Reseñas
Fuimos a cenar el menú degustación. El sitio es espectacular, pero a los dos nos pareció que la comida deja que desear. La ensalada de quinoa la podría preparar en casa cualquier martes, uno de los postres una palmera con mousse de chocolate por encima, sin más. Cuesta creer que Quique Dacosta ponga su nombre a eso. El atún rojo fue lo único más destacable, muy rico, pero tampoco nada que te cambie la vida para los precios y el renombre que barajan.
El lugar es espectacular. Un jardín muy cuidado con mesas entre medias y a muy buena distancia unas de otras. El servicio estuvo bien, pero algo lento, tanto que nos invitaron a dos platos de jamón. La comida bien, correcta, aunque los platos algo pequeños, sobre todo para los precios y comparándolos con sitios similares en Madrid. La experiencia merece mucho la pena, pero más que para comer o cenar volvería a tomar un cóctel.
Uno de los sitios más agradables de Madrid, el jardín está diseñado para que no te encuentres agobiado, con mamparas y separaciones naturales. Todo lo que probamos estaba espectacular, aunque he de remarcar la hamburguesa de costilla coreana. Los cócteles están a la altura de la mejor coctelería de Madrid. Estuve a punto de poner 4 estrellas por el precio, que lo encuentro muy elevado, pero en estos momentos este sitio, y los otros restaurantes del Ritz son el cielo del lujo en Madrid. Por cierto, lo único que pedimos que no comí porque estaba MALO es lo más simple. Las patatas fritas.
Lo que más merece la pena sin lugar a dudas es el sitio, la terraza es de lo más espectacular que he estado en madrid. La comida estaba buena, pero es cierto que las cantidades para los tipos de platos en mi caso el cordero era algo escaso. El servicio correcto pero lento, aunque lo recompensaron trayendo un plato de jamón a la mesa.
El hotel tras la reforma ha quedado precioso. Fui con unas amigas al Brunch del domingo diseñado por Quique Dacosta. El producto era de una calidad increíble, todo estaba muy rico. Aunque la verdad no me sorprendió mucho. El trato del personal inmejorable.
Quique Dacosta no se merece esta nota pero el servicio fue nefasto, como muchos otros comentarios, un hotel de esta categoría no se puede permitir errores tras varias semanas de apertura. Estuvimos una semana en Madrid probando nuevas propuestas de la capital y esta no fue tan satisfactoria como esperábamos. Tras acomodarnos en la mesa ni se molestaron a preguntar si deseábamos tomar algo, estuvimos esperando mas de 35 minutos a que nos trajeran las cartas y pedir algo para beber, se lo dijimos a una de las chicas que toman nota de la reserva al llegar, nos pidió mil disculpas, lo siento no me vale. Pasaron muchos camareros al lado durante todo ese rato y nadie se percato que no teníamos nada en la mesa, después de llamar la atención si empezaron a tomarnos mas en serio. En cuanto a la comida, lo mejor las brochetas de pollo al Josper, lo peor los crujientes de tortilla de patatas, en este caso la cocina aprueba sin mas, pero el servicio es de cero. En cuanto al ambiente bien decorado el jardín, sin alardes, correcto. Siempre que mejoren el servicio puedes llegar a disfrutar de una buena experiencia, en cambio si van a seguir así les auguro mucha perdida de gente que no va volver nunca.
Fuimos de forma improvisada a tomar un aperitivo. Pasamos un rato muy agradable. La atención fue fantástica. Los camareros muy amables y atentos. La comida riquísima, en especial los dulces que comimos. El milhojas espectacular y el tocinillo de cielo de los mejores que hemos probado. Sin duda un sitio para repetir siempre que vayamos por Madrid.
Fuimos a celebrar un cumpleaños y una experiencia magnífica la verdad. Felicitamos a todo el equipo tanto cocina como camareros. Un trato excelente por parte del servicio, en especial a Cesar por su esmero, atención y servicio tan profesional que caracteriza a este hotel.
La atmósfera que trasmite el lugar es excelente. La comida buenísima, el estilo fusión de la carta actual te invita a probar distintos platos. En definitiva muy recomendable!
Ayer estuvimos cenando en la terraza y es súper agradable y bonita. El servicio bueno y la comida cara para lo que es. Teníamos altas espectativas por ser un restaurante de Quique Dacosta… Las croquetas melosas de jamón muy sin más… de melosas no tenían nada y de sabor no destacaban. Para un plato de 6 unidades por 18€ esperábamos muchísimo más. De segundos pedimos el pollo picantón, paletilla de cordero que estaban buenos. Pero la hamburguesa de costilla coreana, la carne súper seca y dura… Los postres tampoco nada especial. Y el té 10€… Es muy bonito pero esperas más de un sitio tan especial.