que he estado en Madrid.Comida: 1/5
Excelente taberna de toda la vida. Tiran la cerveza como debe de ser y las raciones son caseras y con el toque de cariño en la cocina que las hace diferentes. Tomamos callos que estaban brutales, corzo guisado, rabo de toro y merluza rebozada. Sin duda, un sitio para apuntar y visitar la próxima vez que pasemos por la zona de la Latina.
Comida casera, todas muy ricas y a buen precio, ambiente de toda la vida. Servicio rápido aunque agradecería un poco mas de amabilidad por parte de la camarera. Intentaremos volver a probar mas cosas, promete
De verdad que espero que este restaurante sobreviva a la pandemia, porque para mi son míticos los inviernos con su cocido. Taberna familiar donde todo está buenísimo, pero los cocidos que sirven miércoles y domingos en invierno son impresionantes. No olvides reservar, puesto que es un sitio pequeño.