Reseñas
Las terrazas del Thyssen @terrazasdelthyssen se encuentran situadas en el propio museo, donde ofrecen las últimas tendencias culinarias en una atmósfera única Probamos: - Croquetas de guiso de rabo de toro. RIQUÍSIMAS Y CREMOSAS - Pulpo asado sobre cremosas revolconas De la Vera. EN SU PUNTO, GENIAL - Ceviche de corvina. MUY FRESQUITO Y DELICIOSO - Burger de buey joven con pepinillos, queso cheddar y bbq acompañada de patatas gajo. BRUTAL CON SU PAN BRIOCHE - Cheesecake by @albert.adria.acosta . ESPECTACULAR - Sorbete de manzana asada y sorbete de Violeta. MUY CURIOSOS : 35€/persona aprox. Puntuación: 9 Destacable: - Atención inmejorable. - Ambiente muy agradable y acogedor. Ubicación: - Paseo Del Prado, 8.
Ideal para tomar un respiro tras ver tanta belleza ! Las terrazas son ideales, cómodas, un lugar relajante y con charme! Carta escueta, atención magnífica. El único punto negativo es q no disponían de vino d.o.Penedès de la carta...una lástima!
Un lugar encantador para tomar algo después de visitar el museo. Arte y buen comer van de la mano en este sitio! Muy recomendable! : Admisión de niños: Genial para ir con los más pequeños.
No se puede aceptar que la restauración de un museo pueda ser de tan baja calidad. Mortadela seca, queso de baja calidad, focasia incomible. En absoluto recomendable. Y la cerveza sin cuerpo. Desilucionante
Un lugar bonito y con encanto para poder merendar a la vez que visitas el museo. Precio razonable por ser el sitio que es. La tarta de Manzana es muy buena y el café uno de los mejores.
Nefastos calamares a la plancha y peor respuesta por parte de cocina. Las tres personas que en el menú elegimos calamar a la plancha de segundo tuvimos que dejarlo entero. Claramente en mal estado. Con mal sabor y textura blandurria imposible de comer. Cuando se lo comentamos a la camarera y ésta se lo trasladó a cocina solo nos devolvió una explicación de cómo fue preparado: con ajo, perejil y a la plancha. Absurdo. Y absurdo que un restaurante como este no ofrezca traer otro segundo y cobre los 21,50 euros de menú por cabeza a tres comensales que salen sin comer. Para no volver.
Servicio muy malo. Todos los platos hemos tenido que reclamarlos en varias ocasiones para que nos los sirvieran. Otras mesas llegaron después y les sirvieron antes. La camarera se preocupó muy poco por nuestra mesa. Además no es barato, menú del día 21,50 euros y la relación calidad/precio no es buena. Una pena porque el museo es una maravilla y he ido varias veces, pero al restaurante, que era la primera vez que íbamos, no volveremos nunca más.
Ideal para tomar un descanso y un tentempié tanto si visitas el museo, como si estás por la zona. La carta no es muy amplia, pero todo lo que ofrecen es de gran calidad. En la parte superior te puedes casi tender en los cómodos sofás con vistas a la entrada del museo. Muy recomendable.
Lugar soleado y muy agradable en los jardines de la entrada. El servicio muy eficiente y amable. Tomamos una hamburguesas muy ricas en un ambiente muy acogedor. Algo caro, el café cortado fueron 3,5 €. Recomendable.
Comida totalmente decepcionante. De un menú de un museo y, por 21,50€, esperas cómo mínimo que los platos sean caseros. Producto de muy mala calidad y salsas de bote. Además el servicio es lento y falta organización. No repetiremos.