Tartar 66

Esperaba mucho del Tartar66 por su decoración y su propuesta, sin embargo me llevé un auténtico chasco. El servicio es malísimo, no se preocupan para nada por el cliente y además las raciones que no están elaboradas con productos frescos son muy pero que muy pequeñas por el precio que tienen. Estando el restaurante vacío un viernes a las 21:30h nos hicieron sentar en unos taburetes super incómodos y en una mesa que más bien era una mini estantería del Ikea lack. Obviamente pensábamos cenar allí pero pedimos dos platos que resultaron ser minúsculos y nos dejaron con hambre y nos fuimos. No volveremos.

Hemos ido un par de veces porque nos encanta. Local bien decorado y moderno, con platos muy exquisitos y a buen precio. El steak tartar, increíble. Como único punto negativo decir que solo hay una persona encargada de servir y tomar nota, así que si hay gente y vas con prisa no es el sitio mas adecuado. Sinó es el caso, totalmente recomendable.

Fatal es poco. A mí ni me parece moderno. Me parece cutre a más no poder. Compramos un menú por compra colectiva y ni nos sirvieron lo acordado. Hay una sola persona, no te hacen ni caso, es un sitio pequeño, estrecho, oscuro... ¡buff! para no repetir nunca más