Reseñas
Solo se puede observar desde el mirador de la Colegiata. Data entre el S.I y S.V, y son los restos más destacabñes de la ciudad de Antikaria. Impresionante algunos de sus mosáicos.
Yacimiento arqueológico que contiene los restos de las termas romanas de la ciudad de Antikaria. Datadas entre los siglos I y V d.C., se tratan de unas termas de uso público, de gran tamaño, con todos los ambientes termales clásicos. Contiene también un mosaico de gran tamaño en su centro, cubierto actualmente para garantizar su conservación. Actualmente solo se puede observar el yacimiento desde el mirador de la colegiata, estando cerrado al público
Las termas se encuentra a los pies de la Colegiata de Santa María la Mayor, en un gran desnivel del terreno y fueron descubiertas por casualidad en el verano de 1988. Las termas, de carácter público, fueron construidas a mediados del siglo I a.C. y son la muestra que confirma la existencia del asentamiento urbano de Antikaria que hasta el momento sólo se conocía por fuentes escritas. Aún se sigue excavando.
Antequera. La Anticaria romana. Termas de época romana que estuvieron en funcionamiento desde la segunda mitad del siglo I, hasta bien entrado el siglo V.
Un yacimiento de unas termas romanas excepcional que permite visionarlas a vista de pájaro. Futuros trabajos arqueológicos podrán mejorar las mismas.
Desde el mirador se observa muy bien los mosaicos.Se visitó enFin de semanaTiempo de esperaSin esperaReserva recomendadaNo
No es visitable. Puede verse desde arriba, desde el mirador a la entrada de la Colegiata de Antequera
Las termas romanas que se divisan desde la plaza superior, y que fueron descubiertas no hace muchos años. Puede apreciarse arqueologicamente las ruinas y las formas que tenían las termas en su día. Junto a la plaza hay un plano explicativo de todo lo que podemos observar. Sería bueno siguieran escapando hasta descubrir todo lo que debe quedar aún.
Tradicionalmente, esta construcción ha sido conocida con el nombre de Carnicería de los Moros. En realidad, lo que hoy podemos ver son los restos de unas Termas, que sin duda pertenecieron a una suntuosa villa romana, situada junto al curso del río de la Villa, y a unos dos kilómetros de distancia del antiguo “municipium”, en Antequera, Málaga. Lo que mejor que se conserva de la Carnicería de los Moros es la gran piscina de 53 metros en su lado mayor, cuyo muro de contención se decora con quince hornacinas que tienen una altura media de 2’80 metros. Estos nichos son todos de planta rectangular, y se cubren con bóveda de medio cañón, con excepción del situado en el centro, que es de planta semicircular y se cubre con un cuarto de esfera. La construcción es de mortero, sin embargo, puede que originariamente se cubriese todo con otro tipo de material. Resulta asimismo muy curioso el empleo, en los fondos de los nichos planos, de un tipo de aparejo muy interesante: se trata del llamado “opus espicatum” o “espina de pez”. Las Termas Romanas que se ubican a los pies de la Colegiata de Santa María la Mayor de Antequera, en un gran desnivel del terreno, fueron descubiertas por casualidad en el verano de 1988. Se trata de un complejo termal de carácter público, con unas construcciones que se pueden fechar a mediados del siglo I después de Cristo. Las Termas Romanas son unas edificaciones de gran robustez, realizadas a base de grandes sillares y piletas de cierta extensión recubiertas de mortero hidraúlico o «Opus Signimum», en el exterior están revestidos de mármoles de cierta calidad. También cuentan las excavaciones con un gran mosaico polícromo, en cuyo medallón central se representa una divinidad marina. El mosaico puede fecharse en el siglo III. Los restos que se encontraron también pueden hacernos afirmar que existiría un alfar de «Terra Sigilata » en la misma zona. Quizás la importancia de estos restos arqueológicos, resida no sólo en su valor monumental, como en el hecho de que vinieron a confirmar la existencia del asentamiento urbano de Antikaria que hasta el momento sólo se conocía por fuentes escritas.
Actualmente sólo se pueden ver desde Santa María, desde un mirador en la Plaza del Escribano. Como mucho, verlas a través de las rejas. Hace poco tiempo se ha mejorado los carteles y se han colocado unas reconstrucciones de los motivos que adornaban lo que, a día de hoy, se encuentra protegido. Es un lugar bonito para visitar.